Fiction
La musa araña
COLUMN/COLUMNA

La musa araña

Francisco Hinojosa

No inventes.

Recuerdo la tarde en la que recibí la extraña llamada de un hombre que se identificó como Robert Martin. En un español muy elemental y con un acento que ayudaba poco a entenderlo, me dijo lo siguiente:

–Míster Hinojosa, es una gran gusto hablar con ustedes. Le pido que escuche mis ofertas.

Iba a colgar o, más bien, a decirle que no quería comprar nada (suelo ser amable con los vendedores, pero no dedico mucho tiempo a que me traten de ofrecer un producto), y al fin no lo hice y dejé que siguiera hablando.

–Trabajo para New Invention & Development Co. –dijo esto último en un estupendo inglés de Texas– y quisiera darle a usted trabajo.

–No sé qué puedo hacer en una compañía que tiene ese nombre. Solo soy un escritor de cuentos y esas cosas. 

–Nosotros sabemos quién es usted. Lo hemos vigilado.

“¡Zácatelas!”, me dije: me están vigilando. Ya había tenido un presentimiento de que mis vecinos del departamento 303, gringos, me miraban con algo más que curiosidad. Me quedé sin habla y seguí escuchando.

–Le ofrecemos diez mil dólares al mes por darnos ideas.

–¿Ideas?

–Miss Dora García lo visitará mañana para darle toda la information. Twelve o’clock.

Me despedí de míster Robert Martin y dejé que las cosas sucedieran. 

Al día siguiente, a las doce en punto, tocó a la puerta miss Dora García. Vestía de traje completo, incluido chaleco y corbata. Dos trenzas de más de medio metro las llevaba por delante.

–Señor Hinojosa –me dijo en un español correcto, con cierto acento tapatío–, la propuesta de míster Martin es correcta: diez mil dólares al mes por darnos ideas.

Sorry –se me salió de inmediato (es una de las pocas palabras que sé en inglés)–, pero qué quiere decirme con dar ideas.

–Eso, míster Hinojosa, darnos ideas. Le explico: nuestra agency se dedica a ofrecer a nuestros clientes ideas para desarrollar productos de todo tipo. Desde artículos de belleza –como, por ejemplo, un lápiz labial que cambia de color según la hora del día–, hasta argumentos de películas que se filman en Hollywood.  Stephen King nos ha comprado tramas para escribir algunos de sus libros. De nuestros ideólogos hemos obtenido muchas buenas ideas para generar nuevos productos que hacen que la vida moderna sea más amigable. Y por supuesto redituable en términos monetarios para la agency

–¿Y por qué yo?

–Míster Hinojosa: lo hemos estado vigilando desde el año 2008 y hemos llegado a la conclusión de que usted puede incorporarse al equipo de ideólogos. Tiene talento, le gusta soñar, sabe lo que es el confort y sobre todo es muy inventivo, ¿me explico?

–¿Y para ganarme ese dinero tendría que decirles que quisiera que existiera un lápiz labial que cambie de color según la hora del día?

–Eso ya está inventado. Queremos nuevas ideas. Estamos seguros de que de su cabeza saldrán muchas que nos hagan crecer como agency. Las condiciones son las siguientes: usted se muda durante un año a vivir a una casa que tenemos en Sausalito, California. Allí viven otros cuatro ideólogos que compartirán con usted la piscina, el chef, la servidumbre, los juegos de mesa, el billar, el gym, la sala de cine. Es como si estuviera en uno de los hoteles más caros del mundo. Y todo para que el ocio y el tiempo libre, sin preocupaciones, le llenen la cabeza de ideas. ¿Voy bien en la explicación?

–¿Y por qué yo? –insistí.

–Míster Hinojosa: hemos hecho estudios muy detallados durante los últimos años en casi todos los países del planeta para detectar quiénes son los mejores ideólogos. Usted obtuvo una calificación de 97 puntos. Eso lo convierte en un candidato natural a ser contratado por la agency. Nos sentiríamos muy honrados de contar con su colaboración. Si diez mil dólares mensuales no le satisfacen, podemos negociar la cifra. Le pagamos además un fin de semana al mes para regresar con su familia. O boletos de avión para que lo visiten a usted.

Terminé aceptando, a pesar de que mi esposa me dijo que todo el asunto le olía sospechoso. Me mudé a Sausalito un 30 de diciembre. 

