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Un Acervo Monumental

Un Acervo Monumental

Wendolyn Lozano Tovar

Colección Voz Viva de México, Universidad Nacional Autónoma de México.

 

La “naturaleza” de los avances tecnológicos ha hecho que olvidemos tal vez que la naturaleza se anticipó a toda expresión humana. En un intento por imitar el bramido de las olas, el silabeo de las aves o el golpe de la lluvia, el hombre creó su propia interpretación musical haciendo uso de conchas o piedrecillas de río que la misma naturaleza le proporcionaba. Los sonidos más primitivos de la música humana habían nacido para acompañar  la danza del hombre y la voz interna pronto quiso comunicarse con los otros que danzaban al son de caracoles y ocarinas. La naturaleza ha sido, desde entonces, la madre de nuestras elocuciones.

Los primeros escribas quisieron capturar la carrera del bisonte plasmando formas alucinantes en cavernas primitivas, acuñando jeroglíficos al paso de los tiempos. Los antiguos egipcios transcribían sus conocimientos en las tiras de la médula que obtenían de los tallos del papiro, mientras que las culturas de Mesoamérica crearon sus propios sistemas de escritura, empleando hojas de papel de amate o piel de venado para plasmar su cosmología. En Mesopotamia, los asirio-babilonios difundieron la escritura cuneiforme, escribiendo sobre tablillas de arcilla, y hacia el tercer milenio A.C., en China, se utilizaban diversos materiales como la seda y el hueso, evolucionando con la aparición del papel y la tinta preparada con hollín de pino y cola.

En el afán de expresar el ser, hemos forjado los materiales terrestres de flor y canto para no quedarnos solos. La verdad es que hemos salido de nosotros mismos para plasmar el cosmos en piedras solares, ánforas, bronce o maderas.

El llamado del arte y de la vida es el mismo que resuena en las ediciones modernas. En alemania, Gutemberg había inventado una máquina que más tarde permitiría imprimir las palabras de su coterráneo Goethe: “Si no te amara, Lili mía/ ¿a qué paisaje encanto yo le encontraría?”. Actualmente, las impresiones digitales han relegado a las placas de metal, desplazando sí a las tintas y al papiro, pero no a la magia de la palabra. Novedosos sistemas de grabación de voz y de imágenes rebasarían la imaginación de nuestros antiguos escribas que se valían de los recursos naturales para conservar su pensamiento. El acetato, el papel fotográfico, la cinta de audio, los discos compactos y magnéticos, las tarjetas de memoria y derivados de las cadenas de polímeros y silicios, constituyen hoy los nuevos registros del lenguaje, sin olvidar los discos de oro que fueron instalados en las naves espaciales Voyager I y II lanzadas al espacio en los 70´s con fragmentos auditivos de nuestra naturaleza humana.

La colección Voz Viva de la UNAM, compuesta por un acervo monumental de discos compactos y cintas magnetofónicas, preserva la voz de los más destacados escritores, científicos e intelectuales de México y América Latina. En 2005, la colección quedó inscrita en el Registro de Memoria del Mundo de la UNESCO, abonando así al acervo cultural de la humanidad. Los escritores más importantes de nuestra tradición han plasmado en estos registros sus poemas y textos de viva voz. Con 50 años de historia, la colección Voz Viva que dio inicio con Alfonso Reyes, ha preservado más de 150 materiales de autores como José Gorostiza, Juan Rulfo, Jaime Sabines, Sergio Pitol, Rosario Castellanos, sólo por mencionar algunos. Recientemente han sido reeditados los registros de Álvaro Mutis, Carlos Fuentes, Carlos Monsiváis y Eduardo Antonio Parra de manera innovadora, integrando materiales impresos, auditivos y visuales en una misma edición.

Es verdad que la palabra trasciende a los materiales en que ha sido plasmada a lo largo de nuestra historia, y que si bien Borges grabó en acetato lo que su voz ya había inscrito en el viento, los poetas seguirán tatuando el agua y labrando la piedra como hace Eugenio Montejo: “Con piedra viva escribiré mi canto/ en arcos, puentes, dólmenes, columnas”, devolviendo así la palabra a la fuente infinita de donde brotan los aceites vegetales y el papel del los árboles que guardan entre sus ramas el canto de los pájaros.


Posted: April 12, 2012 at 7:55 pm

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