El ilusorio “top 10” de Claudia Sheinbaum
Sergio Negrete Cárdenas
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…la destrucción del Poder Judicial y de los organismos autónomos alejarán a inversionistas nacionales y sobre todo extranjeros. El mismo Plan México es una oda al intervencionismo y dirigismo estatal. El crecimiento no se logra con buenos deseos, por decreto o creyendo que el Estado puede ser un gran promotor y socio empresarial.
La presidenta Sheinbaum presentó su primer plan de gobierno enfocado a uno de sus temas favoritos: el nearshoring y la industrialización. Pero no fue un Plan Nacional de Desarrollo Industrial ni tampoco un Plan Sexenal, sino algo más grandilocuente y ambicioso, por lo menos de nombre: nada menos que el Plan México. Entre sus varias metas (un total de 13) la primera parece ambiciosa: que México se coloque en el “top 10” de las economías del mundo.
Como si esa ambición fuese algo extraordinario, algo jamás logrado, Sheinbaum comentó que en 2018, en el cierre del sexenio de Enrique Peña Nieto, la posición del país era la 15, y que con López Obrador había llegado seis años más tarde a la 12. Aspirar a ser la décima parece por ello algo ambicioso pero realizable, una continuación del éxito del obradorismo escalando posiciones. Esa fue la implicación de Sheinbaum, quien no mintió, simplemente regateó la verdad completa. El pretendido logro con el que aspira coronar el fin de su gobierno lo consiguieron José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Vicente Fox, varios de ellos incluso con mejores posiciones.
El espejismo del PIB en dólares
El comparativo global que utiliza la Presidenta es el Producto Interno Bruto en su forma más simple (y simplista): el valor de la producción del país en el año dividido por el tipo de cambio promedio. México es un país grande en el conjunto de las naciones por su población y territorio. Su producción es por ello también grande comparada con muchos otros, lo que no implica que realmente destaque, menos aún que se coloque entre los más ricos. Esa cifra no se ajusta por nada, ni siquiera por el PIB medido en dólares con un poder de compra similar, ya no digamos en términos de PIB por habitante, porque entones la posición deja de ser halagadora. En este último indicador, en 2024 el lugar correspondiente fue el 72 entre 191 economías con estadísticas comparables agrupadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Pero el espejismo con el que el gobierno mexicano busca reflejarse no solo muestra un tamaño artificialmente grande, sino además la imagen se distorsiona con facilidad. El PIB se calcula, por supuesto, en pesos, pero se divide por el tipo de cambio. Lo ideal para expandir la estadística es que haya un crecimiento real y que la paridad se aprecie. Si la economía vale 1,000 y crece 5% en el año, ya llega a 1,050. Pero si el tipo de cambio gana valor y pasa de 20 a 19 por dólar, entonces el PIB correspondiente pasó de 50 dólares a 55.3. Un crecimiento de 5% ha quedado transformado en uno de 10.5%. La economía incluso puede no crecer, o hasta contraerse, y crecer en dólares si hay un fortalecimiento de la moneda nacional.
Que fue exactamente lo que ocurrió en el sexenio de López Obrador. El PIB creció poco, en parte por la pandemia y en parte por sus erradas políticas, pero el peso se fortaleció considerablemente entre fines de 2021 y mediados de 2024. Fue ese factor, únicamente, el que empujó a la economía mexicana a pasar del lugar 14 (no 15 como dijo Sheinbaum) en 2018 al lugar 12 en 2023 y 2024 (en los cuatro años iniciales de AMLO se mantuvo en el 14).
¿Cómo evolucionó la posición de México en años anteriores? La realidad es una muy distinta a la implicada por Sheinbaum. Los datos comparativos del Banco Mundial inician en 1960 y los del Fondo Monetario Internacional en 1980 lo que permite construir una serie con las posiciones correspondientes durante 11 sexenios, de López Mateos a López Obrador, con la excepción del año inicial del sexenio del primero (1959). Por dos décadas México se ubicó prácticamente estático en la posición 15, con un mínimo ascenso en el sexenio echeverrista por la combinación de crecimiento y fortaleza del peso en 1974-1975 (la devaluación de 1976 regresaría al país a la posición 15).
Posición de México en el mundo por PIB en dólares, 1960-2024*
* PIB nominal del año dividido por el tipo de cambio correspondiente. Fuente: Elaborada con datos del Banco Mundial (hasta 1979) y FMI (desde 1980).
