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ULISES I

ULISES I

Fernando Castro

El espacio en el arte / el arte en el espacio  (unos cuantos hitos para Guinness)

In memoriam Laika, el primer ser vivo en el espacio (Sputnik, 1957)

I’m doing things that haven’t got a name yet (Wild Tyme, After Bathing at Baxter’s. Jefferson Airplane)

Según entiendo la cosa comenzó más o menos así. Al entrar en las vicisitudes de la edad madura, Juan José Díaz Infante se planteó el siguiente dilema: “O compro un Cadillac convertible color marfil o lanzo un satélite al espacio. Cara o sello”. Y le tocó lo último. Acto seguido, convocó a algunos amigos artistas que le vinieron a la mente y les propuso poner en órbita un satélite con forma y tamaño de una lata de cerveza que transmitiera una ópera, una sinfonía, un poema, et al, desde el espacio.1 Como sus amigos ya lo conocen, unos le hicieron caso; otros no.

Para nosotros (nosotros = Teresa Bordona y yo), responder fue fácil. ¿Cómo le podíamos decir “no” a quien había recitado poesía a los nómadas mongoles del desierto de Gobi? ¿Cómo decirle “paso” a quien había sido cómplice de una de las exhibiciones más osadas, anárquicas y libres jamás hechas: El Arte del Riesgo / El Riesgo del Arte?2

—El satélite se llamará “Ulises”— nos aclaró Juan José vía Skype.— Como Ulises Carrión, el artista experimental mexicano; como la novela de James Joyce; como el nombre latino del personaje de Homero.3

En el Encuentro de Ciencias y Arte en México (ECAM) del 2009 Juan José Díaz Infante ya reflexionaba que “la Edad de Piedra no terminó por falta de piedras”. ¿Qué es lo que nos lleva de un paradigma cultural o tecnológico al siguiente? ¿De colgar lienzos en las paredes a irradiar música desde el espacio? Uno de los ponentes de ese evento expresó la idea de que la creatividad en circunstancias de incertidumbre no es simplemente una virtud adicional, sino un factor esencial. Proponer una idea creativa es, entonces, desmenuzar la incertidumbre. ECAM aportó el ímpetu conceptual al proyecto Ulises I.4 De tal manera que cuando JJ hizo la convocatoria a fines del año 2010 —recién terminado el campeonato mundial de futbol de Sudáfrica en el que España resultó campeón— las ideas de cooperación artística y de dejar de lado la piedra, ya estaban en su mente. Ese mundial marcó el triunfo del futbol de equipo, cerebral y artístico frente al futbol rudo, lineal y semi-azaroso. Estoy seguro que JJ tramó Ulises I entre partidos del mundial. De hecho el tema original de Ulises I iba a ser el futbol. Así lo admitió JJ en su conferencia en Londres en octubre del 2011.5 Nosotros mismos tomamos esa pauta al escribir un poema épico a ese deporte que se ha convertido en lingua franca para casi todos los habitantes de la Tierra. Se puede llegar a cualquier aldea de Bolivia, de Nepal, de Costa de Marfil, o de Bélgica, poner un balón en el suelo y todos saben a qué estamos jugando. Pensé que ése iba a ser el punto central: llevar un mensaje de comunidad a todo el mundo con la moneda compartida del futbol.

Mas la convocatoria de JJ tenía también un corolario de libertad; era una excusa para crear algo, para dejar una marca exquisita, para tramar notas musicales, para registrar sonidos, imágenes o versos en un medio digital. ¿Qué exactamente? Una partitura, un paisaje, un grito de gol; no importa. Lo que importa es que a México se le identifique por algo que no sea narcotráfico, violencia o corrupción. Enviar un vehículo de arte al territorio impoluto6 del espacio y que éste devolviera al mundo un mensaje —aunque sea “Daisy, Daisy, I’m half crazy, all for the love of you”.7 Parafraseando al conferencista arriba citado: la creatividad y la audacia son indispensables en los momentos de caos e incertidumbre como los que vivía México en el 2010 y sigue viviendo hoy. El de JJ era un llamado a que todos fuéramos no sólo lo que somos, sino aquello que podemos alcanzar.

No todos los artistas son aficionados al futbol, por lo que cada uno de los llamados llevó el agua a su molino. Teresa Bordona, por ejemplo, no es muy aficionada al futbol sino al ballet, pero nosotros sí nos ceñimos al tema. Me hice de una extensa bibliografía sobre el futbol porque pensé que el momento exigía no sólo ser aficionados, en el sentido taurino, sino también expertos. Elegí algunos momentos del futbol que he vivido y otros sobre los cuales he leído. Escribimos un poema colaborativo al que se le podría llamar “La Esfera” si no fuera porque en realidad ése es el título de un largo título que tiene 150 versos, en tanto que el poema “verdadero” consta de dos haikus de 6 versos. La diseñadora gráfica Aurora Liébana, siguiendo nuestra idea de distribuir los versos sobre una estructura esférica buckminsterfulleriana, nos diseñó un “libro” en forma de pelota de futbol que se puede desplegar plano o armar tridimensionalmente. Desplegado, el libro tiene apariencia de constelación estelar. Un par de nuestros versos fueron inscritos en la piel del satélite Ulises I. Son los primeros versos en español (y probablemente en cualquier idioma) en llegar materialmente a la estratósfera, y eventualmente, a una órbita polar en el espacio.

