Apuntes breves sobre Nicanor Parra
Irma Gallo
La primera pregunta de la noche
se refiere a la vida de ultratumba
quiero saber si hay vida de ultratumba
nada más que si hay vida de ultratumba
(…)
Estoy viejo, no sé lo que me pasa.
¿Por qué sueño clavado en la cruz?
Han caído los últimos telones.
Yo me paso la mano por la nuca
y me voy a charlar con los espíritus.
Discurso fúnebre (1969). Nicanor Parra
Se necesita tener una creatividad fuera de lo común, y tal vez una dosis de cinismo, para dedicarse con éxito a las matemáticas y la física y, al mismo tiempo, convertirse en un poeta multipremiado, justamente por su irreverencia contra la poesía lírica, y encima vivir 103 años.
Todos estos ingredientes los tenía de sobra Nicanor Parra (San Fabián de Alico, 1914-Santiago, 2018). El hermano mayor de la cantautora Violeta Parra fue, durante 30 años, profesor de física en la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Chile, y no sólo eso, sino que también llegó a dirigirla, y aunque empezó a escribir poesía desde 1937 (Cancionero sin nombre), fue hasta 1954, con Poemas y anti poemas, que desarmó el status quo de la lírica chilena, a la que tanto le seguía pesando el figurón de Neruda.
¿Qué es la anti poesía? ¿Por qué el poeta se empeñó en ser su antítesis? No hay mejor manera para aventurar una respuesta que leyéndolo:
Yo no digo que ponga fin a nada
No me hago ilusiones al respecto
Yo quería seguir poetizando
Pero se terminó la inspiración.
La poesía se ha portado bien
Yo me he portado horriblemente mal.
Qué gano con decir
Yo me he portado bien
La poesía se ha portado mal
Cuando saben que yo soy el culpable.
¡Está bien que me pase por imbécil!
La poesía se ha portado bien
Yo me he portado horriblemente mal
La poesía terminó conmigo
La poesía terminó conmigo
Sí, la poesía terminó con él y por eso Nicanor Parra creó una nueva poesía; una que se parecía un poco más a la prosa, que no respetaba métrica ni regla rítmica alguna, que no tenía miedo de mostrarse como la vida cotidiana: grosera, irreverente, cargada de signos que hoy, curiosamente, usamos para escribir Tuits, mensajes de texto en el celular o posts en Facebook e Instagram:
Decidme hijos hay Marx
Sí padre:
Marx hay
Cuántos Martes hay?
Un solo Marx no +
Dónde está Marx?
En el culo*
en la tierra
y en todo lugar
Aleluya?
Aleluya!
*dice culo
léase cielo
Cachureo
(En 1977 el cineasta Guillermo Kahn dirigió el documental Cachureo. Apuntes sobre Nicanor Parra. En www.paniko.cl, el periodista Felipe Ojeda narra una escena del mismo, que deja muy claro cómo al anti poeta le importaba un comino lo que pensaran (y dijeran) de él:
“Cuando Cahn le pregunta por el té que se tomó en la Casa Blanca con Patricia Nixon, la primera dama de Estados Unidos, lo que le significó el rechazo absoluto de la izquierda, Parra toma una tiza y escribe en un pizarrón al tiempo que lee en voz alta:
Por una taza de té
Me echaron un buen café
GG
Parece que la KG”).
Ni los poetas de la generación beat se resistieron a la poderosa influencia de Parra: en 1960, Allen Ginsberg y Lawrence Ferlinghetti viajaron a Chile para asistir al Primer Encuentro de Escritores Americanos, que Gonzalo Rojas organizó en la Universidad de Chile. Fue durante esta reunión literaria (que algunos críticos e historiadores señalan como el cazo en el que se cocinó el llamado boom latinoamericano), donde Ginsberg dijo que Nicanor Parra era: “el creador de una poesía explosiva, más sofisticada e inteligente que la de Neruda, incluso en la poesía política”.
Cuentan las malas lenguas, que siempre son las más enteradas, que el autor de Aullido se quedó tres meses en el país, y que la mayor parte de su estancia la pasó en casa de Parra. Pero el anti poeta se cansó pronto de las extravagancias del beat y sus exigencias de droga y sexo gay, y un día, sin más, lo dejó en la casa de la también poeta Stella Díaz.
