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En busca de un rebelde

En busca de un rebelde

Adolfo Castañón

Cuando Fabienne me invitó a presentar su libro Los biófagos de Albert Camus[1] el pasado martes 22 de febrero, me puse a temblar. Me lo había regalado desde mediados de octubre de 2021 y resultó que no lo encontraba pues se había traspapelado entre otros en mi biblioteca. Le confesé que tal vez lo había perdido y que quizá sería necesario que me diese otro ejemplar. Afortunadamente no fue así y lo encontré. Estaba oculto en medio de otros libros de la prolífica autora…

 Los biófagos de Fabienne Bradu, nacida en Francia en 1954 y residente en México desde 1979, se abre como un abanico de cincuenta capítulos cuyos temas centrales son Albert Camus, su obra, su persona, y los contrastes entre sus biógrafos y los afectados por el “mito Camus”, a lo largo de la historia y hasta el momento actual. Repasa los avatares de la escritura y lectura de biografías —recuérdese que el subtítulo reza “o cómo escribir una biografía”—; y una demostración no pedante pero sí contundente del interés sostenido que la ensayista ha tenido y tiene por la figura del escritor franco-argelino. El autor de El extranjero nació un 7 de noviembre de 1913 en una “hacienda vinícola llamada Chapeau de Gendarme, cerca de Mondovia, unos cuantos kilómetros al sur de Bȏne, hoy Annaba, en el departamento de Constantine” (p. 201), citando a Roger Grenier, Albert Camus, soleil et ombre, 1987 (p. 15). Un dato curioso: nació bajo el signo de Escorpión en el zodiaco tradicional y en el horóscopo chino su signo corresponde al del Buey.

Es una obra, desde luego, amorosa, fruto de la devoción que la autora tiene por el autor de “El mito de Sísifo”. También podríamos decir que es una obra celosa que pasa por su estricto cedazo las diversas aproximaciones que los “biófagos” han tenido sobre el escritor, como Roger Grenier, Olivier Todd, Herbert Lottman, Michel Onfray, Virgil Tanase, Alain Vircondelet; así como las siete novelas que han puesto a Camus como personaje: las de Salim Bachi, Kamel Daoud, Florence M.-Forsythe, Salah Guemrich, José Lenzini, Michel Thouillot y Berta Vias Mahou, para no hablar de la correspondencia ni de los testimonios como los de Simone de Beauvoir, Elsa Triolet, J.-P. Sartre, Octavio Paz, Mario Vargas Llosa, o la serie de “estudios, testimonios, recuerdos” que hacen de sus 244 páginas un álbum familiar y un exhaustivo informe del país llamado Albert Camus.

Es un trabajo apasionado y que aconsejaría que tuviese de inmediato una edición en francés, o aun en inglés o, más modestamente, que se subiera a la red para que lo pudiesen leer libremente los lectores de todo el orbe.

Uno de los títulos incluidos en la bibliografía se titula ¿Por qué Camus?, publicado en 2013 por Editions Philippe Rey. Y tal vez el lector se preguntaría esto mismo. O más bien preguntaría qué tiene esta figura que ha sido capaz no sólo de desencadenar una cascada editorial sino un torrente de obras y artículos —incluidas canciones de rap— en el mundo.

Cuando me invitó Fabienne a presentar Los biófagos de Albert Camus o cómo escribir una biografía, recordé que, siendo un niño de unos ocho años, hacia 1960, mis padres me llevaron a una impresionante obra de teatro en la que oí gritar en el escenario a unos actores: “¡Peste bubónica en África del Norte!” Al salir de ahí ciertamente angustiado, mi padre me explicó que se trataba de la adaptación escénica de una obra La peste de Albert Camus, recientemente fallecido y galardonado unos años antes con el Premio Nobel. La reciente pandemia actualizó en mi escenario interior esa experiencia arcaica.

Puedo decir que conocí el nombre de Camus antes de leerlo y que estaba familiarizado con los nombres de sus obras desde una época muy temprana. Lo leería después, al empezar a estudiar francés en la Alianza y en el IFAL. Me tardé mucho tiempo en saber qué significaba realmente la obra de Camus, opacada, a mis cándidos ojos, por el resplandor de su leyenda. No sé si realmente lo he llegado a saber. Y más tiempo me tardé en apreciarlo como escritor, pensador y escritor. Me gustan la escritura aforística de sus Carnets, 1935-1942 y 1942-1951, cuya edición príncipe tengo. Además, confieso ahora que soy un lector y admirador de su correspondencia con María Casares, 1944-1954, escrita con verdadera tensión poética, vivacidad y amoroso temblor… Fabienne menciona sin mucho entusiasmo estas cartas (pp. 165-168).