Asimismo, el propio satélite Ulises I será el primer objeto de arte en órbita; si y sólo si, se lo permiten. Esa es la odisea que en el 2010 era tan sólo una utopía perfecta, y que luego se fue haciendo más virtual, hasta que su virtualidad se fue metamorfoseando en la realidad que fue labrando para sí.8 Igual que en el poema homérico, el viaje de Ulises I (el proceso de su actualización) se fue tornando en el objeto de arte que es La Odisea. Cada episodio, cada percance, cada instancia de polémica o celebración, se fue coagulando con el objeto material. En sus primeros estadios, JJ manifestó, “La experiencia de estarlo haciendo comenzaba a rebasar la emoción de hacerlo. Ya ni siquiera importaba lanzar el satélite. Lo importante era ver el mundo de otra manera”.

Los artistas que creyeron en el proyecto de Ulises I acordaron formar un equipo llamado “Colectivo Espacial Mexicano” (CEM). Juan José lo ha descrito como “un grupo de auto-defensa inteligente” pues había que defenderse del escepticismo de los insensatos. Formaron parte de este equipo Cabezas de Cera (grupo de Rock), Arturo Márquez (compositor), Hugo Solís (artista electrónico), Omar Gasca (poeta y compositor), Juan Galindo (ingeniero del departamento de robótica del centro multimedia del CENART), Julio Zaldívar (ingeniero del departamento de robótica del centro multimedia del CENART), Teresa Bordona (poeta y artista de muñecas) y Fernando Castro (fotógrafo y filósofo). Para éstos dos últimos (nosotros), un problema a superar fue el de los pasaportes. La siempre atenta burocracia podría haber objetado, “Pero este señor y esta señora no son…” Es cierto, ni Teresa ni yo somos mexicanos de nacimiento mas sí por aclamación. Superamos el moderno mito de la nacionalidad gracias a trescientos millones de estadounidenses, incluyendo a Donald Trump, que no pueden estar equivocados: somos mexicanos. Madrid está al noreste de Veracruz; y Lima, al sur de Monterrey. Para citar la proclamación supra-nacionalista de JJ, nuestro comandante y jefe de la misión Ulises I: “Si no nos hubiésemos independizado de España, seríamos campeones mundiales”.9

Poema colaborativo de Fernando Castro y Teresa Bordona desplegado en la maqueta diseñada por Aurora Liébana.

Poema colaborativo de Fernando Castro y Teresa Bordona
desplegado en la maqueta diseñada por Aurora Liébana.

A comienzos del 2011 JJ se topó con un artículo de Scientific American,Citizen Satellites: Sending Experiments into Orbit Affordably” (Feb 8, 2011), que le hizo creer en la viabilidad de poner en órbita a Ulises I. Dijo JJ, “La cosa parecía sencilla: compras tus piezas para armar un satélite, y te lo haces”. Hizo una llamada telefónica a la compañía Interorbital Systems Corporation (IOS) en el desierto de Mojave, California: “Hello, I need to launch a satellite. Can you help me?” En un santiamén, JJ ya estaba camino a las instalaciones de la compañía en medio del famoso desierto. El Mojave es conocido por varios hitos: Death Valley, el lugar más bajo del continente americano; las fallas geológicas de San Andrés y Garlock; y el termómetro más grande del mundo (40 m de altura). IOS es otro de esos hitos: una compañía privada de fabricación de satélites y lanzamientos de cohetes al espacio. Después de negociar con Randa Milliron uno de los CEO de IOS, JJ logró adquirir un espacio para Ulises I en su primer payload al espacio. Si uno visita el website de la compañía, puede hallar en el manifiesto de lanzamientos a Ulises I, entre los satélites que han de ser puestos en órbita el año 2016.10 Se proyecta que el cohete que lo logrará, despegará desde la isla de Tonga, en el Pacífico sur.

Regresando de Mojave, JJ buscó las piezas en Internet y las pagó con su tarjeta VISA. Al cabo de un par de transacciones se enteró que su tarjeta había sido suspendida. Razón: estar comprando piezas de satélite desde un país donde no se hacen satélites. Al no ser ni universidad ni instituto de investigación, de pronto el Colectivo Espacial Mexicano aparecía como una entidad sospechosa. La operadora de VISA le informó, “Your card has been suspended for suspicious behavior”. Solución: aclarar el punto con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos primero; y con VISA después. JJ reflexionó, “Lo que Neil Armstrong quiso decir en la luna fue ‘a big leap for just a few members of mankind’. En el Pentágono hay un documento con el manifiesto de vuelo de Ulises I. Su misión: poesía. “Juro, bajo protesta de decir la verdad, que no exportaré poesía a ningún país enemigo de los Estados Unidos”. El Departamento de Defensa concedió nuestra licencia de exportación de tecnología. A big leap for poetry .