El empujón petrolero
Lo que realmente catapultó a México fue el impresionante crecimiento económico en mucho impulsado por el boom petrolero en el sexenio de José López Portillo, además combinado con un peso que se fortaleció a partir de 1977. Para 1981 la moneda nacional estaba fuerte como quizá nunca en la historia moderna, sostenida por un endeudamiento astronómico y la obsesión lopezportillista de que “Presidente que devalúa se devalúa”. Los turistas mexicanos rivalizaban con otros petroleros nuevos ricos, los árabes, en lugares como París y Londres, aparte de que era más barato vacacionar en Nueva York que en Cancún. México entró con todo ese impulso en el “top 10” en 1980 en la novena posición y brincaría a la séptima al año siguiente.
La debacle económica iniciaría en 1982 bajo el peso del déficit público y la deuda. López Portillo no solo tuvo que devaluar el peso, sino hacerlo varias veces, y acabó imponiendo un duro control de cambios. La posición global se desplomaría hasta 10 lugares con De la Madrid, a quien además se le colapsó el precio del crudo (aparte del golpe brutal del temblor de 1985). Un conjunto de factores que llevó a México hasta la posición 17. Con Salinas de Gortari el peso se estabilizó y la economía creció, lo que permitió trepar de nuevo hasta la novena posición. Tras el desplome de 1995 (lo que implicó caer cuatro lugares), Zedillo recuperaría el terreno perdido gracias a un fortísimo crecimiento en 1996-2000 y un peso ya relativamente estable. Vicente Fox tuvo un peso fuerte en 2001-2002 lo que permitió seguir subiendo, llegando hasta la octava posición. A partir de Felipe Calderón se pierde hasta el día de hoy ese “top 10” que quiere lograr (realmente recobrar) Sheinbaum.
Obstáculos insuperables a 2030
¿Lo conseguirá? Sería deseable porque implicaría un crecimiento relativamente elevado en su sexenio. Pero la destrucción del Poder Judicial y de los organismos autónomos alejarán a inversionistas nacionales y sobre todo extranjeros. El mismo Plan México es una oda al intervencionismo y dirigismo estatal. El crecimiento no se logra con buenos deseos, por decreto o creyendo que el Estado puede ser un gran promotor y socio empresarial.
Igualmente es improbable que el peso juegue a favor del gobierno en el sexenio. Se ha debilitado desde que ganó Sheinbaum y la depreciación ha continuado. No ha habido un desplome cambiario pero nada indica que habrá de fortalecerse en el futuro. Las políticas de Sheinbaum no ayudarán, como tampoco lo harán las de Donald Trump desde la Casa Blanca y que impactarán al país por cuatro años. La combinación de bajo crecimiento y peso más débil apuntaría, si acaso, a un debilitamiento inicial en 2025 (México cayendo a la posición 13 o 14) y estancamiento en ella, como se observó entre los sexenios de Calderón y Peña Nieto.
Pero hay otro elemento importante, que es la competencia de otras naciones con un PIB en dólares muy cercano al de México. Son tres: Corea del Sur, Australia y España. En 2024 el lugar 11 era de Corea (Australia ocupaba el 13 y España el 14). Para llegar al deseado “top 10” a México le tendría que ir mejor que a esos tres –y además superar a Brasil. Para ocupar el noveno puesto habría que dejar atrás a Canadá.
El “top 10” es una meta ilusoria de Claudia Sheinbaum. Lo más probable no es una mejora de posición sino una caída. Lo único que queda por desear es que el llamado “Plan México” sea más realista en sus otros objetivos.
Sergio Negrete Cárdenas. Profesor de Tiempo Completo en la Escuela de Negocios del ITESO. Trabajó en el Fondo Monetario Internacional. Profesor en varias universidades de España y México, destacadamente la Universidad Pompeu Fabra y la Escuela Superior de Comercio Internacional, en Barcelona, la UNAM y la Escuela de Periodismo Carlos Septién en la Ciudad de México. Doctor en Economía y Maestría en Economía Internacional por la Universidad de Essex. Diplomado en Política Exterior de Estados Unidos por la Universidad de Maryland. Licenciado en Economía por el ITAM y en Ciencias de la Comunicación por la UNAM. Twitter: @econokafka
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Posted: January 28, 2025 at 8:31 pm