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Córdova y Murayama
COLUMN/COLUMNA

Córdova y Murayama

Pablo Majluf

Dicen los detractores de Córdova y Murayama que ese estilo de comunicación abonó al clima de polarización. Es un argumento falaz, porque resistir y defenderse no es polarizar. El único polarizador es el radical que está intentando destruir al INE desde el poder. Aducir que ambos son polarizadores le hace el favor al agresor igualándolo moralmente al agredido.

Se pronunciará así, en clave de dupla: Córdova y Murayama. Emblema de la resistencia institucional; referentes de la época de mayor peligro para la incipiente democracia mexicana frente al asalto del nacional populismo obradorista.

Escribo durante sus últimos días en el Instituto Nacional Electoral, a punto de ser reemplazados por consejeros de dudosa imparcialidad por sus vínculos con el oficialismo. Días también en que la Suprema Corte admitió las impugnaciones que ellos mismos presentaron a la infame contrarreforma electoral del régimen.

Se han vertido muchas críticas a la gestión de Córdova y Murayama. Desde su pertenencia a la élite académica de la UNAM, hasta sus elevados sueldos, pasando por la caricaturización propagandística que de ellos hace el propio régimen para desacreditarlos, con viejas confiables como el racismo, el clasismo y el machismo. Yo me concentro en la crítica lanzada por simpatizantes del INE, que juegan en su misma cancha.

Esta crítica sostiene que pecaron de un estilo demasiado vehemente, anclado en un protagonismo mediático que se salía de lo estrictamente institucional y abonaba no sólo al clima de polarización, sino que le prestaba municiones a un régimen que los acusaba precisamente de no ser árbitros imparciales sino testaferros de la oposición.

No cabe duda de que Córdova y Murayama fueron impetuosos y enérgicos en su defensa del INE, jugando a menudo en el terreno mediático, desde donde informaban a la ciudadanía sobre los frecuentes ataques que sufría el Instituto. Los tuits de Murayama y los videoclips de Córdova eran respuestas frontales y directas a las embestidas antidemocráticas del oficialismo. También lo fue su libro en coautoría, La democracia no se toca, una cabal defensa del INE en lenguaje de divulgación.

Dicen los detractores de Córdova y Murayama que ese estilo de comunicación abonó al clima de polarización. Es un argumento falaz, porque resistir y defenderse no es polarizar. El único polarizador es el radical que está intentando destruir al INE desde el poder. Aducir que ambos son polarizadores le hace el favor al agresor igualándolo moralmente al agredido.

Los detractores cuestionan que Córdova y Murayama no se limitaran al sobrio boletín de prensa confinado a los fríos canales burocráticos. Pero ahí es precisamente donde, a mi parecer, residió el mayor acierto de la dupla.

Los detractores cuestionan que Córdova y Murayama no se limitaran al sobrio boletín de prensa confinado a los fríos canales burocráticos. Pero ahí es precisamente donde, a mi parecer, residió el mayor acierto de la dupla. Ignoro si inicialmente se lanzaron al ruedo mediático de forma deliberada o si fueron arrastrados a él. Puede ser un poco de ambas, porque en una coyuntura semejante –donde no sólo está en riesgo la sobrevivencia de la democracia, sino que el agresor te injuria y difama todas las semanas desde la máxima tarima del Estado– es inevitable ser nota periodística.

A juzgar por una entrevista que le hice a Murayama en el verano del 2020, la presión sobre el INE ya era tal que acaso comenzaba a ser necesario emplazar a la ciudadanía y buscar apoyo multitudinario, particularmente en un país en el que no hay mucho apalancamiento entre instituciones, y donde hay tan pocos contrapesos. En el vis-a-vis contra el agresor, era crucial apelar a los ciudadanos. Si la comunicación tenía un tufo de convocatoria, qué mejor: recordemos que el INE no sólo es en esencia ciudadano, también es la institución civil con más confianza en el país y está indisolublemente asociada a la transición democrática y la conquista del voto libre. Si la estrategia política fue deliberada, fue uno de sus grandes logros. El éxito de las marchas rosas así lo constatan.