Primer dibujo de Ulises I de Edgar Cano (2011)

Primer dibujo de Ulises I de Edgar Cano (2011)

Armado de estas nuevas credenciales, información y dirección, JJ decidió dar una conferencia piloto sobre Ulises I en el Festival Internacional de la Imagen en Manizales, Colombia. Para ese evento, ya JJ había encargado a Edgar Cano el primer dibujo de Ulises I —al estilo de los dibujos visionarios de Leonardo Da Vinci. Luego se armó una maqueta. Entusiasmado por la buena recepción de su ponencia ante el público colombiano, a fines de abril del 2011, a través de sus conexiones del ECAM, JJ fue invitado al Coloquio Future Exploration en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Él lo describe como “su momento Kubrick” —frase que muchas veces ha tenido que explicar a audiencias de jóvenes estudiantes que aún no habían nacido en 1968, cuando 2001, Odisea del Espacio aludía a un futuro próximo.

En un baño de caballeros del MIT JJ conoció al astronauta Buzz Aldrin, el segundo hombre en poner pié en la luna, pero no se pudieron dar la mano porque ambos la tenían ocupada. No obstante, entre propulsión y chorro, sí le contó a Aldrin sobre el satélite Ulises I. Es más, en el salón de Baker House compartió con los especialistas de MIT la maqueta del proyecto y explicó sus diseños y planes mediante su laptop.

MIT, 2011. De izquierda a derecha: Diana Cabeza (Diseñadora industrial, Argentina), George Hampton (Arquitecto, Argentina), Guillermo Trotti (Arquitecto espacial, Argentina y USA), Buzz Aldrin (Astronauta, segundo hombre en pisar la Luna), Mrs. Aldrin (Hoy, ex-Mrs. Aldrin), Dava Newman (Profesora de MIT y hoy Deputy Administrator of NASA), Juan José Díaz Infante, Michael Massimino (Astronauta responsable de reparaciones del Telescopio Hubble).

MIT, 2011. De izquierda a derecha: Diana Cabeza (Diseñadora industrial, Argentina), George Hampton (Arquitecto, Argentina), Guillermo Trotti (Arquitecto espacial, Argentina y USA), Buzz Aldrin (Astronauta, segundo hombre en pisar la Luna), Mrs. Aldrin (Hoy, ex-Mrs. Aldrin), Dava Newman (Profesora de MIT y hoy Deputy Administrator of NASA), Juan José Díaz Infante, Michael Massimino (Astronauta responsable de reparaciones del Telescopio Hubble).

Baker House, MIT, 2011. Tres de los participantes del Coloquio Future Exploration frente al proyecto del satélite artístico Ulises I. De izquierda a derecha, los dos primeros son profesores quizá del MIT. El tercero en Josh Simpson, artista de vidrio que hace mundos para enterrarlos, dos por mes (su esposa es la astronauta, Catherine Coleman).

Baker House, MIT, 2011. Tres de los participantes del Coloquio Future Exploration frente al proyecto del satélite artístico Ulises I. De izquierda a derecha, los dos primeros son profesores quizá del MIT. El tercero en Josh Simpson, artista de vidrio que hace mundos para enterrarlos, dos por mes (su esposa es la astronauta, Catherine Coleman).

—Haber colado al Ulises en el simposio sobre exploración en MIT fue pura suerte ya que el proyecto tenía sólo unas semanas de estarse gestando. Fue una cortesía a la idea y a la ingenuidad. La única aportación en ese momento de Ulises I a la exposición fue el concepto de “progresión poética”. Ese fue el punto de discusión, no tenía que ver con que fuera un satélite, sino el uso del espacio para un nuevo discurso— explicó JJ. —Una cosa es decir “voy a lanzar un satélite al espacio” en México donde la reacción suele ser “¿lo dices de manera figurada, no?” y otra cosa es decirlo en MIT donde la respuesta es “Bienvenido al club de los que lanzan cohetes al espacio”.

Esa progresión poética que menciona JJ entiende la poesía como poïesis (del griego clásico: ποίησις), etimológicamente derivado del vocablo ποιέω, que quiere decir “hacer”. Esta palabra, la raíz de nuestra moderna palabra “poesía”, fue primero un verbo, una acción que transforma y sostiene al mundo. La idea de poïesis inspiró el proyecto de Ulises I desde sus inicios.

El lema de MIT es Mens et Manus (mente y mano), el cual interpretamos como pensar y hacer. Fue fundado en 1861 como respuesta al avance de la industrialización en los Estados Unidos y con el propósito de liderar en los avances tecnológicos y científicos de una sociedad moderna. Rosalind Williams, uno de los ponentes del coloquio sobre exploración, habló de Julio Verne y como su imaginación artística había guiado la empresa científica y tecnológica.11 Coincidentemente ese coloquio celebraba los 150 años de la fundación de MIT y también 145 años de la publicación de la novela de Julio Verne De la tierra a la luna. Para JJ esa ponencia fue una confirmación de la necesidad de llevar a su culminación post-utópica el proyecto de Ulises I. Después del coloquio su manera de ver el proyecto cambió de una utopía sin topos a una búsqueda del mejor lugar y manera de hacerlo realidad. A fines de junio de ese año se terminaron las pruebas de programación del chip que iría dentro del satélite en el Centro Multimedia del Centro Nacional de las Artes.

