Sigues tú, AMLO

Puede que sigas al par de demagogos estatistas que tanto admiras, Andrés, pero en su desprestigio. Los dos creyeron que podrían hacer un milagro económico, y fracasaron estrepitosamente.

Sigues tú, López Obrador. Hay muchos caminos posibles para ti en un futuro ya no tan lejano. Es impresionante tu cinismo, el descaro con el que despliegas esa veta autoritaria. No dudas en defender a un golpista como Pedro Castillo y le ofreces asilo político en México, mandaste un avión y diste asilo a Evo Morales, otro autoritario que quiso perpetuarse en el poder, de la misma forma en que defiendes a una corrupta (declarada así por los jueces de su país) como la vicepresidente Cristina Fernández, o te alías con un dictador como Nicolás Maduro.

Los defiendes quizá porque representan tu más ardiente deseo: perpetuarte en el poder. Para fortuna de los mexicanos, te confiaste, creíste tu propio cuento de que serías un presidente extraordinario y transformacional, que encabezarías un gobierno a la par de Juárez, Madero o Lázaro Cárdenas. Tu fantasía era que serías tan buen presidente que arrasarías en la elección federal de 2021, y lo mismo en el referéndum “ratificatorio” que planeabas tuviese lugar en la misma fecha. Los votantes aclamándote, y con una gran mayoría en la Cámara de Diputados, aceptarías (haciéndote del rogar, claro) que se propusiera poder reelegirte en 2024. “No mando yo, manda el pueblo”, hubieras dicho con esa sonrisa socarrona.

…en 2021 perdiste escaños en lugar de ganarlos, y el “ratificatorio” fue hasta 2022. La oposición no te engordó el caldo, y muchos boicotearon la farsa. Participaron pocos, pues fue evidente el sinsentido de votar para que siguieras en el cargo hasta 2024.

Pero en 2021 perdiste escaños en lugar de ganarlos, y el “ratificatorio” fue hasta 2022. La oposición no te engordó el caldo, y muchos boicotearon la farsa. Participaron pocos, pues fue evidente el sinsentido de votar para que siguieras en el cargo hasta 2024. Eso sí, “Que siga AMLO”, el lema que usaste para esa consulta, puede que se te cumpla en varios sentidos.

Siguiendo a Echeverría y López Portillo

Puede que sigas al par de demagogos estatistas que tanto admiras, Andrés, pero en su desprestigio. Los dos creyeron que podrían hacer un milagro económico, y fracasaron estrepitosamente. Como López Portillo, apostaste al petróleo, pensando que podía convertirse en palanca de desarrollo. Lo único que has hecho es tirar cientos de miles de millones de pesos en esa coladera que se llama Pemex. Un dineral que pudiste canalizar a educación, salud o seguridad, pero te sentiste imitador de Lázaro Cárdenas. Con tu obsesión por el chapopote, repetiste el error lopezportillista. La refinería de Dos Bocas es otro ejemplo de primer orden de tu ineptitud.

Como López Portillo, quizá encuentres refugio en tu rancho (esas tierras que corruptamente compraste y dices que heredaste de tus padres) como tu antecesor lo hizo en su Colina del Perro, sin poder salir a la calle, por miedo de enfrentarte con un desconocido que al menos te recuerde el pésimo mandatario que fuiste. Eres un historiador maniqueo y mediocre, pero dejar Palacio Nacional te enfrentará una y otra vez con tu verdadero legado. Con suerte, en tu rancho, pero quizá en una celda.

Siguiendo a corruptos… en la cárcel

Te siente invulnerable políticamente, y lo eres, pero ya no está lejos en el futuro el día que no serás Presidente. Tu soberbia será uno de los muchos elementos en tu perdición. Creíste que podrías juzgar a tus antecesores, sentarlos en un banquillo de acusados, todo para engrandecer tu propia imagen. Un impresionante circo mediático que te validara como alguien que había roto definitivamente con ese pasado neoliberal que te fascina denostar. Además, claro, cobrarte venganza por esos fraudes electorales que existen en tu mente: juzgar a Vicente Fox, que orquestó ese robo masivo del voto que te perjudicó en 2006, así como a Felipe Calderón, el espurio, y Peña Nieto, otro favorecido por el fraude en tu contra de 2012. Tu profundo resentimiento mal disfrazado de afán justiciero.

Te cansaste de ofrecer “juzgar a los expresidentes”. No podía faltar, hiciste otra farsa de consulta, como si un ministerio público o un fiscal se condujese por medio de votos. Fue otro fiasco monumental, destruida tu fantasía de que los votantes exigirían masivamente que montaras el circo. Pero más pronto que tarde también serás, precisamente, expresidente.

Quizá no llegues a ser juzgado, pero si te cuidas de no pisar territorio estadounidense. Puede suponerse que ya existe un expediente muy gordo sobre tus proximidades con mafias criminales. En México quizá estés a salvo, a menos que las numerosas corruptelas de tu gobierno también te lleven a ser juzgado, junto con varios miembros de tu familia.

En el “ratificatorio” de 2022 te cansaste de pedir, “Que siga AMLO”. Igual se te concede a partir de 2024, pero en el desprestigio o en la cárcel.

Sergio Negrete Cárdenas. Profesor de Tiempo Completo en la Escuela de Negocios del ITESO. Trabajó en el Fondo Monetario Internacional. Profesor en varias universidades de España y México, destacadamente la Universidad Pompeu Fabra y la Escuela Superior de Comercio Internacional, en Barcelona, la UNAM y la Escuela de Periodismo Carlos Septién en la Ciudad de México. Doctor en Economía y Maestría en Economía Internacional por la Universidad de Essex. Diplomado en Política Exterior de Estados Unidos por la Universidad de Maryland. Licenciado en Economía por el ITAM y en Ciencias de la Comunicación por la UNAM. Twitter: @econokafka

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Posted: December 18, 2022 at 9:16 pm