Essay
Nick Drake: Recuerdos de un instante

Nick Drake: Recuerdos de un instante

Mónica Maristain

Tengo en mis manos el libro –monumental, naranja, enorme- dedicado a Nick Drake y me pregunto si una persona, con 26 años vividos, puede dejar semejante recuerdo.

Dicen en México que los libros de música no se venden. Sin embargo, las biografías de rockeros vienen una tras otra, la última de las cuales fue sobre Paul McCartney, escrita un poco con los ojos de John Lennon, pues es el mismo biógrafo: Philip Norman.

El caso de Nick Drake es cierto, es sobre un músico, aunque a veces puede ser un libro fantástico, aquel que dice todo lo que pudo haber sido, pero se suicidó antes, muy joven, para sorpresa y dolor de sus padres y de su hermana, Gabrielle.

Nick Drake, Recuerdos de un instante está editada por Malpaso, que viene dando enormes pasos en lo que a “literatura musical” se refiere. De hecho, tienen todos los derechos de las obras de Bob Dylan, Premio Nobel 2016.

Al principio uno piensa que se trata de una obra exclusivamente sentimental, toda vez que la producción y parte del texto corresponden a Gabrielle Drake.

El libro cuenta la infancia en Birmania y el nacimiento de Nick: “No recuerdo el momento en que mis padres me dijeron que iba a tener compañía, sólo recuerdo mi entusiasmo ante la perspectiva de la llegada de una hermana…Le puse Galybar; no sé de dónde sacaría semejante apodo, aunque es posible que fuera una simple extensión de su propio nombre, tal como yo lo conocía (la gente me llamaba Gay, no Gabrielle). Sostuve largas conversaciones con Galybar, pegada la oreja a la barriga de mi madre, pero siempre con la callada por respuesta. Nick ya empezó como pensaba continuar.

Y, por fin, llegó mi hermano.

La decepción del primer momento dio paso a pura alegría ante aquel bebé saltarín de pelo negrísimo, que le crecía formando un Tupé estilo Regencia”.

El regreso a Inglaterra, la descripción de sus padres un “poco salidos de la norma” y la semblanza del hermano añorado son la primera parte del libro, que poco a poco va expresando lo que realmente fue y podría haber sido Nick Drake.

“Tengo para mí que si Nick hubiera nacido veinte o treinta años más tarde, las cosas habrían ido de otra manera. La década de 1960 fue una época tumultuosa. Tal vez lo parezca menos visto desde ahora, pero fueron años revolucionarios que exigían mucho a quienes querían reinventarse a sí mismos. Hurtarse a las expectativas y condicionamientos de la propia educación es siempre sumamente difícil, aunque la sociedad de ahora es mucho más fluida. Los años sesenta fueron un crisol en el que personas como Nick asumieron grandes y románticos riesgos. Como resultado de ello, ahora tenemos su música, pero yo siento su pérdida con gran pesar. Ah, si las cosas hubieran sido distintas; si Nick hubiera podido disfrutar de una larga vida; si se hubiera quedado con nosotros un poco más…”, escribe el amigo de su infancia Andrew Hicks.

Como decía Julio Cortázar en “El perseguidor”: “Esto lo estoy tocando mañana” y eso es un poco lo que pasó con Nick Drake, nacido el 19 de junio de 1948 en Rangún, Birmania y muerto –por sobredosis de antidepresivos- en Inglaterra el 25 de noviembre de 1974.

Cuando falleció la noticia ocupó un lugar pequeño en los medios de comunicación. Tenía tres discos en Island Records (Five Leaves Left (1969), Bryter Layter (1970) Pink Moon (1972)), en un catálogo de poco valor comercial. Sin embargo, a principios de los ochenta y conforme era un músico de culto para muchos otros músicos como la banda Blur, Elliot Smith, Robert Smith (líder de The Cure), Nick Drake comenzó a hacerse famoso.

“La fama es como un árbol frutal, así de inestable. No puede florecer hasta que su tronco está en el suelo”, dice la letra de la canción “Fruit Tree”, de su álbum Five Leaves Left y más allá de la preposición, él murió desconocido y deprimido para reinventarse y ser rescatado por escritores como Monty Don, quien es el otro autor del libro Nick Drake, Recuerdos de un instante.

“Nick, sin embargo, le sacaba la guitarra el sonido más limpio y más robusto que he oído jamás. La razón es, en buena medida, de tipo técnico. Su mano derecha era extraordinaria. Basta escuchar “Road” e intentar tocarla después. La música en sí no es muy complicada, pero resulta casi imposible tocar como lo hacía él. En el otro extremo, tenemos la delicadeza y la sutileza de su liminal “Place to be”, las increíbles profundidad y riqueza de un hombre a oscuras solo con su guitarra. Es una canción delicada y cautivadora, pero al mismo tiempo potente y esa fuerza perdura”, dice Monty.

Perdurar, durar, cantar para mañana, son señales de lo que la humanidad hace cosas casi inconscientemente para dejar su huella. A menudo decimos que este poema, que aquella novela, que mucho menos de esta canción, nadie la recordará dentro de 50 años. Sin embargo, seguimos cantando los temas de Los Beatles como si hubieran sido realizados hace unas horas.

Con Drake pasa eso. El catálogo de Island no sólo obtuvo grandes ganancias comerciales sino que también aparece como un gran testimonio de que existió un enorme artista, absorbido por ese sentimiento que manifiesta su hermana Gabrielle: “inasible como la niebla matutina”.

“Nick Drake es uno de los mejores músicos de la historia”, ha dicho Elton John y este libro, un canto a la mejor edición, celebra el buen gusto del tema que toca.

Su letra clara y redonda, las cartas que les enviaba a sus padres, tal vez alguna novia y siempre las canciones, como esa que a menudo suena en mi equipo de música: “Por favor, dame una segunda gracia / Por favor, dame una segunda cara”.

 

Mónica Maristain (Concepción de Uruguay, Argentina). Editora, periodista y escritora. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales como Clarín, Página 12, La Nación y la revista Playboy. Ha sido colaboradora en las agencias EFE y DPA. En 2010 publicó “La última entrevista a Roberto Bolaño y otras charlas con grandes autores” . En n 2011, coordinó la antología El último árbol. Cuentos de navidadEl hijo de Míster Playa fue publicado originalmente por Almadía en 2012. Su título más reciente es Antes, poema largo editado por Literal Publishing en 2017.

 

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Posted: August 20, 2018 at 9:58 pm

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