LA
POESÍA
MORIRÁ
SI NO
SE LA
OFENDE
hay
que poseerla
y humillarla en público
después se verá
lo que se hace
La poesía morirá
El 3 de julio de 1991, Manuel Délano escribía para el diario español El País:
“El poeta chileno Nicanor Parra ganó el pasado lunes el Premio Internacional de literatura latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, dotado con 100.000 dólares (10 millones de pesetas), que se concedió por primera vez este año. “Éste es un premio al silencio más que al ruido”, dijo Parra, el autor de Poemas y Antipoemas, de 76 años”.
Creada en 1987, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara no era ni de lejos el monstruo de 800 mil cabezas (ésa es la cifra de asistentes que tuvo en su edición de 2017) que es hoy. En 1991, la reunión librera y literaria impulsada por la Universidad de Guadalajara empezaba a crecer; ese año sucedieron por lo menos cuatro cosas que la detonaron, según su propio sitio web (fil.com.mx):
- Nicanor Parra recibe el primer Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo (hoy premio FIL de Literatura en Lenguas Romances)
- La Feria es el marco para el primer Salón Internacional del Libro Latinoamericano Rotativo (SILAR)
- La Maldita Vecindad desborda la Explanada
- Nace el periódico Siglo 21, que haría el primer suplemento sobre la FIL.
En su discurso de agradecimiento, el chileno señaló:
señoras y señores:
por lo común los discursos de sobremesa
son buenos pero largos
el mío será malo pero corto
cosa
que no debería sorprender a nadie
soy incapaz de juntar dos ideas
es x eso que me declaro poeta
de lo contrario hubiera sido político
filósofo o comerciante
y dedicó el resto de su alocución, a quién iba a ser si no, a Juan Rulfo.
Pero los premios no pararon ahí. En 2001 recibió el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, y para 2011 el máximo reconocimiento que se le da un escritor en español, el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes. Con ello, el anti poeta pasó a formar parte de un inventario que ya incluía a Nicolás Guillén, Octavio Paz, María Zambrano, Carlos Fuentes y José Emilio Pacheco, y que sumaría después a Elena Poniatowska y Sergio Ramírez, entre otros.
Pero el autor de Poemas para combatir la calvicie no asistió a la ceremonia en Alcalá de Henares. Alegando razones de salud, mandó a su nieto Cristóbal Ugarte, entonces de 19 años de edad, a leer un documento en el pedía una prórroga de mínimo un año “para así poder perigueñar un discurso mínimamente plausible”.
Lo que sí hizo el nieto, fue leer algunos poemas del anti poeta, como el siguiente:
¿ESPERABA ESTE PREMIO?
No
Los premios son
como las Dulcineas del Toboso
Mientras + pensamos en ellas
+ lejanas
+ sordas
+ enigmáticas
Los premios son para los espíritus libres
y para los amigos del jurado
Nicanor Parra dejó el mundo de los vivos el 23 de enero. El físico, matemático y anti poeta, también fue artista visual, o algo así. Sus artefactos son prueba de ello. Para algunos son una especie de memes antes de los memes. Por ejemplo, el que muestra una zapatilla de andar en casa con un pliego enrollado dentro, y en donde se lee: “Mensaje en una zapatilla: Levántate y anda”.
O aquel otro, en el que debajo de la imagen de un matamoscas rojo hay un letrero que dice: “Armas nucleares no. Basta & sobra con un matamoscas”.
Pero quizá el artefacto que mejor escriba su epitafio es aquel en el que se leía: “Voy & vuelvo”, y que se colocó el miércoles 24 en su ataúd, su “última morada”, como dirían los poemas del tipo de los que nunca escribió.
Aún muerto, el autor de Obra gruesa no dejó de desatar polémica: cuando en la Catedral de Santiago le prohibieron tocar música de Violeta Parra, como era voluntad de su padre, la hija de Nicanor, Colombina Parra, amenazó con llevarse el féretro a otro lado.
Unos momentos después, empezó a sonar “Gracias a la vida”.
Irma Gallo es periodista y escritora . Colabora para Canal 22, Gatopardo, El Gráfico, Revista Cambio, y eventualmente para otros medios. Es autora deProfesión: mamá (Vergara, 2014), #yonomásdigo (B de Block, 2015) y Cuando el cielo se pinta de anaranjado. Ser mujer en México (UANL, 2016).
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Posted: January 24, 2018 at 10:22 pm