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Divas Plus Size
COLUMN/COLUMNA

Divas Plus Size

Miguel Cane

Durante el pasado Festival de Cine de Cannes, la irreverente revista de humor Charlie Hebdo —objeto, como sabemos, de una terrible masacre perpetrada por una facción extremista musulmana— lanzó un ejemplar cuya portada hacía mofa de la talla corporal de la legendaria diva francesa Catherine Deneuve.

El que la Deneuve (nacida en 1943), por décadas el non plus ultra de la elegancia femenina, tal como se vio en cintas memorables como Los Paraguas de Cherburgo, Repulsión, Belle de Jour o El Ansia (donde era el monstruo más bello del mundo, emparejada con David Bowie himself), se haya “dejado ir” y mandara al demonio (uno espera que alegremente) la dieta perpetua a la que debió estar sometida desde los 18 años, es nota no sólo por la mofa hecha por el semanario humorístico célebre por iconoclasta, sino porque el mundo que la conoce no imaginaba que fuera a atreverse a llegar a tanto y reacciona con una mezcla de azoro y sorna: en internet no se hicieron esperar los consabidos memes, basados en una foto poco halagadora de la actriz, ahora entrada en carnes, con la leyenda “qu’est que tu penses, Deneuve?” y su respuesta ostensible: “Mmmmh… Pâtè!”

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¿Y por qué no? Esta es la pregunta a la que no sólo ha respondido Deneuve con su actitud indiferente ante la pregunta que le hiciera la prensa internacional durante el festival (“Charlie Hebdo puede opinar lo que le plazca, porque de todos modos lo hará”), sino que también ha respondido así Melissa McCarthy, la actriz protagonista de Spy, película protagonizada por una mujer con la mejor taquilla este verano. Tras ser severamente criticada en diversos medios estadounidenses por su talla extra, ha tomado el toro por los cuernos consolidándose no sólo como una estrella de cine de verdad sino también creando su propia línea de moda, tras ser rechazada por diseñadores de alta costura “que no hacen vestidos talla extra”, misma que acaba de lanzar en Estados Unidos, Gran Bretaña y también en línea.

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Quien ha hablado sin tapujos al respecto quitándose (metafóricamente) un peso de encima al tocar el tema, es otra belleza legendaria: Candice Bergen. La rubia actriz que durante los 60 y 70 fue un rostro emblemático y estuvo casada por quince años con el cineasta francés Louis Malle, publicó recientemente un libro de memorias llamado A fine romance, y en uno de cuyos capítulos alude al tema de la siguiente manera: “Llamemos a las cosas por su nombre: sí, estoy gorda.” A partir de ahí explica desde dos vertientes —una de origen biológico y otra de orden sociológico— su opinión al respecto. En 2010, mientras estaba en grabaciones de la serie Boston Legal, Bergen sufrió una isquemia, que pudo haber derivado en una embolia, si no hubiera recibido atención médica inmediata. En consecuencia, tuvo que someterse a un tratamiento permanente que ralentizó su metabolismo al punto que, aunado a su edad (tenía 64 años), desencadenó un trastorno de su cuerpo tan drástico que nunca recuperaría la esbelta silueta que ostentó por años y que, concluye, no le importa: no tiene que demostrar nada a nadie y, por lo mismo, abraza su talla extra con orgullo.

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Candice Bergen no es la única. Todo pareciera indicar que el estereotipo de la chica extremadamente esbelta —desde Audrey Hepburn hasta Kate Moss— tiene los días contados. Ahora surge toda una contracorriente: Deneuve —aún con esos kilos de más— no ha perdido un ápice de su mystique y continúa protagonizando películas a su edad; la cantante británica Adele agota el cupo de todas sus presentaciones; la ganadora del Oscar Kate Winslet nunca ha ocultado su figura rubenesca en pantalla y, de hecho, ha demostrado que puede tenerse un allure sexual espléndido sin sacrificarse; y en fin, Melissa McCarthy ha roto los estándares de la industria reuniendo a un público de todas las edades aun sin contar con una silueta escultural. Se trata de una pequeña apertura pero el hecho mismo habla claro a las niñas y jóvenes que observan el ejemplo: para ser una belleza con éxito no es necesario, en absoluto, matarse de hambre. La talla extra no está desprovista de encanto. La época de la dieta permanente ha pasado a la historia. ¡Aleluya!

11075008_10155380060380302_6501501300794276094_o-150x150Miguel Cane es autor de la compilación Íntimos ensayos y de la novela Todas las fiestas de mañana. Es colaborador de Literal. Su Twitter es @aliascane


Posted: July 5, 2015 at 6:19 pm

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