From India Ink On Tracing Paper
De Tinta china sobre papel cebolla
Luis Aguilar
Death Certificate
Translated by Lawrence Schimel
Life is consecrated in other things, other things that sing, that sing other things; chained things that enchain other things, like mouths; mouths bound to the vigorous bite of fresh teeth, with buttons like roses; roses like mouths that sing other teeth in the same roses.There is a certain otherness in everything [tree or petal, melted tooth or hungry spotlight: titillating immensity of no one] that is always responsible. .•. To Luis Armenta Malpica, for the illuminations. I was born where I should be, because life, coincidence of the clear eye, increases with the arrival of forcefulness. With the kiss of my first tiny cobblestone I knew that the sound of the gutter was my path: that the disfigurement of that face under the water was no eddy of current, but anticipation of a drought. I saw, suspicious attention, that the name of any poet is a small plot of land where the water is watched, that flight, apparently without return, that makes of desperation a crepe tree. .•. I also wanted to leave. The irises of my eyes barely poured out their terror in a birth of betrayals, I served desires in the bloody fangs of other beasts; my scanty ears slept in the legs of what (I didn’t know) they called love and surpassed beauty. My eyes sought dawns but light was not a singularity, but the uncertain parting of the shadows. Everything was penumbra: habituated conical reflections (limitation of the eye, all immensity, said an earthly god named Eduardo) mocked the truth through illfated shadows; they opened way to uncertainty. In them barbarism sharpened its claws and the midden ignited my passion for the ravine. I cleaned lip and tooth with gourds of shining mud: so much infinity in the pure vehemence of the filth [versus he who scorns, the amorous is a diamond disguised as a beggar]. I grew used to the darkness, grasping darkness; I began to live in concubinage with the shadows of the shadows, which elongates. However, nothing was ever so pristine, growing blind from so much:
Fragment from Eyes Already Ruined / Los ojos ya deshechos, a bilingual edition in press at Libros Medio Siglo, Harlingen, Texas.
Acta de defunción
La vida se consagra en otras cosas, otras cosas que cantan, que cantan otras cosas; cosas encadenadas que encadenan otras, como bocas; bocas atadas al tarasco vigoroso de dientes frescos, con botones como rosas; rosas como bocas que cantan otros dientes en las mismas rosas. Hay cierta otredad en toda cosa [árbol o pétalo, diente fundido o foco hambriento: titilante inmensidad de nadie] que siempre se hace cargo. .•. A Luis Armenta Malpica, por los alumbramientos. Nací donde debía, porque la vida, casualidad de ojo raso, suma al llegar la contundencia. Supe al beso de mi primera guija que el rumor del canalón era mi andancia; que el desfiguro en aquel rostro bajo el agua era no trazo de corriente, sino anticipación de una sequía. Observé, recelosa atención, que el nombre de cualquier poeta es parcela diminuta donde se observa el agua, esa huida, en apariencia sin retorno, que hace de la desesperanza un crespón arborescente. .•. También yo quería irme. Apenas las yemas de mis ojos escanciaban su terror en un parto de traiciones, servía deseos en los colmillos sanguinarios de otras fieras; escasos mis años se acostaban en las piernas de lo que—no sabía—llamaban el amor y superaba a la belleza. Los ojos buscaban albas, pero luz no era unicidad, sino incierta separación de las tinieblas.Todo fue penumbra: cónicos reflejos habituados—limitación del ojo, toda inmensidad,dijo un dios terrenal de nombre Eduardo—burlaban la verdad mediante infaustas sombras; inauguraban paso al desconcierto. En ellos tallaba sus garras la barbarie y el muladar acicateó mi pasión por el barranco. Limpié labio y colmillo con jícaras de fango refulgente: cuánta infinitud en la pureza vehemente del cochambre [frente a quien desdeña, el amoroso es diamante bajo disfraz de pordiosero]. Me acomodé a la oscuridad, atenazadora; inicié un amasiato con las sombras de las sombras, que se alarga. Empero, nunca nada fue tan prístino enceguecer de tanto:
Este fragmento forma parte de Eyes Already Ruined / Los ojos ya deshechos, edición bilingüe de próxima publicación bajo el sello de Libros Medio Siglo, Harlingen, Texas.