Al principio, el proyecto Ulises I, formó parte de los festivales PLAY!, que JJ organizaba desde la Fonoteca Nacional, cuyo cuartel general en Coyoacán es la antigua casa de Octavio Paz. Allí, con auspicio de CONACULTA, se hizo la primera presentación de la obra del CEM el 23 de junio del 2011. El nombre del festival “play” en inglés tiene muchas más acepciones que sus equivalentes en español “juego” o “jugar”. Además de aludir al ámbito lúdico en sentido estricto, “play” se refiere a una obra teatral como las que escribía Shakespeare. Su otra acepción histriónica es “play Hamlet” (hacer el papel de Hamlet). “Play” es también lo que se hace con un instrumento musical cuando se lo usa correctamente.12 Otra acepción de “Play” es “jugada” como en “play by play.” Tampoco podemos olvidar el contexto deportivo como “play football” (jugar futbol) y “play-off game” (jugar una final). Finalmente, el sentido primario de “play” describe lo que hacía Marcel Duchamp cuando jugaba al ajedrez: algo más serio que la mera diversión.

En septiembre del 2011, la exhibición se mudó de la Fonoteca Nacional a la Galería Epson de México. Ya Ulises I gozaba de toda la latitud que le otorgaba el “fair play” de PLAY! Es más, el proyecto se fue convirtiendo en una “obra proceso”, play-by-play. Su promesa era poderse “tocar” (play) en el espacio como se toca un instrumento musical o un disco de vinilo. Un gran entusiasmo congregaba al equipo de CEM alrededor del proyecto utópico de Ulises.

Pese al escepticismo que lo rodeaba, incluso de parte de algunos de sus allegados, JJ emprendió la odisea de poner al satélite en órbita. El CEM hizo suyo el lema “fallar no es una opción”. En el 2011, JJ fue invitado a Londres al evento Kosmika en las oficinas de Arts Catalyst, la organización más importante a nivel mundial dedicada a la curaduría e investigación de artistas que trabajan en el espacio. Este evento es un simposio de artistas, ingenieros del espacio, astrónomos, músicos y cualquier otra persona de cualquier parte del mundo interesada en explorar y compartir el espacio de manera audaz y original. Quedó claro en la ponencia de JJ en Kosmika que el equipo del Colectivo Espacial Mexicano ya había sufrido algunas disensiones.13 JJ logró apaciguar algunas. También quedó claro que la construcción de no uno, sino varios nano-satélites tipo TubeSat ya había comenzado y que se los había empezado a poner a prueba. Según JJ, “en mayo del 2011 llegaron las piezas del satélite y el equipo del CEM se puso a armarlo. Hubo un baby shower”. El costo de poner un TubeSat abordo de un cohete y enviarlo al espacio también ya tenía un estimado, y JJ barajaba varias opciones de compañías privadas en los Estados Unidos, Japón, etc., que pudieran llevar a Ulises I al espacio. Las cifras bordeaban los US$100,000 a US$150,000.

En el 2011 también se había llevado a Ulises I al International Symposium of Electronic Arts (ISEA) en Estambul. Debo mencionar que ISEA es el evento de arte electrónico más importante del mundo, y que cada año tiene sedes distintas. JJ aclaró que su participación en Estambul fue “básicamente para promover el siguiente ISEA en Albuquerque. Esta fue la manera de coordinar más fuertemente nuestra presencia en el Foro Latinoamericano de ISEA en Albuquerque”.

En marzo del 2012, JJ fue invitado otra vez a Kosmica —esta vez en París. En esa ocasión, el evento se enfocó en el trabajo de los diferentes miembros. JJ fue como gestor y ponente del proyecto “Ulises I, Colectivo Espacial Mexicano” descrito como “un grupo de artistas que construyen un satélite y lo lanzan al espacio, luego de lo cual aquél emitirá una serie de experimentos artísticos, convirtiendo al satélite mismo en instrumento musical”. En este evento JJ también fue aceptado como miembro del IAF (Federación Internacional Aeronáutica) y de su sub-organización, ITACCUS, presidida por el director de la revista Leonardo, Roger Malina.14

La primera vez que Ulises I fue mostrado en México fuera de un contexto artístico y dentro de uno científico y tecnológico fue en el Museo Tecnológico (MUTEC) de la comisión Federal de Electricidad en 2012. Anteriormente las exhibiciones en México habían sido en espacios de arte, mientras que en el extranjero habían ocurrido en contextos tecnológicos. JJ, recuerda, “Nos dimos cuenta que a cada momento los discursos del proyecto eran distintos. En MIT fue una aportación conceptual al sentido de la exploración; en Kosmika fue el diálogo entre ciencia y arte en un diario de viaje; en la Fonoteca y Epson fue una lluvia de ideas; en Ecuador fue un discurso de forma de gestión; en ITACCUS fue un discurso político; en Campus Party de Zapopan fue un fenómeno social”. La exposición en MUTEC duró tres meses y fue visitada por más de 30,000 personas.

El International Symposium of Electronics Arts se hizo por fin en Albuquerque, New Mexico ese mismo año. La exhibición de Ulises I estuvo en el Balloon Museum varios meses. Fue parte del famoso festival de los globos y de las deliberaciones durante ISEA. El Balloon Museum organiza cada octubre el evento de globos aerostáticos más grande del mundo. Veinte mil visitantes acuden a verlo cada fin de semana. Hubo algo profético en la coincidencia de globos y Ulises I.

