Confesiones de un deliberado: ironía, desengaño y el peso de la realidad

Pablo Majluf nos entrega en Confesiones de un deliberado una obra que trasciende géneros y expectativas. Con un estilo que recuerda la mordacidad de El dedo de oro de Guillermo Sheridan y la ironía filosa de Jorge Ibargüengoitia, esta novela de ficción política se convierte en una crónica despiadada y brillante del México contemporáneo bajo el obradorato.

A través de la voz de alguien que en esta reseña llamaremos El novato, un personaje ficticio pero extrañamente familiar, Majluf nos sumerge en un recorrido por las ambiciones, fracasos y vilezas humanas que sostienen a un régimen más interesado en su permanencia que en el bienestar de su pueblo.

El novato no es un héroe, ni siquiera un antihéroe. Es un ingenuo, un idealista que, cegado por sus emociones y prejuicios, se convierte en testigo y cómplice de un sistema que termina por desengañarlo. Su camino, que podría haberse inspirado en las lecciones de Joseph Campbell, se desmarca por completo del héroe clásico: aquí no hay redención ni gloria, solo una confrontación inevitable con una realidad que había elegido ignorar. En este viaje, el lector se encuentra con personajes públicos camuflados tras nombres ficticios, cuyas descripciones son tan inmisericordes como hilarantes, arrancando carcajadas incluso en medio del desencanto.

El universo que Majluf construye recuerda a Diario del año de la peste de Daniel Defoe, pero aquí la vileza no tiene una causa biológica, sino moral: los protagonistas son una camarilla de oportunistas, intelectuales deshonestos y narcisistas insaciables. A diferencia de los villanos clásicos de Victor Hugo, que encuentran justificación moral en sus actos, los “deliberados” de Majluf actúan por hambre de poder y relevancia, negándose a reconocer sus errores incluso cuando la realidad los humilla sin contemplaciones.

Sin necesidad de revelar detalles, el destino de El novato recuerda el de la Justine de Sade, algo que confirma el estilo incisivo de Majluf.

El final, lejos de ofrecer certezas, deja una moraleja abierta: los peligros de proyectar anhelos en figuras que solo buscan conseguir el poder o perpetuarlo.

Aunque la obra podría beneficiarse de algunos ajustes en su estilo para una segunda edición, Confesiones de un deliberado es una lectura amena y recomendable para comienzos de 2025, una fábula moderna que desnuda la complicidad de ingenuos y bribones en la construcción del presente desastre nacional.

Óscar Constantino Gutiérrez. Doctor en Derecho por la Universidad San Pablo CEU (Madrid). Se especializa en Derecho constitucional, Derecho administrativo, Derechos humanos y Políticas públicas. Liberal, minarquista y objetivista. Colabora en Letras Libres y Revista Etcétera. Hace sentencias. X: @ConstantinusMX

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Posted: January 16, 2025 at 9:17 pm