A mí me emocionó leer en la misiva que Camus le envía a María el 30 de junio de 1951 a las 10 am. la forma en que le dice:

Recibí dos libros de Paz que tuvo la bondad de llamarme Testigo de la libertad. Recuérdale que no estoy a favor de todas las libertades. Uno de los libros enviados es de poesía y ahí encuentro un poema que me gustaría traducir. Tiene un tipo de talento que me gusta.[2]

Fabienne sabe reconstruir la relación entre Paz y Camus, pero no menciona esta carta que a mí me emocionó leer. Me gustaría saber qué poema de Paz —y de qué libro, supongo que de ¿Águila o sol? o de la primera edición de Libertad bajo palabra— le suscitó a Camus el deseo de traducirlo. Además de esas cartas, desprendo hasta qué punto la poesía española estaba presente en el diálogo entre ambos enamorados, como muestran las numerosas menciones  —más de cincuenta— a Juan Ramón Jiménez y la presencia constante de creadores españoles como Goya, Lope de Vega, José Zorrilla, Gregorio Marañón, Federico García Lorca, Rafael Alberti… Aparte de Paz, el único nombre hispanoamericano que se menciona es el de Victoria Ocampo.

Vuelvo a la pregunta. “¿Por qué Camus?” Además de un gran escritor y pensador, el emigrado franco-argelino paso aun en vida y más todavía a su muerte a tener la categoría de mito, de icono e ídolo europeo y por endémica globalización mundial…

Sobre esa bisagra giran y gravitan estas páginas. Alfonso Reyes, al hablar del género de las biografías fáciles decía en 1940: “Estas biografías a fuerza de ser amenas, sencillas y cotidianas, como si fueran hechas por quien hubiera tratado de cerca al personaje, lo exhiben con demasiada frecuencia en mangas de camisa, ‘en pantuflas’”. De uno de estos biógrafos, que era a la vez un secretario íntimo y no pecaba de piedad, se ha dicho con acidez: “El criado recibió la orden de vaciar el vaso de leche; en vez de eso, ha embotellado el contenido y ha puesto a la venta las botellas”.[3]

Muchos méritos tiene esta obra de Fabienne Bradu. No sólo el de hacer la anatomía de la recepción póstuma del autor de El hombre rebelde, sino el de hacer una recapitulación del estado en que se encuentra actualmente la discusión teórica en torno a este noble género que se remonta a Plutarco, Salustio, Diógenes Laercio y Vasari, y que en nuestra lengua han practicado Ramón Gómez de la Serna, Salvador de Madariaga, Manuel Vázquez Montalbán y, en el entrenós hispanoamericano, Arturo Uslar Pietri, Guillermo Cabrera Infante, Gabriel García Márquez y Álvaro Mutis —a quienes menciona—; y en el mexicano José Fuentes Mares, Elena Poniatowska y Enrique Krauze, para no hablar de ella misma, autora de al menos media docena de ensayos biográficos de figuras como Antonieta Rivas Mercado o Antonin Artaud.

Pero vuelvo al volumen de Fabienne Bradu sobre los “biófagos” de Camus. Tengo un sueño tal vez no imposible: el de que algún día nos entregue una “Vida imaginaria” del autor de La peste compuesta por el haz de rasgos personales de esta suerte de santo laico, seductor no sólo de lectoras sino de lectores y no sólo de lectores sino de pensadores…

NOTAS

[1] Fabienne Bradu, Los biófagos de Albert Camus, UNAM, 2021, 244 pp.

[2] Carta 446, Gallimard, París, 2017, p. 780.

[3] Alfonso Reyes, “De la biografía”, Obras completas, t. XIV, México, 1962, p. 118.

 

Foto de Albert Camus: © Jared Enos / Flickr

 

Castañón. Poeta, traductor y ensayista. Es autor de más de 30 volúmenes. Los más recientes de ellos son Tránsito de Octavio Paz (2014) y Por el país de Montaigne (2015), ambos publicados por El Colegio de México. Premio Xavier Villaurrutia 2008, Premio Alfonso Reyes 2018 y Premio Nacional de Artes y Literatura 2020. Creador Emérito perteneciente al SNCA. Twitter: @avecesprosa

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Posted: March 9, 2022 at 8:39 pm

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