Loose Woman
Mujer Callejera
Sandra Cisneros
They say I’m a beast.
And feast on it. When all along
I thought that’s what a woman was.
They say I’m a bitch.
Or witch. I’ve claimed the same
never winced.
They say I’m a macha, hell on wheels,
viva-la-vulva, fire and brimstone,
man-hating, devastating,
boogey-woman lesbian.
Not necessarily,
but I like the compliment.
The mob arrives with stones and stick
to maim and lame and do me in.
All the same, when I open my mouth,
they wobble like gin.
Diamonds and pearls
tumble from my tongue.
Or toads and serpents.
Depending on the mood I’m in.
I like the itch I provoke.
The rustle of rumor
like crinoline.
I am the woman of myth and bullshit.
(True. I authored some of it.)
I built my little house of ill repute.
Brick by brick. Labored,
loved and masoned it.
I live like so.
Heart as sail, ballast, rudder, bow.
Rowdy. Indulgent to excess.
My sin and success—
I think of me to gluttony.
By all accounts I am
a danger to society.
I’m a Pancha Villa.
I break laws,
upset the natural order,
anguish the Pope and make fathers cry.
I am beyond the jaw of law.
I’m la desperada, most wanted public
enemy.
My happy picture grinning from the wall.
I strike terror among the men.
I can’t be bothered what they think.
¡Que se vayan a la ching chang chong!
For this, the cross, the Calvary.
In other words, I’m anarchy.
I’m an aim-well,
shoot-sharp,
sharp-tongued,
sharp-thinking,
fast-speaking,
foot-loose,
loose-tongued,
let-loose,
woman-on-the-loose
loose woman.
Beware, honey.
I’m Bitch. Beast. Macha.
¡Wáchale!
Ping! Ping! Ping!
I break things.
*Imagen de Gage Skidmore (All Creative Commons)
Traducido por Liliana Valenzuela
Dicen que soy una fiera.
Y que me alimento en ello. Es que desde un principio
Pensé que eso era ser mujer.
Dicen que soy una cabrona.
O una brujona. Lo he dicho
y sin estremecerme.
Dicen que soy una macha, un infierno a toda madre,
viva-la-vulva, fuego y azufre,
enemiga de los hombres, demoledora
la llorona lesbiana.
No necesariamente,
pero agradezco el cumplido.
Llega la turba con palos y piedras
a mutilarme y lisiarme y liquidarme.
Así y todo, cuando abro la boca,
les flojea la carne.
Diamantes y perlas
caen de mi lengua.
O sapos y serpientes.
Según mi humor.
Me gusta la comezón que provoco.
La corriente del cotorreo
como crinolina.
Soy la mujer de mito y mitotes.
(Cierto. Soy autora de varios).
Construí mi casita de mala fama.
Ladrillo por ladrillo. La laboré,
amé y albañilé.
Vivo así.
Corazón como vela, lastre, timón, proa.
Escandalosa. Indulgente hasta el exceso.
Mi pecado y mi éxito:
Pienso en mí hasta la gula.
A decir de todos soy
una amenaza para la sociedad.
Soy una Pancha Villa.
Violo leyes,
altero el orden natural,
angustio al Papa y hago llorar a los padres.
Estoy más allá de la alharaca de la ley.
Soy la forajida, la enemiga pública
más buscada.
Mi retrato alegre sonríe en la pared.
Infundo terror entre los hombres.
Poco me importa lo que piensen.
¡Que se vayan a la ching chang chong!
Por esto, la cruz, el Calvario.
En otras palabras, soy anarquía.
Soy tiradora de primera,
tiro-al-blanco,
hocicona,
mente-aguda,
habla-rápida,
libre-como-el-viento,
lengua-suelta,
suelta-vagabunda
mujer-callejeando
cayendo-mujer
mujer-caída.
Cuidado, honey.
Soy Cabrona. Fiera. Macha.
¡Wáchale!
¡Ping! ¡Ping! ¡Ping!
Rompo cosas.