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Eterno Mateo de Eduardo González Viaña

Eterno Mateo de Eduardo González Viaña

Cecilia Galzio

Eterno Mateo – publicado en 2013 en Lima (Editorial San Marcos) y en Estados Unidos (Axiara Editions), luego en 2014 en traducción italiana (Axiara Editions-Summa) – es la última novela del escritor peruano. Quien haya leído El lucero de Amaya (2012), Maestro Mateo o ¡Quién no se llama Carlos! (2009), podrá detectar profundas afinidades temáticas y formales entre todos estos textos. Lo que establece el nexo es la presencia de protagonistas niños, adolescentes o jóvenes, y la insistencia sobre los mismos temas. Emigración, diversidad cultural, educación, inadaptación, amistad, amor, muerte, ausencia, memoria, supervivencia son temas que, por su misma amplitud y universalidad, no pueden agotarse en una única experiencia, sino más bien tratarse por aproximaciones parciales y provisorias. Otro elemento en común es el orden de la estructura narrativa, y la claridad de la lengua, que no conoce excesos y siempre dice sin titubeos exactamente lo que quiere decir.

La novela Eterno Mateo está vinculada sobre todo con Maestro Mateo, de la que en efecto representa el desarrollo y el progreso. En ambas obras se asiste a un proceso de crecimiento y maduración, que ve a los protagonistas evolucionar de un estado de confusión a una condición de equilibrio superior y a una manera de vivir más armoniosa. En este sentido, a estos textos se les puede considerar novelas de formación, exentos naturalmente de toda austeridad, amables variantes, diría, del prestigioso modelo literario del Bildundungsroman.Eterno Mateo

Eterno Mateo cuenta la historia de un emigrante que vuelve a casa después de diez años de lejanía y silencio. Su perro, atropellado por un coche, yace moribundo. El joven Martín se rebela con fuerza a ese fin inminente. Se tumba en el suelo al lado del animal, decidido a confortarlo con el sonido de su voz y detenerlo en vida. Como Sherazade, él también contrastará la muerte contando historias. La noche, el retorno, la sorpresa, la proximidad de la muerte constituyen una situación extraordinaria que propicia los recuerdos, las valorizaciones y los balances: sus ventisiete años de vida serán el repertorio de sus cuentos. El yo narrante, sin embargo, no orienta el recorrido analéptico en las formas usuales de las tiernas evocaciones del pasado feliz. Conforme con la dimensión de ese presente excepcional, en precario equilibrio entre muerte y vida, el personaje se abandona al sueño, umbral incierto este también entre las dos dimensiones, para empezar desde allí a soñar.

El personaje narrador se desliza por la claraboya de la pequeña habitación y, agarrado a la correa de su perro, se eleva volando. La velocidad del vuelo garantiza la amplitud de la retrocesión y es así que el personaje narrador, con su sabio perro como guía, alcanza rápidamente la época de la infancia antes y de la juventud luego. Paralelamente a la variación del tiempo en carrera hacia el pasado, se desplaza en vuelo del espacio limitado de la aldea familiar, al espacio más grande de la ciudad universitaria, hasta los paisajes inmensos de Estados Unidos, meta de su emigración. El recorrido retrospectivo es ocasión de encuentros, cruce de diálogos, circulación de preguntas y respuestas que reconstruyen el recuerdo y devuelven identidad a quien, para resistir a la fractura dolorosa de la emigración, ha mortificado la memoria con la voluntad del olvido.

El peregrino del viaje por el tiempo pasado se sorprende encontrando otra vez al abuelo que, él suponía, se había ido para siempre, y a su vez el difunto, que ha dormido un sueño tan profundo, se maravilla de haber vuelto a un estado de vigilia. Pero no le extraña a ninguno de los dos que el amor por la lectura de la Divina Commedia de Dante resista intacto y se reitere idéntico también en la dimensión del sueño.

También los sucesivos encuentros con el párroco, el peluquero, el padre difunto y el pescador ciego producen sabias advertencias.

El protagonista da las espaldas al lejano pasado y retorna volando a las inseguridades de sus dieciséis años, esperando todavía a Soledad en la primera cita. Ya en la ciudad universitaria, decide abandonar su país para seguir el sueño americano. Experimenta el viaje dramático, auténtica prueba de carácter y resistencia física, pero también de solidaridad y aprendizaje. Recorre los diez años vividos como ilegal,su primer trabajo como ayudante coyote y los sorprendentes encuentros conexos con su nuevo oficio. Vivos y difuntos se le manifiestan en el ir y venir entre las dos fronteras: la Santa Muerte aparece en las formas ilusorias de una doncella y le brinda consejos de buen vivir; un migrante, que ha extraviado la meta, le asegura que ha encontrado en el camino perpetuo su razón de ser; para él, como para cada peregrino, los guitarristas fantasmas cantan los corridos de la revolución; una anciana madre, que persigue el sueño americano para devolver la salud a su hijo, le cuenta su historia de pobreza y esperanza, que es la historia de todos.

Como cada buen pícaro, también el protagonista avanza por grados hasta el «buen puerto» final, representado en este caso por la green card, que le restituye identidad y presencia legítima en el país.

Eterno Mateo1En su trabajo en el Museo de Bellas Artes, Martín vive extrañas experiencias. Encuentra a un migrante colombiano enfermo de nostalgia, que decide volver a casa pasando por la ventana de un cuadro de Vermeer, y se enamora de una mujer que puede ser real o salida de un cuadro de Botticelli. Los dos episodios, que manifiestan la equivalencia o la fluidez de los confines entre lo real y lo imaginario, pueden considerarse en parte una concesión a la modalidad del realismo mágico, y en parte una referencia intertextual que contiene un reconocimiento al valor universal del arte.

El vuelo sigue. A los diálogos filosóficos con Dante y Bolívar alternan aventuras más leves. Cuando finalmente el héroe llega a casa, el viaje termina porque el pasado ha llegado al presente. Otra vez, sin embargo, la categoría temporal se encabrita, y eso para asegurar al lector curioso un magnífico happy end.


Posted: October 8, 2014 at 11:04 pm

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