Essay
Este no es un diagnóstico

Esto no es un diagnóstico

Alejandra Eme Vázquez

Le dicen síndrome pero nadie sabe bien a bien cómo diagnosticarlo de manera confiable, mucho menos tratarlo. Además, cuando entra a la conversación se refiere a asuntos tan disímiles entre sí que no es posible aprehenderlo en su totalidad. ¿Tiene que ver con falta de calidad, con falta de escritura, con insuficiencia, con sobrecalificación? ¿Se cura por completo o se es portadora por siempre? ¿Adquiere la forma de bloqueo escritural o de verborrea irracional? ¿Se necesita siempre un referente legítimo para que pueda medirse la impostura o se calcula al tanteo? ¿La impostora nace, se hace, la hacen…?

¿O todas las anteriores?

Si es un síndrome, tendría que conformarse por un cuadro sintomático fijo y ese cuadro indicaría una disfunción. Decirle síndrome, entonces, es patologizar la duda, la pausa y el tropiezo. Aunque la duda no tenga porqué ser deleznable, el tropiezo sea electricidad pura que nos pone en alerta y la pausa…, ¿qué tendría de malo la pausa?

Si es un síndrome, necesitaríamos fijar sus posibles síntomas. No es que todos los síntomas aparecieran en todos los casos, pero presentar simultáneamente al menos tres permitiría proceder al diagnóstico. O al autodiagnóstico, que es una práctica muy común en estos asuntos.

Así que elige tus síntomas y ¡arma tu combo de impostora!

  • presenta altos niveles de autoexigencia
  • duda de sus capacidades
  • hace mucho más esfuerzo del “normal”
  • adopta cargos que no le corresponden
  • hace sola el trabajo de muchas personas
  • es proclive al estrés
  • tiene miedo a pedir ayuda
  • aleja a personas importantes de su vida por perseguir la autosuficiencia
  • siente que debe ser la mejor en todo
  • si falla, se castiga duramente

Más que síntomas, tienen la pinta de acusaciones hacia comportamientos que no se ajustan a conductas asociadas con el poder, el éxito, el desapego y el dominio. En un mundo que nos quiere rocas, ser esponja es impostura. Y una vez aceptado ese principio, las acusaciones se instalan en todo lo que percibimos, porque se nos ha repetido hasta el cansancio que debemos ser las primeras en la fila cuando se trate de encontrarnos fallas. Y todo es una falla en potencia porque no somos territorios llanos: somos porosas, accidentadas, serpentinas, montañosas, ¡pero qué calamidad! ¿Por qué no podemos ser de una sola pieza, un bloque sin fisuras, un sauce de cristal?

E inevitablemente aparece, más que el diagnóstico, el veredicto:

¿Deberías estar escribiendo pero estás tan cansada que no puedes ni pensar?

¡Impostora!

¿Disfrutas escribir sin preocuparte por La Calidad?

¡Impostora!

¿Te emocionas por una idea que ya se le había ocurrido a alguien más?

¡Impostora!

¿Incursionaste en un espacio que creíste público sin pedir los permisos correspondientes?

¡Impostora!

¡Impostora!

¡Impostora!

EJERCICIO. Anda, yo sé que tienes más acusaciones para ti misma, ¿y si escribes tu confesión? ¿Crees que con estas líneas sea suficiente?

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A tu veredicto agrégale lo siguiente: no poder erradicar el síndrome de la impostora es un síntoma más del síndrome de la impostora.

Como diría el filósofo Cheems: no puede ser.

De: Sensacional de Escrituras, Tomo 2: ¡Impostora!, edición autogestiva, 2022.

 

Alejandra Eme Vázquez (CDMX, 1980) estudió lengua y literatura en la Universidad Autónoma de Aguascalientes y la UNAM. Fundó la colectiva interdisciplinaria Pensar lo doméstico y fue parte del comité organizador del Encuentro de Escritoras y Cuidados. Su trayectoria de escritora se forjó como columnista, con más de 250 textos publicados en línea, y en 2018 ganó el premio Dolores Castro de ensayo con Su cuerpo dejarán, publicado en 2019 por El Periódico de las Señoras, Enjambre Literario y Kaja Negra. Forma parte del proyecto ensayístico-teatral de escritura colectiva Lucrecias, publicado en 2021 por Una Habitación Para Nosotras. Es cuidadora de temporadas en la editorial de ciencia ficción Odo Ediciones. Desde 2015 coordina talleres y laboratorios autónomos de lectura y escritura literaria con enfoque de cuidados, presenciales y en línea; actualmente publica el Sensacional de Escrituras, un ensayo por entregas en cuatro tomos.

 

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Posted: May 19, 2022 at 7:10 pm

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