En el vis-a-vis contra el agresor, era crucial apelar a los ciudadanos. Si la comunicación tenía un tufo de convocatoria, qué mejor: recordemos que el INE no sólo es en esencia ciudadano, también es la institución civil con más confianza en el país…

La alternativa que presenta la moderación era la de dos servidores públicos encerrados y ensimismados. La ventaja de una comunicación sobria y discreta, se alega, es que no se abrían flancos ni se prestaban municiones al agresor. Es la misma tibieza que se le exige al rector de la UNAM para resolver el caso de la ministra plagiaria Yasmín Esquivel sin desatar la furia del tirano. Es preciso entender que el plan de López Obrador era intentar destruir el INE por cualquier medio, incluso desde que era opositor. La moderación no habría impedido de ningún modo el ataque y sí habría desperdiciado el poder de convocatoria.

Se dice que en el estilo está el legado. Y ahí es donde creo que quedarán Córdova y Murayama para la posteridad. Supieron entender el espíritu de los tiempos. Mientras el obradorismo ensalzó al funcionario abyecto y servil –a las Rosario Piedra y los Arturo Zaldívar–, ellos levantaron el cuello. En un país con una larga tradición autoritaria de obediencia, cobardía y sumisión al poder, Murayama y Córdova optaron por el arrojo y la valentía. Frente a los ataques venideros, la democracia mexicana los extrañará.

© Imágenes de la Galería Fotográfica del INE

 

Pablo MajlufEs columnista semanal de la revista Etcétera y escribe en Letras LibresReforma y Juristas UNAM. Panelista en “La hora de opinar”, de ForoTV, junto con Leo Zuckermann. Asimismo, conduce el podcast Disidencia. Estudió periodismo en el Tecnológico de Monterrey y Comunicación y Cultura en la Universidad de Sydney, Australia. Twitter: @pablo_majluf

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Posted: April 1, 2023 at 9:51 pm

There are 3 comments for this article
  1. Pepe Yacamán at 8:51 am

    Coincido con tu reflexión. Se les agradece la postura tomada y el resultado que entregan.

    Nos toca a la ciudadanía seguir apoyando al Instituto en pos de una democracia más transparente y eficiente.

  2. Jorge at 10:16 am

    Amigos: Agradeceré si pueden publicar un artículo de opinión. Es en relación a Quintana Roo. Adjunto los primeros dos parráfos, en total son tres cuartillas.

    Gracias

    La permanente destrucción de Quintana Roo por sus políticos. Los pepe´s.

    Alux Balam

    “La política es el camino para que los hombres (y mujeres) sin principios puedan dirigir a los hombres (y mujeres) sin memoria”.

    Voltaire

    Durante la presente administración de gobierno, ¿cuál será la historia social, cultural, ambiental y económica que le depara al hermoso estado de Quintana Roo? Al parecer el guion de esta serie de humor negro y tragedia está totalmente concluido. La historia de nuestra sociedad quintanarroense, la mexicana y de la sociedad mundial son claras y precisas. Cuando una nueva actriz o actor se viste con el traje de un personaje que antes ha sido interpretado, sabemos lo que va a suceder: respetara, prácticamente en su totalidad el guion. Quintana Roo está iniciando la repetición de una historia muy conocida: la de la insolencia y desprecio de los políticos hacia la población.

    Los hechos históricos nos ayudan a entender la situación social y su devenir. En uno de los libros elementales de educación básica, “Los bienes terrenales del hombre”, su autor, Leo Huberman, nos dice: “En la lucha por liberar a las ciudades de la opresión de sus señores feudales, cuando residían en ellas, ricos, pobres, comerciantes, patronos y obreros, (todos) habían unido sus fuerzas. Pero los frutos de la victoria fueron (exclusivamente) para las clases altas. Las (clases) bajas supieron más tarde que simplemente habían cambiado de amos; donde antes el gobierno estaba en manos de un señor feudal, ahora estaba en manos de los más ricos burgueses”.

  3. ALEJANDRO PELAEZ GOYCOCHEA at 6:13 am

    El chiste se cuenta solo, Dice el autor de esta apología qué Lorenzo y Ciro están “a punto de ser reemplazados por consejeros de dudosa imparcialidad por sus vínculos con el oficialismo” jejeje, si a lo largo de su historia el ife-ine fue, no sólo de “dudosa” imparcialidad sino de totalmente clara parcialidad, este par llevó esa parcialidad a los límites que este apologistas aplaude. Y su vínculo indisoluble con el anterior oficialismo y actual oposicionismo queda prístinamente claro con la reunión que tuvieron Lorenzo y Ciro en la casa de Edmundo Jacobo con los líderes de esa oposición el día anterior a que bajaran de la contienda a los candidatos de Morena en Guerrero y Michoacán

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