En Paris, JJ había tenido ocasión de conocer personalmente a Gerard Auvray, ingeniero aeronáutico francés que arma satélites en su desván parisino.15 Ambos se habían comunicado por email desde fines del 2010. Auvray es el co-creador del formato TubeSat y fue quien proporcionó los planos del TubeSat para Ulises I y Ulises 2. Gerard se tornó en uno de los asesores más importantes del Colectivo Espacial Mexicano. Incluso fue a México en el 2013 para dictar un taller sobre nano-satélites. Ese taller esclareció las frecuencias a usar, cómo solicitar los permisos de la UIT, detalles precisos de bases terrestres, y el criterio de electrónica a usarse a 300 km de altura. Este conocimiento seguramente impulsará a toda una generación de constructores mexicanos de satélites.

Gerard Auvray y Juan José Díaz Infante en el taller/desván de París.

Gerard Auvray y Juan José Díaz Infante en el taller/desván de París.

 Gerard Auvray en el primer encuentro de nano-satélites, Centro de Cultura Digital (2013)


Gerard Auvray en el primer encuentro de nano-satélites, Centro de Cultura Digital (2013)

Gerard Auvray en el primer encuentro de nano-satélites, México (2013)

Gerard Auvray en el primer encuentro de nano-satélites, México (2013)

El primer prototipo funcional del satélite Ulises I quedó armado en abril del 2012. Durante los tres meses que se sucedieron se le sometió a pruebas de presión, vibración y temperatura. Entre diciembre del 2012 a mayo del 2013, los artistas de CEM formaron un equipo interdisciplinario con expertos de tecnología espacial de la Facultad de Ingeniería en la Universidad Nacional Autónoma de México; específicamente con la Unidad de Alta Tecnología (antes CAT ahora UAT). Recibieron un subsidio del Consejo de Tecnología para comenzar el Ulises 2, un satélite fotógrafo. De pronto, Ulises I se instalaba en el mundo académico como un modelo de cooperación interdisciplinaria. El escepticismo con el que se había recibido el proyecto al principio, se iba desvaneciendo.

Juan José Díaz Infante con el prototipo de Ulises I

Juan José Díaz Infante con el prototipo de Ulises I

En febrero del 2013 JJ dio una conferencia ante una comunidad de académicos y estudiantes de Arizona State University; específicamente en el área de estudios interdisciplinarios de arte, medios e ingeniería del Institute for Science and Imagination. El profesor Edward Finn se interesó en publicar un libro, tipo diario o memoria, del proyecto Ulises I. Al año siguiente JJ se reunió nuevamente con Finn para entregarle un update de lo ocurrido. Se tiene planeado terminar el libro a fines del 2016.

En el 2013 Kosmika llegó a México. Se organizó el coloquio en el Laboratorio Arte Alameda. El CEM realizó un performance usando satélites como partituras. Se siguieron varios eventos internacionales que mostraban la diversidad conceptual del proyecto Ulises I. En el CentroCentro de Madrid, España, se exhibió a Ulises I en una muestra colectiva de artistas que especulaban sobre la ciudad del futuro. “En una tal ciudad”, proponía JJ, “el espacio extra-terrestre será un espacio cultural”.

Del otoño del 2013 al invierno de 2014 fue un tiempo particularmente aleccionador. Los pormenores técnicos y pecuniarios de la empresa de poner a Ulises I en órbita polar habían quedado claros. Según JJ, “Desde su inicio en diciembre del 2010, Ulises I estaba completamente pagado; ya que se hizo una compra formal a Interorbital Systems de un programa de lanzamiento, de planos y espacio en un cohete. Sin embargo las fechas de lanzamiento se comenzaban a cambiar debido a retrasos en el programa de trabajo de Interorbital Systems. Esto nos llevó a replantear el proyecto y generar un segundo manifiesto de vuelo. Situación que obligó a tomar algunos pasos aceptando compromisos y promesas de palabra. Nos quedamos fuera de nuestra zona de comfort y tuvimos que salir a buscar apoyo de “desconocidos” en un gran plan B. Se escribieron propuestas de invitación a la Agencia Espacial Mexicana, CONACYT, Secretaría de Educación Pública de Puebla, UNAM, y al Gobierno de Jalisco”.

Durante dos años surgieron patrocinadores inesperados y otros desaparecieron. Cuenta JJ que a la Escuela de Samurais de México le interesó apoyar el proyecto de lanzamiento de Ulises I al espacio. Raúl, hermano del Samurai Sensei Ryu Shinzo, quería firmar un cheque, en ese instante, de 150 mil euros. Pero su contador, un viejito de traje café, acariciando las cenizas de un Marlboro, le dijo: “imposible, ninguna de nuestras empresas que se dedican al software y a exportar rosas meditadas puede firmar un cheque por un lanzamiento espacial. Ese crimen se llama, inconsistencia fiscal”. Ya no fue sorpresa cuando otro auspiciador ofreció una donación que luego retiró con estas palabras, “Estimado Juan José… el dinero que te habíamos prometido no te lo vamos a poder dar porque hubo un recorte de presupuesto y hay que pagar el poder traer a Herbie Hancock, quien trae un concierto de Jazz con arreglos de los Beatles… Puedes intentar hablarle al doctor, pero no te va a tomar la llamada, lo consultó con Sergio y no siente que tu proyecto sea posible…”16

