Entre la desesperación y la vivacidad
Liliana Blum
• Luis Carlos Fuentes: Mi corazón es la piedra donde afilas tu cuchillo (Ediciones Era, 2014).
Amo los títulos largos, fue lo primero que pensé cuando vi el de Luis Carlos Fuentes, enmarcado entre los dos senos de una mujer de cabello negro y espeso en la portada. La edición, digámoslo de entrada, es una belleza también. Gracias, muchas gracias Editorial Era. Con todo, eso no es garantía de nada. Si bien ya había escuchado buenos comentarios, no me quise fiar. Ya he caído en la trampa de terminar con un pésimo libro muy bien recomendado. Lo abrí con cautela. Revisé la solapa con la foto del autor: un tipo rapado y de sonrisa socarrona que parece mirarlo a uno. Leí su ficha. Joven, con otro libro de cuentos en su haber y una trayectoria en el mundo del guionismo. A ver…
Mi corazón es la piedra donde afilas tu cuchillo es una gratificante y rara obra compuesta de siete cuentos que exploran la vida de personajes que si bien aparentan ser emocionalmente anormales, son más bien retratados con ese realismo con el que pocos se atreven. No son seres cínicos; más bien, Luis Carlos Fuentes los muestra sin filtros ni miramientos sociales de ningún tipo. Tal cual. Entre los protagonistas: un hombre casado que recurre a una prostituta para rehuir sus problemas maritales; un pintor frustrado que realiza su mejor obra utilizando la técnica del asesinato; un hijo que diligentemente cuida de su padre en estado vegetal desde hace años; una mujer casada harta de su marido a quien su muerte en un accidente aéreo le resuelve el problema de dejarlo; un escritor y padre soltero que intenta escribir, cuidar a su bebé y sobrepasar a su rival literario; un joven ordenado que acepta recibir a una amiga de su prima en su casa por algunas semanas; y una chica que es el sustituto de su hermana muerta.
Las historias así resumidas no serían nada del otro mundo si no fuera porque el autor se las arregla para provocar, sin que uno como lector se las huela mientras lee tan campante, una especie de disonancia cognitiva. Espera…, ¿qué? Tuve que regresarme y releer el primer cuento. Con un ingenio crudo que socava lo políticamente correcto, Fuentes nos arrastra por un aparente realismo hasta que de la manera más sutil despoja al cuento de ese disfraz para revelar lo fantástico. ¿Cómo lo hizo? Continué con el segundo y tercer relato. El impulso narrativo aumenta de velocidad a medida que uno pasa las páginas; la crítica cáustica a las relaciones humanas nos muestra un mundo a través de personajes que pudieran parecer misóginos, pero también sembrado de mujeres que en absoluto dejan bien parado al género, y de pronto, otra vez el terreno de lo sobrenatural. La ferocidad de la narración en algún momento cede a lo surreal, que termina por ponerse en primer plano.
Tuve que levantar mi ceja de la suspicacia, que es la izquierda. Mmmm, es bueno este chico. Terminé de leer el libro. Me quedó la impresión de que cada cuento es extremo a su propia manera: algunos meramente se extienden hasta los límites de la verosimilitud y otros llegan más allá de lo creíble hasta lo completamente fantástico. Las historias sacuden, sin duda: la forma en la que Luis Carlos Fuentes aborda los temas más comunes y al tiempo tuerce la fibra de la realidad para terminar con un género distinto, es impresionante. A pesar de mi diaria exposición a lo aberrante y mi constante búsqueda de temas perversos en mi realidad, estos cuentos terminaron por desconcertarme de una forma muy agradable. No sólo por las virtudes literarias del joven autor sino porque pareciera que el libro fue escrito exactamente para mi gusto: la dosis justa de psicopatía, brutalidad, amor, obsesión y un toque de terror sobrenatural.
Mi corazón es la piedra en la que afilas tu cuchillo es un libro que se mueve entre la desesperación y la vivacidad al mismo tiempo; es inquietante, perturbador y simplemente genial.
Liliana V. Blum es autora de Yo sé cuando expira la leche (2011), El libro perdido de Heinrich Böll (2008), The Curse of Eve and other stories (2008), Vidas de catálogo (2007), ¿En qué se nos fue la mañana?(2007), La maldición de Eva (2002). Su cuentario No me pases de largo (Literal Publishing) resultó ganador del certamen de la revista Literal: Latin American Voices, en 2013. En 2007 ganó el Concurso Internacional de Narrativa convocado por el Centro Israelí para las Comunidades Iberoamericanas y en 2006 el Premio Nacional de Cuento Beatriz Espejo, cuyo trabajo aparece en el libro El espejo de Beatriz (Ficticia Editorial, 2009).
Posted: March 16, 2016 at 12:06 am