Essay
La  “tercera edad” de Madonna

La  “tercera edad” de Madonna

Miguel Cane

Parece increíble, pero es cierto: este año, Madonna cumple 60.

¿Pueden decirlo? 60. Seis-cero. Se-sen-ta. Madonna a partir de agosto va a ser  “senior citizen” en Estados Unidos y en todo el mundo. Y sin embargo, ¿puede usted verla como alguien de la tercera edad? Francamente, yo no.

¿Es Madonna demasiado vieja para ser… Madonna?

Esto me lo hizo notar una amiga que se dedica a la misma profesión que yo, y que pese haber sido fans (así, en plural) de la “Reina del Pop” por más de 30 años, de pronto se encontró con esta disyuntiva que le causaba conflicto —supongo que, en parte, es porque si Madonna cumple 60, nosotros ya estamos a medio camino hacia los 50, habiendo sido unos prepúberes cuando saltó a la fama por primera vez—. Y es que son muchos los que critican a Madonna, sugiriendo que puede estar comprometiendo su dignidad de señora de cierta edad, al seguir insistiendo en hacer los mismos  “stunts” publicitarios que hacía como travesuras a los treinta años, cosas como mostrarles el trasero a los fotógrafos y hacer comentarios salaces sobre su vida sexual o salir prácticamente con la teta al aire, porque es Madonna y básicamente eso es lo que la hace ser lo que es y por eso es que lo hace.

Y, Dios nos guarde, lo hace muy bien.

Lo curioso aquí es que no es la primera vez que alguien da a entender que la Chica Material debería comenzar a actuar a su edad. Pero yo diría que ella está haciendo exactamente eso; ella está actuando como una mujer de su tiempo. No es idea de todos de una mujer de 60, pero Madonna nunca ha sido idea de todo el mundo. Ella ha sido su propia idea, y una idea fabulosamente buena.

Recuerdo haber visto una entrevista que Madonna dio hace años a Diane Sawyer (o sería Barbara Walters, vaya usted a saber) en la que contaba que el primer concierto de rock al que había ido en su vida, a los 15 años de edad, cuando lo que quería en la vida era ser maestra de ballet, y que fue una verdadera epifanía para ella, fue uno de David Bowie en su gira como Ziggy Stardust.

“Supe en ese momento, que quería ser como él”, dijo. Y fue la elección más acertada que jamás tuvo: David Bowie fue, hasta el día de su muerte, hace dos años, el maestro supremo en el arte de la reinvención. Madonna de inmediato siguió sus preceptos y ha tenido numerosas encarnaciones conforme lo requiere el momento: así, hemos tenido a la Madonna rubia, morena o pelirroja. A la Madonna-Marilyn Monroe, a la Madonna-Marlene Dietrich o la Madonna-Dolly Parton. A la Madonna-Dominatrix super erótica y a la Madonna virgen prerafaelita. La Madonna-Evita y la Madonna vestida de novia. La Madonna porrista, guerrillera, madre de familia, glamorosa o sin gota de maquillaje. Tantas Madonnas que es muy difícil elegir una sola.

Esto es lo que me lleva a pensar, ¿por qué Madonna no debería vestirse como Madonna? ¿Por qué debería renunciar a su sentido de la moda revolucionario, impresionante? ¿Por qué no debería usar ese vestido ajustado con estampado de leopardo de Moschino que llevaba en su video y al que algunas personas le están dando todos los girly-pants? Simplemente no puedo obtener una respuesta satisfactoria a esa pregunta. (“Porque ella tiene 60”, no vale).

¿Y por qué el alboroto cuando le plantó un beso francés con todo y lengua a Drake en el escenario de Coachella? Aunque la especulación (ofensiva) fue que se asombró porque ella era “una madre de cuatro hijos de casi 60 años” y “prefiere mujeres más jóvenes”, el enfático mensaje de Drake en Twitter sugería que nunca lo habían besado tan bien.

Algunos dicen que es hora de que supere el reto de los paparazzi. Pero supongo que su punto no es solo llamar la atención sobre sí misma, sino también sobre los temas que le interesan. Y finalmente, para hacerlo, tiene que sacudir un poco el terreno.

A ver, hablemos de un homólogo masculino, por ejemplo, Mick Jagger. ¿Alguien se azota sobre este padre de siete hijos de 75 años, abuelo de cinco y bisabuelo de uno cuando Jagger se pavonea en el escenario? Bueno, probablemente sí, pero nadie anda exigiendo que Jagger deje de hacer eso, porque ¡Es Jagger!

Y a Jagger, como a Madonna, le importan tres hectáreas de pepino las opiniones ajenas. Pero claro, se vierten menos, porque “es una leyenda” (y me imagino que para quienes lo dicen, Madonna es una bolsa de papitas fritas o algo así).

De todos modos, una de las cosas que amo de Madame M. es que, como señalé antes, a ella no le importa lo que digan, y que eso no cambiará sin importar qué edad tenga. Se ha ganado el derecho a tres palabras que son su título y que triunfan sobre todas las críticas que le puedan hacer: “Bitch I’m Madonna”.

Y no importa qué pila de años tenga. No hay otra como ella.

Miguel Cane es autor de la compilación Íntimos ensayos y de la novela Todas las fiestas de mañana. Es colaborador de Literal. Su Twitter es @aliascane

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Posted: February 22, 2018 at 11:06 pm

There are 7 comments for this article
  1. Adriana at 11:06 pm

    Coincido plenamente. Simplemente ella es ÚNICA, ella no quiere ser como nadie, ni parecerse a nadie, ella simplemente es y quiere ser MADONNA. La amo!. Ojalá nunca cambie, aunque tenga 90 años!

  2. Elvis at 12:05 am

    Soy FAN de MADONNA y simplemente creó que el decir que tiene 60 y comience a actuar a su edad es cosa de tabúes, ideas y estereotipos marcados por la sociedad y muchos quisiéramos estar así a su edad y poder hacer y deshacer lo que más ños haga felices, así que larga vida a la Reina, única, irrepetible, icónica, camaleonica, artista, mujer, madre, ser humano, es ella, es MADONNA.

  3. Diego Téllez Barrera at 1:41 pm

    Excelente artículo, bien dice su canción ¡Bitch I’m Madonna! No se diga más!, Ella pueda hacer lo que se le dé la gana debido a que ella es uno de los pilares más importantes de las cantantes actuales, hasta ellas mismas le rinden ese tributo.

  4. Susel at 10:05 pm

    Hermoso artículo, felicidades. Que gratificante encontrar personas que vean a Madonna tal y como es, una mujer revolucionaria y adelantada a su tiempo. Y si, a Madonna le importan 3 hectáreas de pepino lo que piensen de ella, y a sus fans nos interesan otras 3 hectáreas más lo que digan de ella y de nosotros por seguirla y amarla a sus 60 años.
    Larga vida a LA REINA!!!

  5. Mauricio Zacarías at 9:05 am

    Este articulo me recuerda como cuando vas al parque y le das migajas a los patos hambrientos, pues eso esta horrible y dulzarrona nota: darle pepitas a los fans de Madonna

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