Ulises I llegó a su estadio final el 11 de febrero del 2014 con la colaboración del INAOE, Puebla. En octubre del 2014, la revista Mediatelcom informó que “El lanzamiento está previsto para el 1ro de febrero de 2015. Será enviado a la Estación Espacial Internacional (EEI, o ISS por sus siglas en inglés) mediante un cohete de suministro de la Agencia Espacial Japonesa (JAXA). Una vez arriba, tendrá que esperar su turno para ser puesto en órbita y comenzar la transmisión hacia estaciones centrales en México, Brasil, Chile, Colombia y Francia”.17 ¿Cómo tomar esta noticia: exageración periodística o literatura mágico-maravillosa? El 1ro de enero del 2015 llegó y pasó. ¿Qué pasó?18

Curiosamente, en el extranjero el proyecto Ulises I tendía a expandirse hacia el futuro, hacia lo visionario, hacia la vanguardia, hacia lo global; y a confinarse a lo local y anecdótico en el propio país que lo generó. En el 2015 El Cervantino escogió el tema de ciencia y arte. Ulises I tuvo allí una micro-exposición en un stand, una conferencia y un taller para niños. Era como si el público mexicano creyera menos en el proyecto por ser mexicano; mientras que en el extranjero causaba entusiasmo y admiración por ser lo que era: una hazaña que se atrevían a realizar los mexicanos. “¡Se nos están adelantando!” era la reacción habitual de los agentes culturales de muchos países al saber del proyecto.

El penúltimo episodio de Ulises I ocurrió en el otoño del 2015 en la azotea del edificio principal de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara durante un día soleado con frescos vientos. El equipo multidisciplinario de artistas, científicos e ingenieros a cargo del proyecto ATON-Ulises se reunió allí con gran entusiasmo y algarabía para presenciar el lanzamiento de prueba hasta la estratósfera de Ulises I mediante un globo meteorológico. Si el anuncio de prensa hubiera sido “Un equipo de poetas franceses lanzará un satélite a la estratósfera durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara”, probablemente el público asistente habría sido diez veces mayor. Además de algunos miembros de la prensa, estuvieron presentes representantes de las entidades que habían abordado el proyecto. Por un lado, CEM, los gestores originales; por otro, la UNAM, que lo adoptó; y el INAOE (Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica), que lo terminó. Quizá hubo más nómadas mongoles en el desierto del Gobi cuando Juan José les recitó poesía.19

Los vientos briosos se avivaron al momento de inflar el globo. Había que decidir la presión del gas helio dentro del globo para determinar la velocidad de ascenso. Se temía que el viento arrastrara el globo hacia los edificios de la zona. A último minuto, un Poema Polizón de Miguel Maldonado escrito en un papelito arrugado se había atado al hilo que sujetaba el satélite al globo. Cuando el globo despegó, los presentes corearon su ascenso como si se tratara de un gol de su equipo dilecto. Los globos meteorológicos pueden alcanzar una altura de hasta 40 km o más, dependiendo de la disminución de las presiones que causan que el látex del globo se expanda hasta tal punto (por lo general por un factor de 100:1) que se desintegra. El globo de esta misión se elevó hasta una altura de 30 kilómetros. La radiosonda transmitió por 90 minutos y luego se perdió contacto con él. Dejó de escucharse su “blip” en la estación de rastreo. Aparentemente, el breve vuelo de prueba de Ulises I y la pérdida consecuente del satélite tuvo que ver con que ese proverbial hilo no fue lo suficientemente largo. Se conjetura que al explotar el globo a gran altura, éste envolvió el paracaídas que habría tenido que devolver a Ulises a su tierra. Ulises cayó como Icaro; no se supo dónde. Nadie lo escuchó ni lo vio caer. Por lo menos en este viaje, el viajero errante no pudo volver ni a Ítaca, ni a Penélope. Resultó profético el haikú de Teresa Bordona con el cual concluye “La esfera” y que a manera de oráculo habló:

tejiendo ruidos
Penélope escucha
sonidos de gol

La esfera, en este caso no fue un balón de futbol, ni la Tierra, sino un globo meteorológico que explotó en la estratósfera al expandirse más allá de su máxima elasticidad.

El samurai mexicano Sensei Ryu Shinzo, hermano de Raúl, dijo alguna vez, “La magnificencia del universo da sentido a tu oscuridad”. Pero el universo no es oscuro; tiene color. Los astrofísicos han concluido —después de calcular la sumatoria de toda la luz emitida por las galaxias— que si se pudiera tomar al universo entero en una mano como si fuera una manzana para inspeccionar su color, éste no sería oscuro como muchos piensan, sino que sería de un color al que han llamado “Cosmic Latte”. El conteo regresivo para el lanzamiento de Ulises I desde la isla de Tonga hacia una órbita polar ya ha empezado. Sobrellevemos la espera sorbiendo un latte del color del espacio sideral, un espacio hospitalario para el arte.

LAS OBRAS QUE SERAN TRANSMITIDAS DESDE EL ULISES I

He aquí las obras que Ulises I ha de transmitir en 436.5 MGHz desde el espacio en su órbita polar a 300 Km de altura. El satélite pasará sobre México por 10 minutos tres veces al día.

