Three Poems
Tres Poemas
Rafael Cadenas
The Search
We never found the Grail.
Th e tales were not true.
Only road weariness accompanied those who took
the risk
but expected stories.
What would our life be
without them?
Nothing was solved,
we could have stayed at home.
It’s that we’re so restless.
Nevertheless, when the journey was over
we felt that in us
–no longer hostages
to hope–
a new temper
had been born.
Making Peace
Let’s come to an agreement, poem.
I won’t force you to say what you don’t want
and you won’t be so reluctant to do what I wish.
We’ve wrestled a lot.
Why are you so determined to be my likeness
when you know things I don’t even suspect?
Free yourself from me.
Run and don’t look back.
Escape before it’s too late.
Because you always outdo me,
you know how to say what drives you
and I don’t,
because you’re more than yourself
and I’m only the man who tries to recognize
himself in you.
I take up the space of my desire
and you have none,
you only advance toward your destination
without looking at the hand you move,
that thinks it owns you when it feels you sprout
there
like a substance
that stands up.
Force the writer to go in your direction, he
only knows how to hide,
cover up what’s new,
become poor.
What he shows is a tired
repetition.
Poem,
keep me away from you.
Dilemma
the nature of poetry is unintentional
-Goran Palm
I wanted to write
a poem,
then I had the intention
not to have any intention
and the poem stopped there,
held up,
trapped,
charred between the sparks
of the two intentions
and here
I leave it.
La búsqueda
Nunca encontramos el Graal.
Los relatos no eran verídicos.
Sólo la fatiga de los caminos acompañó
a los que se aventuraron,
pero se esperaban historias,
¿qué sería nuestro vivir
sin ellas?
Nada se resolvió,
hubiéramos podido quedarnos en casa.
Es que somos tan inquietos.
Sin embargo, concluido el viaje
sentimos que en nosotros
–ya no rehenes
de la esperanza–
había nacido
otro temple.
Las paces
Lleguemos a un acuerdo, poema.
Ya no te forzaré a decir lo que no quieres
ni tú te resistirás tanto a lo que deseo.
Hemos forcejeado mucho.
¿Para qué este empeño en hacerte a mi imagen
cuando sabes cosas que no sospecho?
Líbrate ya de mí.
Huye sin mirar atrás.
Sálvate antes de que sea tarde.
Pues siempre me rebasas,
sabes decir lo que te impulsa
y yo no,
porque eres más que tú mismo
y yo sólo soy el que trata de reconocerse
en ti.
Tengo la extensión de mi deseo
y tú no tienes ninguno,
sólo avanzas hacia donde te diriges
sin mirar la mano que mueves
y te cree suyo cuando te siente brotar de ella
como una sustancia
que se erige.
Imponle tu curso al que escribe, él
sólo sabe ocultarse,
cubrir la novedad,
empobrecerse.
Lo que muestra es una reiteración
cansada.
Poema,
apártame de ti.
Disyuntiva
la naturaleza de la poesía
es inintencionada
-Goran Palm
Yo quería escribir
un poema,
luego tuve la intención
de no tener intención
y el poema se quedó allí
detenido,
atrapado,
carbonizado entre la chispa
de las dos intenciones
y aquí
lo dejo.