Interview
Whodunit: Tedi López Mills

Whodunit: Tedi López Mills

Tanya Huntington

Tanya Huntington Hyde: El Premio Xavier Villaurrutia, al ser otorgado por escritores a otros escritores, conlleva un mérito particular… Como si fuera los Golden Globes de la literatura mexicana, ¿no?

Tedi López Mills: El Villaurrutia es sin duda un premio muy especial. Yo aún me siento bajo su hechizo. Tanto así que me cuesta un poco comentarlo sin que se mezcle mi gratitud con la sensación de privilegio y de honor. ¿Qué más te puedo decir?

THH: Comprendo, pero no podía dejar de mencionarlo; aunque, ciertamente, lo que transciende aquí es el libro. Muerte en la rúa Augusta es un poemario atrevido, que rompe esquemas (algo que se agradece dentro de un medio donde se padecen formas anquilosadas.) Pero antes de comentar contigo el aspecto formal, me gustaría mencionar el tema del memento mori que se expresa desde el título y que a mí me fascina. ¿Habías tenido ganas de abordarlo desde antes, o simplemente se prestaba la circunstancia, dado que se van desdoblando los versos a partir de un solo instante?

TLM: El libro o la historia inicial del libro es sobre una muerte en la rúa Augusta que yo presencié y traje conmigo hasta acá. En este sentido, es un homenaje y, por lo mismo, una transmutación de una persona, la que vi morir, en un personaje, el señor Gordon de mi libro.

THH: Hay momentos particularmente fecundos, en este caso, el de presenciar una muerte para la cual faltaba un contexto al que le has brindado inteligencia y oído, dos características constantes a lo largo de tu obra, a mi parecer. La voz de Anónimo hace eco a una larga tradición poética –¿sientes el impulso de revelar al lector las fuentes, como hicieron a su vez Eliot o Paz? ¿O prefieres el enigma de dejar que cada lector capte los guiños intertextuales que pueda?

TLM: Prefiero el enigma; a fin de cuentas, el libro tiene algo de whodunit?, y ese misterio y esa intriga se refieren tanto a la muerte como a la escritura en torno a esa muerte.

Anónimo es todo lo que uno quiere que sea: el fantasma de la literatura y de los blogs, de las buenas y de las malas opiniones. Es la máscara de nadie que a veces nos ponemos todos.

Me atrevería a decir, en todo caso, que no hay códigos cifrados en mi libro: van y vienen muchos autores a lo largo de sus 34 capítulos. Y cada uno es culpable de algo.

THH: Anónimo como depositario o proyección de nuestras expectativas y experiencias literarias: ¡fenomenal! Y el muerto de la rúa Augusta, Gordon, es una especie de Everyman… En cuanto a su muerte, para ti, ¿la escritura puede conjurarla gracias a su permanencia, o simplemente retratarla? No me gusta hablar de “magia” –suena demasiado turístico aquí en México, donde hasta los pueblos son “mágicos”– pero ¿no cumple la poesía con esa función elegiaca, burlándose de la marcha inexorable del tiempo?

TLM: No hay nada que conjure a la muerte. Lo que uno puede hacer, modestamente, es inventarle una historia. Eso fue lo que hice con el señor Gordon de la rúa Augusta: darle un pasado, incluso, una leyenda tamaño natural, a su medida.

THH: Esa medida que sugiere a nivel onomástico gordura, comodidad clasemediera, y por supuesto, gringuez. Aquí te quiero preguntar sobre lo narrativo en la poesía. ¿Cómo definirías el género de Muerte…, o te resistes al afán crítico de distribuirlo todo en casillas? A mí me parece llamativo que esta estructura te ha permitido volver al personaje en la poesía, fortalecer a aquella tercera persona que los poetas teníamos un poco olvidada, tal vez, por excedernos en el ombliguismo…

TLM: No había hecho yo esa conexión entre Gordon y la gordura. Es más, mi retrato mental de Gordon es de un señor delgado, aunque con cara redonda…¿Cómo decirlo? Los atributos de Gordon no buscan ser representativos de un país, de una clase social, etcétera. No sólo en Estados Unidos se generan lugares comunes. Gordon quiere ser, sobre todo, un personaje; espero que haya logrado alcanzar ese estatus privilegiado. Su origen es mi familia materna, un hermano de mi madre: un hombre que vivió siempre al margen, incluso de su propia vida.