La primera será la obra Para Ulises de Omar Gasca y Ramses Luna. Para Ulises consiste en una pieza de voz y otra sonora. La voz está a cargo de Luna. El título alude, por un lado, a “Par Elise” la conocida composición para piano de Ludwig Van Beethoven que estuvo perdida por muchos años. “Für Elise” fue publicada 40 años después de su muerte; con ninguna certeza de que la partitura reflejara 100% la composición original de Beethoven; ni que el título fuera el original. Entre la propuesta del autor a la recepción por una audiencia, la obra mutó de manera similar al proyecto de Ulises I.

Para Ulises dura tres minutos y también está dedicada a Ulises Carrión. Su partitura ad lib permite una interpretación libre. Fue generada por hasta tres programas —Musical Generator de Arnold Reinders/MuSoft Builders, Midisoft Recording Session de Midissoft, y Finale de Makemusic Inc.— alimentándoles para una primera línea melódica la secuencia infinita de φ, la constante que expresa como un número irracional la llamada “Proporción Áurea” (ubicua en la naturaleza y el arte). En una segunda línea melódica, se les alimentaron los 28 primeros números de una serie de Fibonacci. Según Gasca: “Se tradujeron a notas las dos líneas de números mediante el protocolo de comunicación serial MIDI (Musical Instrumental Digital Interface) y se ensambló la pieza con un tempo de 120 (como un corazón agitado).

La segunda pieza a transmitirse será Vacío de Hugo Solís. El describe su propia obra así: “Dicha obra corresponde a un ejercicio algorítmico. El material se constituye por una serie de fragmentos sonoros y un código para micro-controlador que genera diferentes combinatorias en la secuencia de los fragmentos sonoros en función de los valores que recibe el satélite en su termómetro y en su giroscopio”.

La tercera pieza a ser transmitida por Ulises I desde su órbita polar es Música sin principios de Arturo Márquez. Esta pieza es un recorrido sonoro del toda la percepción auditiva humana. Es la gama o escala completa de sonidos que puede escuchar el oído humano; un inventario de las percepciones de las que es capaz.

La cuarta pieza, Yo amo el camino, es del propio Juan José Díaz Infante y aprovecha el sonido “bip” necesario para ubicar la posición del satélite. Es un poema codificado en clave morse:

º / º / º º º º / º º º ºº º

Según el propio Juan José,visto como poesía, es una referencia al Sputnik en 1957, el cual duró en órbita 23 días y solamente transmitió una señal de “bip”. La pieza indica como es más poderoso el imaginario que la realidad y establece el “bip” como una unidad ladrillo, célula mínima, como un ciudadano o un pixel. Referencia la capacidad de los procesos binarios, al imaginario como acción mínima que produce una ola en el tiempo en el que su potencialidad es máxima”.

La quinta pieza no será transmitida sino que algunos versos del poema colaborativo La esfera de Teresa Bordona y Fernando Castro R. (el suscrito), irán inscritos sobre la superficie del satélite. En realidad “La esfera” es sólo el título del título que tiene 150 versos. El poema mismo tiene 6 versos divididos en dos haikús. Es un texto poético épico que celebra la pasión, los personajes, y los hitos de la historia reciente del futbol mundial. Comienza con una fruta: Como quien pela / con una navaja / una manzana / cuya cáscara / se enrolla en espiral / y cuelga dibujando el tiempo, / una esfera / golpea el travesaño / y nadie sabe con certeza / si luego rebota más / allá o más acá / de la línea de gol.

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NOTAS

Al principio el proyecto se llamó “Ulises I, una Opera Espacial”, haciendo eco del título de Kubrick, “2001, una Odisea Espacial”. Por supuesto que el término original “opera” (plural de “opus”) viene del italiano y describe un género musical que reúna la música, el canto, la narrativa y el teatro.

2 La exhibición El Arte del Riesgo / El Riesgo del Arte se realizó en la Fototeca de Nuevo León en el 2002. Sus curadores fueron Juan José Díaz Infante y el suscrito.

3 Ulises Carrión (1941-1989), escritor y artista conceptual. Hay quien lo considera “el artista conceptual mexicano más importante”. James Joyce y Homero no requieren aclaración (espero).

4 En el 2010 el festival ECAM mutó al festival hoy llamado PLAY!.

5 Esa conferencia de JJDI se puede ver en su integridad en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=P-7wufb_Zd8. Allí es donde JJ afirmó que el tema del futbol era global porque FIFA tiene 209 miembros y la ONU sólo 193.

6 Decir “impoluto” es una exageración romántica mía. Según la NASA hay más de 21,000 escombros en órbita mayores a 10 cm. La cantidad estimada de partículas entre 1 y 10 cm de diámetro es aproximadamente 500,000. El número de partículas menores a 1 cm excede 100 millones.

7 HAL, la computadora en la película de Stanley Kubrick 2001, una odisea del espacio, canta la letra de esta canción “Bicycle built for two”.

8 Paráfrasis de la frase de Mario Vargas Llosa “dictadura perfecta” refiriéndose al gobierno del PRI en México. Vale la pena aclarar que Díaz Infante ha dicho muchas veces que el satélite mismo no es la obra de arte sino su instrumento. Otras veces ha indicado duchampianamente que la obra de arte es la discusión generada por el proyecto.

