El mesías de la oscuridad
Sergio Negrete Cárdenas
Si la mañanera es un ejercicio falso en transparencia, literalmente una cortina de humo a ese respecto, el necesario complemento es evitar que la información sobre acciones gubernamentales, contratos y asignaciones presupuestales se entregue a la ciudadanía. Nadie podrá escudriñar aquello que no conoce.
“La democracia muere en la oscuridad”, es el lema del periódico Washington Post desde 2017, cuando tomó posesión Donald Trump. La oscuridad, el ambiente ideal para los ladrones, tramposos y destructores, esa falta de luz que impide ver una acción o un rostro. Muchas veces una acción previa, necesaria, para perpetrar un crimen es apagar los focos o cámaras.
Apagando la luz
Exactamente lo que está haciendo Andrés Manuel López Obrador al haber vetado a dos nuevos Comisionados del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), y haber ordenado a Morena en el Senado, vía su titular de Gobernación, que no se designe a nuevos Comisionados. El INAI ha dejado de operar por el momento dado que no cuenta con suficientes miembros en su pleno para adoptar resoluciones (actualmente quedan en funciones cuatro de siete). Adán Augusto López, quien peculiarmente tiene la apariencia física para cumplir magistralmente el papel de vampiro que rehúye la luz del sol, tajante anunció que era “prácticamente imposible” que se nombrara a los tres Comisionados que ahora están vacantes en los próximos meses.
López (el Secretario) dijo que López (el Presidente) le había dicho que era ideal que el INAI no trabajara:
“Me dijo, y aquí se los comento a todos ustedes: ‘Yo creo que lo que más nos conviene es que haya un periodo de un impasse’. Ahora, ayer le comenté que iba a venir y que seguramente uno de los temas a tratar sería el del Instituto, y bueno, la respuesta es la misma, estamos en el mundo ideal. Nosotros no tenemos ninguna urgencia por que se nombre en estos momentos”.
¿Cómo pudo ser el Secretario de Gobernación tan descarado? Un diálogo que muestra la relevancia de la transparencia. Fue tan abierto porque fue una filtración del audio de una reunión que era privada entre el funcionario y los senadores de su partido. Unas palabras que mostraron lo que realmente AMLO desea: que no funcione el INAI. El “mundo ideal” del inquilino de Palacio es uno en que impere la oscuridad en torno a las acciones del sector público.
INAI vs INE
La diferencia con respecto al Instituto Nacional Electoral es notable. Al INE trató de minimizarlo cortándole presupuesto, aparte de transferir funciones al también amante de la oscuridad en la Secretaría de Gobernación, buscando revivir los dorados tiempos del PRI en que el fraude siempre estaba disponible para convertir derrotas electorales en triunfos. No se trataba de paralizar al INE, sino de transformarlo radicalmente por medio de modificaciones constitucionales (Plan A), en leyes secundarias (Plan B) o con Consejeros acomodaticios y serviles (Plan C). No obtuvo los votos en el Congreso para el primero, el segundo está paralizado en la Suprema Corte y el tercero quizá le funcionó, pero no se sabe todavía el grado.
Con respecto al INAI, lo ideal no es que haga algo diferente, sino que no haga nada. ¿Por qué no una especie de Plan C, con Comisionados a modo? Porque AMLO no puede tenerlos a todos. Se necesitan tres quintas partes de los votos de los senadores presentes para la designación, por lo que un acuerdo con la oposición es necesaria. De los dos Comisionados previamente designados y que vetó el Presidente, uno había sido propuesto por Morena y otro por el PAN. Esto último no le gustó. No hay que arriesgarse a que un voto del pleno vaya en su contra, mejor paralizar al organismo.
Opacidad para el cínico
La opacidad es fundamental no solo para el ladrón, sino más todavía, si cabe, para el cínico. López Obrador no se cansa de presumir que es honesto, que su gobierno es impoluto. No importan las raterías que se exhiben sobre sus familiares y sus colaboradores, el guion está bien establecido: se declara el Presidente más atacado desde Francisco I. Madero, proclama que es de las aves cuyo plumaje no se mancha al cruzar el pantano, suelta la frase de “nosotros no somos iguales, ya no es como en el pasado”, y se pone a ondear el pañuelito blanco.
Por supuesto que no solo presume de honesto sino además, sí, de transparente. Porque no tiene nada qué ocultar, repite sin cansarse. Porque su gobierno es el más abierto de la historia. Las conferencias mañaneras son presentadas por el tabasqueño como un inusual ejercicio de comunicación y transparencia. Nada queda oculto a la nación, puesto que se presenta ante cámaras y micrófonos todos los días laborables en el hermoso Salón de la Tesorería de Palacio Nacional, o donde quiera que se encuentre de gira. ¿Qué puede esconder cuando está a disposición de los comunicadores presentes para contestar todo lo que quieran plantearle?
Porque aunque esos comunicadores fueran todos reales en su supuesto trabajo, en lugar de los numerosos paleros, el Presidente no puede proporcionar toda la información y datos que se requieren y que existen en forma documental, aun suponiendo el imposible caso de que la tuviera en su mente (puesto que superaría cualquier cerebro humano). La mañanera cumple otra función, que es la de proporcionar un foro al tabasqueño desde el cual presenta sus ideas, pontifica y ataca a enemigos ante un auditorio cautivo. Esto aparte de satisfacer una aparente insaciable necesidad de hablar con los reflectores encima. La transparencia no está entre los objetivos del ejercicio cotidiano.
Que nada salga a la luz
Si la mañanera es un ejercicio falso en transparencia, literalmente una cortina de humo a ese respecto, el necesario complemento es evitar que la información sobre acciones gubernamentales, contratos y asignaciones presupuestales se entregue a la ciudadanía. Nadie podrá escudriñar aquello que no conoce. Las solicitudes de información son letales, luz, para los vampiros que chupan la sangre de las venas del erario. Por eso el gobierno de AMLO ha sido incansable en reservar información de todo tipo, incluyendo financiera, presupuestal, política o de índole militar.
¿Para qué estar reservando información cuando se puede cerrar por completo la llave? ¿Para qué dar municiones, información, a los enemigos ávidos de encontrar las corruptelas, malos manejos e ineptitudes de los funcionarios públicos? Lo mejor para el mesías de Palacio, y es lo que busca al anular al INAI, es reinar en la oscuridad.
Sergio Negrete Cárdenas. Profesor de Tiempo Completo en la Escuela de Negocios del ITESO. Trabajó en el Fondo Monetario Internacional. Profesor en varias universidades de España y México, destacadamente la Universidad Pompeu Fabra y la Escuela Superior de Comercio Internacional, en Barcelona, la UNAM y la Escuela de Periodismo Carlos Septién en la Ciudad de México. Doctor en Economía y Maestría en Economía Internacional por la Universidad de Essex. Diplomado en Política Exterior de Estados Unidos por la Universidad de Maryland. Licenciado en Economía por el ITAM y en Ciencias de la Comunicación por la UNAM. Twitter: @econokafka
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Posted: April 16, 2023 at 7:25 am