Interview
“El indigenismo es un populismo malo…“
COLUMN/COLUMNA

“El indigenismo es un populismo malo…“

Andrés Ortiz Moyano

Juan Eslava Galán (Arjona, Jaén; 1948) es uno de los escritores más prolíficos y reconocidos en lengua hispana. Su obra se extiende a lo largo de varias décadas a caballo entre la ficción y el ensayo histórico. Ganador de los premios más prestigiosos de literatura (entre ellos, el Planeta por su En busca del unicornio, 1987), acaba de publicar La conquista de América contada para escépticos (Planeta, 2019), en el que aborda con rigurosidad y humor uno de los episodios más fascinantes de la historia del Nuevo y el Viejo Mundo. Y es que, como dice Arturo Pérez Reverte, nadie cuenta la historia como Juan Eslava Galán.

Le confieso que no he hecho los deberes: no sé si ha publicado ya unos 80 o 90 libros.

Yo tampoco llevo la cuenta, creo que en torno a unos 100.

Y supongo que entre ficción y ensayo histórico debe de estar la relación en un 50-50.

Sí, aproximadamente.

Escribir sobre América, ¿es un placer o un deber?

Absolutamente, y sin ninguna duda, un placer. No escribo sobre historia porque crea que deba hacerlo, sino porque me gusta. Y en el caso concreto de la Conquista de América es un verdadero placer, pues desde muy joven he leído e investigado mucho al respecto. Por ejemplo, las Crónicas de Indias, unos textos que he releído una y otra vez, han servido incluso de inspiración en el estilo de alguno de mis libros, como En busca del unicornio.

¿Es uno de los episodios peor explicados de la historia de España y de América?

Sí, está muy mal explicado y divulgado; pero es que toda la historia de España está muy mal explicada y divulgada. Yo procedo de los planes de estudios de la época franquista, es lo que me tocó, y en esos años nos enseñaban una Conquista de América edulcorada, protagonizada por conquistadores épicos y heroicos, sin mácula alguna. Esto se entiende por las intenciones imperialistas del Régimen en África. Había que vender que los españoles sabíamos lo que hacíamos.

Ahora es todo lo contrario. Casi se puede decir que es una temática que no se enseña, y eso es gravísimo. América es clave para entender España y viceversa. Pero, ojo, más allá de historiadores y estudiosos académicos, tampoco en los países americanos se explica bien qué fue realmente la Conquista.

Yo soy del 84, y en el colegio apenas vimos cuatro cosas…

Así es. Y lo poco que se explica, se explica mal, como, insisto, casi toda la historia. Es la ley del péndulo, muy habitual en España.

¿Qué diferencia la conquista de los españoles a la de otros europeos?

La Conquista de América es única en la historia por diversas razones. En primer lugar, España y sus reyes, con Isabel la Católica a la cabeza, considera que los indios son súbditos españoles con los mismos derechos siempre y cuando abrazasen el cristianismo, que fue una conversión abrumadora. Gracias a las Leyes de Burgos, se procuró establecer un marco legal que protegiese a los indios. Un marco legal de la época, antiguo a nuestros ojos, pero absolutamente revolucionario en su tiempo. También, a diferencia de otros colonianismos europeos, se fomentaron los matrimonios mixtos y el mestizaje.

Pero a alguno se le fue la mano…

Sin duda. Muchos colonos se aprovechaban de que España estaba muy lejos y que la ley no siempre se cumplía pero, aun así, la Conquista española fue mucho más humana que otras colonizaciones como la belga, la inglesa, la francesa o la holandesa.

Nos acercamos a la cuestión del supuesto genocidio. A López Obrador no le va a gustar su opinión.

El presidente de México es lo suficientemente inteligente como para saber que lo que dijo no es verdad, pero como buen populista, le da igual. No hubo genocidio como tal en América, simplemente porque las muertes de los indios fueron en gran medida provocadas por enfermedades europeas como la viruela. Y eso los españoles no tenían ni idea que lo llevaban con ellos. Pero si a alguien le sirve de consuelo, a nosotros nos llegó la sífilis desde América en el XIX y caímos unos pocos también aquí.

Entonces, ¿qué hacemos con el indigenismo?

El indigenismo es un tipo de populismo como otro cualquiera, es decir, algo malo y negativo que se combate, sencillamente, con la verdad; y yo creo que la verdad, tarde o temprano, sale siempre a la luz. Lo que ocurre es que se vehiculiza políticamente para sacarle provecho. Volviendo a López Obrador, su petición al rey de España es una idea ridícula porque, precisamente, los historiadores mexicanos son de los más expertos sobre la Conquista y saben perfectamente lo que pasó en la época. Otra cosa es que se quieran desviar opiniones y atenciones sobre los verdaderos problemas de un país. Muchas repúblicas americanas han fracasado como estados, pero eso no es culpa de los españoles, que nos fuimos hace más de doscientos años. El indigenismo es un sarampión, como todos los populismos, y se acabará pasando.