9 Posteriormente, algunos miembros del CEM se apartaron del proyecto por diferencias políticas, estéticas, sociales, y expectativas divergentes; entre ellos Arcángel Constantini, Marcela Armas, Gilberto Esparza, Ariel Guzik, y Francisco Rivas.

10 http://www.interorbital.com/interorbital_06222015_014.htm

11 Rosalind Williams es profesora de historia de la ciencia y tecnología en MIT. Su filiación académica principal es con la Society for the History of Technology (SHOT), de la cual fue presidente del 2005-06. La misma le otorgó su más alto honor, la Medalla Da Vinci, en el 2013. Ha recibido títulos honorarios de la KTH en Estocolmo y la Universidad Técnica de Eindhoven. Sus primeros tres libros (Dream Worlds, Notes from the Underground, Retooling) encaran la pregunta: ¿cuáles son las implicaciones para la vida humana, tanto individual como colectiva, de vivir en un mundo predominantemente auto-construido? Su nuevo libro, The Triumph of Human Empire (University of Chicago Press, 2013) recorre el evento histórico más importante de nuestra era: el surgimiento y triunfo del imperio humano, definido como el dominio de la presencia humana en el planeta.

12 William Shakespeare era considerado un “playwright” = “dramaturgo”. Aunque la traducción literal “escritor de obras teatrales” pareciera más general que dramaturgo.

13 A la larga, algunos artistas del CEM renunciaron al proyecto por una o dos de estas razones. Una, consideraron indigno formar equipo con entidades institucionalmente ligadas al estado que pudieran matizar el proyecto como científico y menospreciar el arte (UNAM, INAOE, AEM, IPN). Dos, su idea del destino final de sus obras era un museo; no el espacio sideral. El trabajar en equipo era también un tema.

14 Roger Malina es hijo del artista cinético e ingeniero de cohetes Frank Malina, fundador del Jet Propulsion Laboratory de la NASA y editor en jefe de la revista Leonardo del MIT. El propio Roger Malina es co-director de ITACCUS, astrónomo y Profesor Distinguido de Arte y Tecnología de la Universidad de Texas, donde lleva a cabo investigación y desarrollo sobre la interacción del arte y la ciencia. Malina fue también Director del Observatoire Astronomique de Marseille, Provence y su especialidad es instrumentos para el espacio. Fue el Principal Investigador del proyecto de la NASA, Satélite de Exploración de Ultravioleta Extremo de la Universidad de California, Berkeley. Por 25 años ha sido parte de la organización de Leonardo, cuya misión es promover y hacer visible la interacción entre las artes, la ciencia y las nuevas tecnologías.

15 Gerard Auvray forma parte del proyecto Synergy Moon. Ingeniero en electrónica de nacionalidad francesa, su hobby es construir satélites amateur. Ha sido presidente de la MSAT-F por dos años. En 1993 fue responsable de la carga útil del satélite ARSENE (Ariane Radio Amateur Satellite pour I’Enseignement de l’Espace) lanzado por Ariane. De 1997-1999, construyó 3 réplicas del Sputnik lanzados desde la estación espacial rusa MIR. En el 2002 lanzó dos cargas útiles desde un cohete de Ariane. Hoy está construyendo una vela solar llamada “Libélula”. Trabaja activamente asesorando la misión Ulises I.

16 Conversaciones y emails con Juan José Díaz Infante, 2015-2016.

17http://www.mediatelecom.com.mx/index.php/agencia-informativa/agencia-tecnologia/item/74505-ulises-i-arte,-emprendimiento-y-tecnolog%C3%ADa-para-transmitir-cultura-desde-el-espacio

18 ¿Habrá sufrido el proyecto otro revés de financiación? La propia revista Mediatelecom da cuenta de un revés anterior: “En febrero de 2014, la Agencia Espacial Mexicana (AEM), que se había comprometido a financiar al 100% el lanzamiento de Ulises I, retiró su apoyo al Colectivo Espacial Mexicano, obligando a los creadores de Ulises a buscar otro medio de financiación. “No le dieron la importancia que se merecía”, aseguró Díaz Infante en el CCD. A raíz de esto, se lanzó una campaña de crowdfunding en Indiegogo para reunir el capital necesario para realizar la primer fase de pruebas. Sin embargo, el objetivo no se alcanzó”.

19 Atón es una plataforma estratosférica, desarrollada por el Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX) del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, en estrecha cooperación con la Agencia Espacial Mexicana (AEM) y CONACyT. Atón es también un sistema de acceso estratosférico para brindar servicio a cargas útiles genéricas de menos de 3 kg, producidas por la comunidad Mexicana con el objetivo de realizar experimentos científicos o pruebas de validación de tecnología espacial en condiciones de vuelo sub-orbital.

FernandoCastroFernando Castro es artista, crítico y curador. Estudió filosofía en la Universidad de Rice con una beca Fulbright. Es miembro de la comisión técnica del FotoFest y del consejo consultivo del Center for Photography de Houston. Editor y colaborador de las revistas Aperture Magazine, Art-Nexus, Literal Magazine y Spot

 


Posted: March 27, 2016 at 10:24 pm

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