Sexo cibernético
Pedro M. Domene
Vicente Luis Mora,
Alba Croom,
Seix-Barral, Barcelona, 2010.
Desde hace años, Vicente Luis Mora (Córdoba, España, 1970), manifiesta una firme actitud crítica entre la literatura y algunas otras variantes de la cultura. Ensaya contenidos que presuponen una valoración distinta del tiempo para diseñar textos visuales que conforman una visión literaria nueva, o un arte discursivo diferente, conceptos complementarios a la plasticidad artística y el diseño, incluso enfoques fotográfi cos que irían más allá de las páginas impresas al uso, variaciones, en suma, de un libro conceptual. Es así como el escritor cordobés iniciaba su proyecto más ambicioso, Circular (2003 y 2007), textos en los que ponía de manifi esto una singular capacidad heterogénea de la expresión literaria, una propensión a la metamorfosis que convertían sus historias en una compleja estructura discursiva, paralela a la realidad de la escritura misma. Este círculo textual, o libro en marcha, supuso la acotación de esas sucesivas etapas literarias que venía realizando desde finales de los noventa y que, de alguna manera, se concretarían en los híbridos literarios y ensayísticos entregados hasta ese momento. Defensor de un concepto literario pangeico, cuya acción comunicativa proporciona nuevas realidades digitales y virtuales, con una absoluta capacidad para una asimilación convencida y profunda de los medios de comunicación de masas que, en la actualidad incluirían internet y sus herramientas más variadas: chat, facebook, twitter, twenty, además de los aspectos visuales más avanzados que rompen y ensanchan una narración tradicional, como ya se venía vislumbrando desde la aparición de los ismos o, incluso, en algunos de los aspectos de la poesía visual en estas últimas décadas.
Alba Cromm (2010), la nueva novela de Mora, imita un argumento convencional, porque, en realidad, puede leerse como una novela de suspense, un thriller que indaga en los procesos sociales que nos convierten en sospechosos o en perseguidores en mitad de un mundo incapaz de proteger a los más débiles: los niños, esto es, la pederastia en la red. La heroína Alba Cromm, subcomisaria de la Policía Nacional, miembro de la Brigada de Investigación Tecnológica, es una joven huraña y esquiva, que persigue, desde el complejo mundo de la informática, a los seductores de inocentes niños que se dejan embaucar por las redes sociales que envuelven a una sociedad anónima y delictiva. Hasta aquí lo convencional, lo original se percibe ya en la primera página donde se reproduce la portada de la revista «Upman», con el sugerente subtítulo, «La revista para el hombre de verdad», número que anuncia el especial dedicado a Alba Cromm y sus éxitos más recientes sobre pederastia. Mora cuenta como a partir de este curioso hilo argumental: el dossier Alba Cromm, se desarrolla el resto del relato, cuando la revista le encarga al periodista español más prestigioso del momento, Luis Ramírez, ganador del Premio Pulitzer, la reconstrucción de los hechos a través de los materiales más diversos que darán lugar a la historia: los diarios de la protagonista, los post en su blog, las notas de Martínez Cerva, los diarios de la psicóloga y amiga, Elena Cortés, informes de la Policía Nacional, transcripciones de los numerosos chats y los diferentes blogs, y algunos de los emails que Alba cruza con Nemo, y otros del hacker pederasta buscado, además de fuentes periodísticas y conversaciones convencionales de los principales personajes de la historia. Ambientada en un futuro cercano, con datos y fechas de una inmediatez creíble, la disposición de las imágenes, incluso el personaje, de una complejidad psicológica decimonónica, se abre a una historia desarrollada en el mundo cibernético del siglo XXI y muestra, además, esa visual textura que caracteriza al mundo del cómic. Lo mejor de esta novela, sin lugar a dudas, su propuesta como medio de comunicación; y, por supuesto, la ética de Vicente Luis Mora, capaz de posicionarse valientemente frente a los problemas que asolan nuestro tiempo.
Posted: April 22, 2012 at 1:43 am