¡Cuidado!: Manada de Lobas cerca

Construyendo posibilidades

Querría iniciar estas líneas sin la necesidad de hacer hincapié en la deuda histórica que hay con las mujeres. Lo doloroso y lo digo así, porque resulta lastimosa la constante justificación que se exige a las mujeres cuando intentamos abrir camino en donde aún no somos convocadas con naturalidad. Y por eso es tan sencillo que se asuma que los asuntos organizados por mujeres —no se diga si se enuncian como feministas— son exclusivamente para mujeres, como si reclamar la mitad del mundo que nos corresponde significara su división o exclusión definitiva

Es ese el verdadero reto: mostrar nuestras letras al mundo en un coro que, a más de cien voces, suelta la fuerza de su palabra y hace presencia a través de la escritura. Nosotras comenzamos este proyecto preguntándonos “¿por qué no?” y, como no encontramos respuesta convincente, lo hicimos. En realidad, no hemos hecho más que convocar, primero, a nuestros círculos inmediatos y ahora a quienes quieran y tengan letras que compartir. Fuimos desbordadas en muchos sentidos. Hemos recibido más solicitudes de las que nos son posibles presentar; con ello, se exhibe esa brecha que tanto se ha esforzado en ocultar el discurso político. La realidad nos sobrepasa, los textos anuncian, denuncian, reclaman, gritan, incendian, pero también abrazan, cobijan, curan, dibujan, construyen. Nada diferente de lo que la literatura como arte ha hecho desde que existe y, al mismo tiempo, es todo distinto porque desde nuestra voz lo enunciamos con otros ojos, desde otros lugares, desde donde estamos. Somos herederas del mismo patriarcado que educa a esta sociedad, de la que también, aun sin querer, somos reproductoras.  Hay, sin embargo, estos pequeños faros que iluminan senderos que apuntan a algo distinto. Eso pretendemos. Lo intentamos. No tenemos todas las respuestas —no tendríamos por qué. De momento, damos estos primeros pasos en un ánimo de escucha, sí, de escucharnos entre nosotras, en un espacio creado por mujeres, pero que apunta a ser visto y escuchado más allá de lo que podamos dar cuenta. Esperamos llegar tan lejos como nos sea posible. Queremos, con ellas, las autoras, y con quienes deseen sumarse, hacer de estos encuentros un mapa que aspira a desdibujar las fronteras. La literatura es para todas las personas y también sería maravilloso que no fuera necesario declarar esa obviedad.

La Feria Nacional del Libro de Escritoras Mexicanas nació así, desde la ingenuidad de la lectura, desde el romanticismo de la hermandad, desde la humildad de reconocernos, desde la nobleza de extender las manos y aquí estamos, en el segundo intento de congregar a las mujeres que escriben, que publican, que creen en sí y nos regalan un poco de fe también a nosotras. Somos constantemente rebasadas por la inexperiencia y el agotamiento, pero cada una de nosotras tiene la voz de otras doce mujeres que motivan a seguir. Entre los desvelos y la supervivencia de lo cotidiano, a través de los kilómetros y de no saber hasta hace muy poco que existíamos unas para otras, fuimos tejiendo redes. No nos dimos cuenta de que este entramado estaba hilando también un afecto que nos convirtió en manada. Así nos bautizaron en la primera edición de la FENALEM, cuando apenas éramos un gozoso experimento, “Manada de Lobas”, nos dijeron. Nos apropiamos del término y aprendimos a correr juntas bajo las lunas que desde entonces han sido testigas de nuestro andar.

Ya no podemos detenernos. Queremos seguir tejiendo redes. Quién sabe si las posibilidades nos den para tanto. Tenemos fe y, esencialmente, creemos que el único camino es seguir adelante. Llegaremos.

Este año, en el transcurso de cuatro días, más de 140 escritoras harán posible esta feria, estarán distribuidas en 32 mesas que presentarán unos 120 materiales literarios. La poesía llegó con abundancia, contaremos con 10 mesas que van desde la poesía infantil hasta la erótica. Las 7 mesas de novela y las 4 de cuento nos ofrecen un interesante mosaico de temáticas realistas y ficcionales. También habrá una mesa de microficción y una de ensayo. Las antologías estarán presentes y nos encontraremos con varios textos híbridos que traen propuestas innovadoras. De entre las novedades, incluimos 4 mesas de debate y más de 20 moderadoras que generosamente se han sumado a esta edición de la feria.

Con la mirada atenta al Estado de México, comenzamos a internarnos al interior de la República para dar a conocer a las escritoras de cada estado. Será un honor comenzar con un evento presencial en el Palacio Municipal de Naucalpan el martes 7 de septiembre y con ello abrir las presentaciones de las autoras.

Lo que viene nos viste de alegría. Todo el trabajo se verá reflejado del 8 al 11 de septiembre. Elegimos esta fecha de arranque, porque conmemora el Día Internacional de la Alfabetización y con ello reivindicamos la lectura y la escritura como un espacio de liberación. Nos espera una fiesta, porque los encuentros los celebramos con letras y con ellos nos acercamos en medio de un contexto que no se ha cansado de decir que lo más sano es la distancia. Rompemos las lejanías. Nos hacemos una.

Este congreso literario vendrá acompañado de música que sabrá hacer eco en la inauguración y en la clausura. Se sienten los acordes con cada palpitación al punto de no distinguir si el ritmo de la respiración va al son de las pisadas que marcan el paso de esta historia que estamos hilvanando. Nos queda mucho por aprender y mucho más por entregar. Tenemos las manos llenas y los oídos atentos. Las plumas de nuestras escritoras mexicanas reclaman su lugar. Este es apenas el comienzo. 

Posted: September 8, 2021 at 4:17 am