La casa resultó ser mucho más lujosa de lo que esperaba. La piscina era una albercotota, con un jardín que tardas un buen tiempo en recorrer. Y lo demás era en grande: la cocina, el comedor, el servicio, el cuarto, la sala de juegos, la videoteca, el gym. Me presentaron a los otros tres ideólogos que compartirían conmigo el espacio: André, de nacionalidad francesa, Takashi, japonés, y un colombiano que se hacía llamar El Ajiaco. 

Las primeras semanas me dediqué a leer, escribir mis cosas, ver películas y dar paseos por las calles de Sausalito y San Francisco. Yo veía cómo mis colegas, que ya tenían allí varios meses, se aplicaban en el trabajo de entregar sus ideas por escrito a Robert Martin.

A mediados de febrero empezó a llegarme la inspiración. Ya miss Dora García me lo había advertido: 

–Al principio las ideas tardan en llegar, pero en cuanto su cabeza empiece a producirlas, se va a seguir de frente. Ya lo verá.

Las siguientes son algunas de las ideas que propuse a la agency y que tuvieron a bien regresarme con algunos comentarios, no siempre amables.

Tabaco para dejar de fumar. El invento consiste en fabricar cajetillas de cigarrillos en las que uno de ellos contenga tabaco mezclado con algún vomitivo. La ideas es que el fumador identifique el humo que ingresa a sus pulmones con la sustancia que le provocó las náuseas y las arcadas. Comentario: ¿Se puso a pensar usted a quién le interesaría fabricar su invento? Idea lamentable y asquerosa.

Identificador de maletas. Así como los automóviles tienen llaves inteligentes que, al apretar un botón, hace que se escuche un sonido, las maletas podrían identificarse de ese mismo modo. Comentario: ¿Se imagina usted el concierto de doscientas maletas o más en tan solo una de las bandas del aeropuerto? Enloquecería a cualquiera. Idea rechazada por unanimidad.

Argumento para una película de ciencia ficción. Llegan a la Tierra unos alienígenas invisibles al ojo humano. En su planeta se han quedado sin su alimento más preciado: ratas, las cuales abundan en el nuestro. En poco tiempo acaban no solo con ellas sino con todo tipo de roedores, lo que significa que ponen en riesgo el equilibrio ecológico. Una científica llamada Lorie Dumas logra inventar unos anteojos que permiten hacer visibles a los extraterrestres y un arma para combatirlos. Comentario: Jejejé. ¿Es un chiste, verdad?

Corruptómetro. Instrumento que sirve para medir el grado de corrupción de un servidor público. Se aplica en el brazo de las personas, como un medidor de presión, a las que se le hacen una serie de preguntas relativas a su economía. El aparato registra los estímulos y emite un resultado del 0 al 100, en el que 100 es muy corrupto y 0 nada corrupto. Comentario: Míster Hinojosa, ¿nos quiere tomar el pelo? Hay muchos tipos de corruptómetros en el mundo y nunca se usan. Sería un fracaso inventar uno más.

Inflador/desinflador de llantas. Este invento haría que bajara sensiblemente el número de robo de automóviles. Cuando el conductor de la unidad deje su coche en la calle, le desinfla las llantas, así a ningún ladrón le pasaría por la cabeza llevárselo. Con el mismo instrumento, el conductor vuelve a inflar las llantas. Comentario: ¿Eso significa que le tendríamos que prohibir comprar su inflador/desinflador a los rateros? Piense un poco más antes de meterse en este tipo de inventos absurdos.

Finalmente, hacia mediados de año, logré que por fin palomearan una de mis ideas:

Casco para políticos en desgracia. Se trata de un casco que cubre buena parte de la cabeza de un político a quien el pueblo abuchea y le grita insultos, vaya a donde vaya. Gracias al trabajo de expertos en video y audio, se grabarán las escenas populistas que más gustan a los gobernantes y que podrá ver a través de los anteojos que contiene el invento. De la misma manera, el mandatario escuchará lo que quiere escuchar: gritos entusiastas, porras, cantos en su honor. Comentario: Por fin una idea vendible. Casualmente su país fue el primer interesado en comprarnos esta nueva tecnología.

HinojosaFrancisco Hinojosa es poeta, narrador y editor. Es autor y antologador de más de cincuenta libros y columnista en Literal. Su twitter es @panchohinojosah


Posted: January 27, 2015 at 6:12 am

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