Sobre los elefantes
Bruno Ríos
Para Sergio Loo,
estrella fugaz.
No sé cómo amar
a las golondrinas,
escribió un amigo
sobre los elefantes,
debajo de un árbol
cuando los árboles ya estaban
bichis, sorbiéndose en un aire
denso, afuera.
Debajo, pues,
de los naranjos.
porque no entiendo
sus patrones de vuelo,
ni los sonidos tan tristes
de cuando mi madre las oía,
sólo su ausencia ahora,
la de las orejas gigantes
y las alas truncas
No escribió nada más, después,
sobre los animales que ya no existen,
pero que rondan, todavía, más allá,
en el monte.
Deja de llevar leña al monte,
me dijo.
Y bebió hasta morirse,
tupidito de cáncer,
con los elefantes blancos
en una sala común y corriente,
como la mía.
Como ayer
A Jean Portante
No se puede caminar el mundo como ayer,
como si el mundo se hubiese creado de un día para
otro: quiero decir: lo que antes de niños
no nos tocaba, sorprende sobre las arenas
que descubren
los pantalones rotos de las muchachas.
No se puede tampoco incendiar las palapas;
quiero decir: culpar a los hombres por sus deseos
del fuego, la carne,
quiero decir: la sangre.
No se puede comer alimentos de origen:
-quiero decir- con rostros,
y la lengua se salvó de milagro
quiero decir: que no es posible nombrar
las lenguas muertas,
ni sus hembras, o lamentos.
Quiero decir: hay que cambiar la forma:
las formas, dijeron,
las arboledas de esos caminos tan míos
quiero decir: los zopilotes
que se comieron a nuestros muertos;
quiero: unos ojos nuevos,
volver a ver.
*Estos poemas pertenecen al libro Cueva de leones, 2014 (inédito)
Posted: January 16, 2015 at 7:02 am