En cuanto al género de Muerte en la rúa Augusta, se podría clasificar de varias maneras: como un poema narrativo, un poema ficción, un thriller en verso, un poema dramático. Todas me parecen válidas.

THH: Ahora que mencionas tus antecedentes híbridos, me parece que hace falta ampliar los parámetros no sólo de la clasificación de género literario, sino también de la cultura en un sentido más amplio. Somos muchos los que no somos de un solo país, en el sentido más estricto. He notado que, a diferencia de muchos otros creadores, te has resistido a dedicarte a explorar la mexicaneidad para el consumo doméstico o internacional. Estoy pensando aquí, por ejemplo, en tu formidable ensayo La noche en blanco de Mallarmé. Pero por otra parte, tienes mucha experiencia como una lectora y antologadora dedicada a la poesía nacional. ¿Qué significa para tí, if anything, ser una autora mexicana?

TLM: Isaiah Berlin escribió en uno de sus ensayos que no había orgullo más ridículo que el de la nacionalidad, pues uno no la escoge. Sin embargo, en mi caso híbrido, yo sí la tuve que escoger, a los 18 años, y elegí ser mexicana. Esa decisión me permitió, de modo casi automático, asumir a conciencia mi condición ilegítima; es decir, no soy una auténtica mexicana, sino un ejemplar más bien hechizo. No sé si eso influya en mi punto de vista, en mis lecturas y en mis preferencias. Seguramente sí.

THH: Es como si hubieras logrado realmente la paradoja de ser extranjera en tu propio país, porque México es, en efecto, el lugar de origen que tú has elegido. En lo personal, a mí me sirve mucho ser extranjera, trabajar siendo extranjera. Lo tomo un poco como carte blanche. ¿Cómo te ha afectado conservar esa mirada ajena, como si la ejercieras, digamos, desde afuera?

TLM: Esa paradoja es un tanto radical: no necesariamente me siento extranjera en mi propio país, sino un tanto dislocada o hiperconsciente.

La mirada ajena de la que hablas sí me parece un punto de vista constante en mi caso: desde afuera, aunque ese “afuera” no sea en realidad un lugar. Pero ya todo empieza a sonar muy abstracto. ¿De qué estamos hablando realmente?

THH: A lo concreto, entonces: ¿qué sigue ahora, qué estás escribiendo?

TLM: Estoy escribiendo una serie de ensayos para algo que se llamará Libro de las explicaciones. Desde hace ya más de un año no escribo poesía… Veremos… Aún no empiezo a angustiarme. Tú qué dices: ¿debo empezar?

THH: Tu pregunta me lleva a otra: ¿cómo escribes poesía? A mí me tiene que llegar algo, no sé bien de dónde, pero últimamente han sido los lugares aislados de naturaleza prístina que me entregan algunas palabras, y a partir de allí me esmero con ellas. Me atrevo a aventurar que en el caso de Muerte en la rúa Augusta, lo que viste en esa calle de Lisboa resultó ser de una fecundidad tremenda: desató una escritura que llegó a abarcar muchas páginas y, además, tu pasado, tus lecturas, tu inventatio. El resultado ha sido un page-turner que se deja leer fluidamente, y que rompe con la noción sacralizadora de que leer poesía es una actividad reservada sólo para los adeptos. Entonces, ¿prefieres esperar a que otro momento de inspiración te vuelque hacia la escritura? ¿O que la musa te encuentre trabajando?

TLM: Creo que el disparador de un poema puede ser casi cualquier cosa; el problema radica, supongo, en la buena o mala disposición de uno; en que uno se encuentre en el lugar y en la hora adecuados, justo a tiempo. Como si fuera una cita.

Pero no sé qué prefiera: quizá meramente volver a escribir un poema, así de sencillo o así de complicado. Me gustaría, claro, algo arrebatador, algo que me hiciera olvidar que estoy escribiendo, pero eso no suele ocurrir. En todo caso, sé que no quiero forzar las cosas; ¿para qué? Imitarme a mí misma es lo que menos me interesa.

THH: Me parece un buen pacto, el de no parodiarse. ¿Lo sellamos ahora con la despedida? Gracias por la entrevista, Tedi. Esperaré ansiosamente Las explicaciones, para que siga la conversación.

TLM: Muy bien. Queda el pacto. Y mil gracias a ti por esta charla.

TanyaHuntingtonTanya Huntington is a contributing writer at Literal. Follow her on Twitter at @TanyaHuntington.


Posted: April 21, 2012 at 11:44 pm

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