El Mar Sitiado
Rafael E. Saumell
Andrés Jorge,
Barcos que se cruzan en la noche,
LCN Ediciones de Autor, 2011.
En reciente entrevista con Ladislao Aguado para la revista Otro Lunes (año 5, núm. 19, julio 2011), Andrés Jorge (Pinar del Río, Cuba, 1960) anuncia que el título de referencia es la primera de una trilogía de la isla grande que completarán Kali la Oscura (2012) y El tren de la vida no pasa dos veces por la misma estación (2013). Antes había publicado la colección de cuentos A ciegas en el laberinto (1994) y tres novelas Pan de mi cuerpo (1997), Te devolverán las mareas (1998) y Voyeurs (2003).
En Barcos… hallamos por lo menos tres motivos constantes en la obra del autor: el mar, el suicidio y los fuertes dilemas éticopolíticos que deben enfrentar los personajes. Adrián Niebla –el protagonista– y su familia viven en una unidad militar encargada de vigilar las fronteras marítimas en la provincia más occidental. Sin embargo, para ellos la condición de habitar en una frontera de agua no es causa de alegría sino de agonía. Bajo tales circunstancias ese hecho equivale a cerrazón, a incomunicación con el mundo externo, a una vigilancia militar y policial que prohíbe los contactos no autorizados con los residentes del otro lado. No es un lugar de paso libre y de cruce fluido de individuos y mercancías, sino el sitio donde los “guardafronteras” y sus familiares deben estar a la mira de quienes podrían venir de “afuera” y de quienes osen reunirse con extraños.
Andrés Jorge pertenece a la estirpe de escritores dedicados a novelar el impacto del “complejo marinero” y de “plaza sitiada” en la cultura cubana posterior a 1959. El primer término fue creado por el historiador Manuel Moreno Fraginals cuando estudió el sistema de plantación en la isla en la etapa colonial, marcado “por la esclavitud, el azúcar y el mar” (El Ingenio, 1978, vol. III: 97). El segundo, es un lema que alude al síndrome del aislamiento y del cierre de filas ante enemigos reales e imaginarios, a la postura de control y de castigo de individuos que expresen opiniones y lleven a cabo acciones que cuestionen el sistema imperante y por ese motivo se conviertan en representantes y emisarios del norte de la frontera.
El autor trata ambos complejos a partir de tres elementos que, de forma decisiva, influyen en el destino de sus personajes: el régimen marxista-leninista, el dominio armado y político de las fronteras territoriales e ideológicas y el mar como puerta cerrada y como puerta abierta.
El narrador de esta saga familiar emplea pronombres demostrativos para caracterizar épocas históricas y espacios político-geográfi cos que funcionan a manera de contrapuntos entre el presente de los acontecimientos leídos, el pasado de cada uno de los personajes y el futuro que ellos se trazan. Parecería, de esa manera, que quien lleva la voz cantante en el relato practica una especie de autocensura sui generis cuando alude a acontecimientos que quedan fuera de los límites permitidos en el discurso público hasta que decide, a la luz de graves acontecimientos y dada su vocación de narrador, ir más allá de las aguas territoriales y de las alusiones simbólicas.
Posted: May 9, 2012 at 5:51 pm