Pero mientras, a Colón le tumban las estatuas.

Sí, y ponen en su lugar la del caudillo indio de turno que sacrificaba niños, mujeres y hombres merced a una religión espantosa. Colón era un tipo oscuro, con claras intenciones de medrar y de aprovecharse al máximo del Descubrimiento. Efectivamente, su proeza exploradora es única en la historia de la humanidad, pero sabemos documentadamente que luego no hizo las cosas de la forma más honesta. Pero de ahí a aceptar lo que dijo el indigenismo, que los españoles acabamos con una cultura floreciente y de color de rosa, hay un trecho. Prueba de ello es que, por ejemplo, la conquista de Cortés se pudo llevar a cabo porque los mexicas tenían subyugados a todas las tribus de alrededor. Los españoles solos, que no llegaban a 500, no hubiesen podido. Fue la revuelta de los demás los que acabaron con los aztecas.

A propósito de Cortés. Últimamente parece que si figura se está rehabilitando.

Cortés no necesita ser rehabilitado. Se trata de un hombre de su tiempo, aunque sumamente lúcido y capaz. A diferencia de otros conquistadores, Cortés se fija en los grandes de la historia, sobre todo en Julio César, y en su mente siempre estuvo la visión de México como Estado organizado y próspero. Tanto es así que si México puede presumir de ser uno de los países con más peso en América es, en gran medida, por la idea original de Cortés. De hecho, su gran pena al final de sus días fue no ser enterrado allí.

¿Nos sigue enfrentando la Conquista a americanos y españoles?

Sí, pero quiero pensar que es pasajero y que lo que nos une es mucho más fuerte que lo que nos separa. Aunque haya populismos que quieran influir negativamente. Los españoles tenemos históricamente una vena masoquista que nos hace hacernos sentirnos culpables por todo lo que hemos hecho cuando, como en este caso, tenemos más motivos de orgullo que otra cosa.

Nuestro complejo habitual nos ha hecho aceptar la leyenda negra que los enemigos de la España de entonces, que era la dominante, se encargaron de difundir. Hoy en día ningún historiador serio la asume; y especialmente los historiadores americanos. Claro que hubo abusos, pero si comparamos a un español de entonces, con mente medieval, con un inglés o un belga del XVIII o el XIX, cuando ya había cuajado el humanismo y los Derechos Humanos, podemos decir sin ningún complejo que el español era mucho más humanitario.

Escuchándole, me suena que la Conquista sea una especie de fake news

No es cuestión de posicionarse, sino de explicar la historia tal y como fue, como lo saben los historiadores y con base en documentos reales.

Hoy día eso es difícil con tanta posverdad y redes sociales malintencionadas.

Yo procuro estar bastante ajeno a todo eso. No me interesa, la verdad.

Pero, no deja de ser un canal de indudable importancia.

Sin duda, y es importante. Pero su relevancia debe ser fijada de otra forma. Es mucho más importante el tratamiento de la realidad y de la verdad, tanto en historia como en periodismo, y ayudar a la divulgación, sea por el canal que sea. Si las redes sociales pueden ayudar en eso, bienvenido sea.

¿Considera que, a pesar de todo, hay un sentimiento de hermandad a prueba de falacias históricas?

Sí, aunque debería haber mucho más. Compartimos una herramienta prodigiosa, que es el idioma. Yo echo en falta que no haya más sinergia en cultura, negocios, propuestas e iniciativas. Que España no acabe de ser el “embajador” frente a Europa de todo lo bueno y lo beneficioso que ofrecen los estados americanos. Me gustaría que se estableciese un sistema como el de las academias de la Lengua. Es un modelo de suma y unidad que nos ha dado numerosas alegrías.

 

Andrés Ortiz Moyano, periodista y escritor. Autor de Los falsos profetas. Claves de la propaganda yihadista, #YIHAD. Cómo el Estado Islámico ha conquistado internet y los medios de comunicación; Yo, Shepard y Adalides del Este: Creación. Twitter: @andresortmoy

©Literal Publishing. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación. Toda forma de utilización no autorizada será perseguida con lo establecido en la ley federal del derecho de autor.


Posted: August 11, 2019 at 9:59 pm

There are 2 comments for this article
  1. Celso Gámiz at 5:59 am

    genial. La fuerza de los hecho y la evidencia histórica. Menos revanchismo barato y más realidad y mirada hacia el futuro. Somos hermanos, maldita sea!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *