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Todos tenemos nuestro derechos
COLUMN/COLUMNA

Todos tenemos nuestro derechos

Francisco Hinojosa

(Hace algunos años, cuando Vicente Fox era presidente del país, tuve un sueño que no tiene nada que ver con lo que cuento aquí abajo, pero he de confesar que sí tiene cierto parecido. Los presidentes se creen muchas veces seres superiores, pero de cuando en cuando son parecidos a los humanos.)

Fox: ¿Qué tenemos para mañana a las doce?

Secretario: ¿Del día o de la noche?

Fox: No seas baboso. Ya sabes que de noche nomás no funciono bien.

Secretario (consulta la agenda): Déjeme ver…

Fox: Deberías tener la agenda en la cabeza. Quiero para mañana veinte páginas que digan “Tengo que memorizar la agenda de mi jefe”.

Secretario: Sí, señor. Para mañana a las doce tiene acuerdo con el jefe del Estado Mayor.

Fox: Cancélalo.

Secretario: ¿Y qué le digo?

Fox: Que estoy cansado.

Secretario: Lo mismo le dijimos la semana pasada.

Fox: Pues inventa otra excusa. Para eso te pago.

Secretario: ¿Y se puede saber qué piensa hacer mañana a las doce?

Fox: Voy a jugar póker con un grupo de amigos.

Secretario: ¿Y quién lo va a acompañar? El Estado Mayor…

Fox: Yo sé cuidarme solo. Tú me vas a ayudar a burlar la seguridad. Me llevas al estacionamiento, me das un coche y yo manejo hasta la casa de mi cuate. Fin de la historia.

Secretario: Pero eso sería poner en riesgo su seguridad.

Fox: Tú haces lo que yo digo porque sí, ¿entendido? Los presidentes también tenemos nuestros derechos. El derecho a jugar póker de vez en cuando sin que anden detrás de mí con el reloj en la mano. Ya solo me faltaba que tú también te opusieras.

Secretario: Hágalo el domingo aquí en Los Pinos. Yo me encargo de traer a sus amigos y de comprar botanas…

Fox: Mi secretario particular debería saber que a Martita no le gusta que juegue póker.

Secretario: Lo que no le gusta es que apueste. Juegue sin apostar.

Fox: Se ve que no sabes nada de póker. Si no apuestas no tiene chiste.

Secretario: Apuesten frijolitos.

Fox: ¿Crees que somos niños?

Secretario: No quise decir eso.

Fox (en tono de burla): No quise decir eso.

Secretario: Palabra de Dios.

Fox: No uses el nombre de Dios en vano y tenme el coche preparado a las once.

Secretario: A propósito de Dios, a las once tiene cita con nuestro embajador en el Vaticano.

Fox: Pues también cancélala.

Secretario: ¿Y qué le digo?

Fox: No seas baboso. Invéntate algo. Por cierto, el coche que me consigas que sea automático. No sé manejar standard. 

Secretario: Le puedo prestar el mío. En la cajuelita está la tarjeta de circulación y la del seguro.

Fox: ¿Crees que puedo chocar con otro coche o atropellar a una persona?

Secretario: Todo puede suceder. Y más si durante el juego se pone también a chupar y tiene que manejar de regreso. Si quiere yo lo acompaño como conductor designado.

Fox: No necesito una nana.

Secretario: No quise decir eso.

Fox (en tono de burla): No quise decir eso. Y no me vayas a salir otra vez con que “palabra de Dios”. Ya sabes que a Dios en esta casa se le tiene en alta estima.

Secretario (mirando su reloj): En diez minutos llega el Secretario de Energía.

Fox: Dile que tuve que salir y déjame en paz un rato.

Secretario: Sí, señor. ¿Algo más en lo que pueda servir?

Fox: Sí, tráeme una coca. Y que no se te ocurra volverme a decir tu chistorete de si la quiero en vaso o en polvo.

Secretario: Jajajá. No es tan mal chiste. Lo he dicho en otras partes y siempre se ríen.

Al día siguiente. Diez de la noche.

Secretario: Señor presidente, ya me tenía muy preocupado. Le marqué varias veces al celular y…

Fox (con voz quebrada): Ya llegué, ya llegué.

Secretario: Su esposa ha estado preguntando por usted.

Fox: ¿Y qué le has dicho?

Secretario: Primero que estaba en el inodoro. Luego que tenía una entrevista para no me acuerdo qué periódico. Tuve que estarle inventando cosas. Me pidió que la comunicara con usted y le dije que tenía el celular apagado.

Fox: Vaya, veo que hiciste tu trabajo.

Secretario: ¿Cómo le fue?

Fox: Gané más de tres mil pesos.

Secretario: Afortunado en el juego, desafortunado en el amor.

Fox: Así es la pinche vida.

Secretario: No se puede presentar así con su esposa. Se va a dar cuenta de…

Fox: ¿De que estoy medio pedo?

Secretario: Sí, señor. ¿Le traigo un alka-seltzer?

Fox: No, mejor pásame la pachita de vodka que tengo en el último cajón?

Secretario: ¿Va a seguir bebiendo?

Fox: Los presidentes también tenemos nuestros derechos. Quiero para mañana veinte páginas que digan: “No debo cuestionar a mi jefe”.

Secretario: Pero es que la última vez agarró un fuerte pleito con su esposa.

Fox: Déjame a mí a Martita y tú concéntrate en tu trabajo. Pásame la pachita.

Secretario: Le recuerdo que mañana su día empieza a las siete y media.

Fox: Mañana es mañana.

Secretario: Como usted ordene.

Fox: Hubieras visto la cara que puso el soldado cuando se asomó a la ventanilla para preguntarme qué quería. De haber tenido a la mano el celular, me cae que le tomo una foto. Por cierto, ya en el estacionamiento le di un llegue a tu coche.

Secretario: ¿Un llegue?

Fox: Sí, le rompí un faro. Yo te lo pago.

Secretario: No se preocupe, señor presidente.

Fox: ¿Me ves preocupado?

Secretario: No quería decir eso.

Fox (en tono de burla): No quería decir eso. ¿Qué tengo mañana a las siete y media?

Secretario: Misa. Viene el cardenal a oficiar en Los Pinos.

Fox: De seguro fue idea de Martita. Siempre quiere que me ande confesando. Como si me la pasara en el pecado. Y no me vayas a salir con que jugar póker y echarme unos tragos con mis amigos es pecar.

Secretario: ¿Hubo mujeres?

Fox: ¿Te refieres a hoy?

Secretario: Sí.

Fox: Claro que no.

Secretario: Yo creo que sí va a necesitar confesarse mañana.

Fox: ¿Por mentirte a ti? No manches.

Secretario: Entonces, sí hubo mujeres.

Fox: Pues claro: póker sin chupe y sin mujeres no es póker.

Secretario: ¿Y se cuidó?

Fox: ¿Te refieres a condones y esas cosas? 

Secretario: A ambas. Espero que no lo hayan grabado o fotografiado.

Fox: Ya sé por dónde vas: ¿me ves a mí en un lío como en el que se metió Bill?

Secretario: ¿Bill?

Fox: Bill Clinton. No seas ignorante. 

Secretario: ¿El del escándalo Watergate?

Fox: Si serás un bobotonto. Ese fue Nixon… o Reagan, ya no me acuerdo. Uno de los dos. Bill anduvo de cachondo y lo cacharon en la movida. Deberías de leer un poco más de historia.

Secretario: Por eso mismo la pregunta: ¿se cuidó de que no lo comprometieran en algo difícil de explicar?

Fox: Conozco a estos compas desde la primaria. 

Secretario: Pero usted es el presidente de la república.

Fox: No necesitas recordármelo. Sé lo que hago. Además, me llevé la banda presidencial para intimidarlos.

Secretario: Señor, con todo respeto, esto no es un juego.

Fox: ¿Te refieres al póker?

Secretario: A su investidura. 

Fox: Juegue póker o no, me eche mis drinks o no, me dé un besito con una modelo o no, me ponga la banda o no: sigo siendo tu presidente. Y el presidente de todos los otros millones de mexicanos. No tengo por qué estar dando explicaciones. 

Secretario: Tiene razón. Yo lo único que quiero es cuidarlo. Y sé que no necesita nana, pero alguien tiene que velar por usted.

Fox: ¿Y qué hay después de la misa?

Secretario (consultando la agenda): Desayuno con banqueros y esa gente de empresas, ya sabe.

Fox: ¿Tengo que dar un discurso?

Secretario: Ya se lo escribió Chayito.

Fox: Nomás que no esté lleno de faltas de ortografía.

Secretario: Se lo dimos a corregir a Mario Vargas Llosa.

Fox: ¿Y ese quién es?

Secretario: Usted confíe en mí.

Fox: Ya me voy a dormir. 

Secretario: ¿Lo acompaño a su habitación?

Fox: No, me voy a dormir en el sillón. Acuérdate de despertarme a tiempo para la misa.

Secretario (le acerca una cobija): Yo me quedo a dormir también aquí para no errarla. 

Fox: Good night.

Secretario (apaga la luz): Good night.

Francisco Pastis

 Francisco Hinojosa es poeta, narrador y editor. Es autor y antologador de más de cincuenta libros y columnista en Literal. Su twitter es @panchohinojosah


Posted: February 23, 2015 at 5:53 pm

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