Cuatro poemas
Prageeta Sharma
SONETO CARGADO DE ACCIÓN
Un indio más bien alto me disparó en un sueño;
pensé que podría caminar tranquilamente hacia él
y decirle con voz amable pero fi rme,
soy hindú, y él bajaría su pistola. Pero me dijo
tú eres mi enemiga, y mis manos aún solteras ardieron
un instante al descubrir lo falso de esta inmensidad.
Que sirva para mostrarte lo inesperado de las cosas,
lo terrible que son a veces las personas. Los hechos
ignorados con placer jamás son aventuras, tampoco
paranoias, ni turbantes de seda. Si eres mi pistola,
ponla debajo del colchón, ella descansará bajo nosotros
como el feriado en una eternidad. Una luciérnaga ofrece su luz,
una pistola de juguete, y nuestros cuerpos caen confundidos
antes de que vea al hombre más bien alto de airado rostro indio.
VUELOS FAMOSOS AL INTERIOR
Los días del temprano siglo XVI tienen tela bordada
para marcar el día. Qué remoto y oscuro camino en el bosque
frente a mi ventana. Finales del XIX, nacimiento del modernismo—
por eso Jude, en su oscuridad, se vistió
con aquello que más le irritaba. Los valores
de fi nales del XX me enseñaron que los anuncios
egoístas crecen más rápido que la fi la del comedor
y son más duraderos que la última pregunta
que raya en la obsesión. ¿Qué es un grito
sino un ansia sin respuesta? Aquí están los bordes
del camino, más allá el terraplén. Para el siglo XXI
me sacaré los guantes para ponerte en la repisa de la chimenea
y crecer. Como la escarcha ilumina los arbustos
nos recostamos donde fondo y primer plano se confunden.
Y no me habré perdido a mí misma, ni habré vivido esto anteriormente.
FAMILIA
Hay lepismas* plateados a lo largo del alféizar
en la casa blanca. Él dice, mi nombre es Jug Dish,
y apuntas al oeste cuando dices dish, desh.
Y das una puñalada cuando dices jug. Jag.
No obstante el nombre es indio. Señala al oeste, da una puñalada.
Esta es mi casa. Yo soy una niña. Él es Jug Dish. Somos una familia
india con amigos indios de la India. Jug Dish estudia poesía inglesa.
Yo estudio poesía inglesa. Apunto al oeste, apuñalo un lepisma plateado.
La montaña de tinta es un cuadro, aquí hay memoria para los amigos
de la comunidad india. En la próxima ventana nos asomaremos
es Jodhpur, donde vive Jug Dish.
Pronunciar el comienzo de esa palabra es un asunto tan serio
como empezar tu primer trabajo. Pur como en spur,
como en el mítico vaquero. Un vaquero de la India.
La familia me entrega a ese lepisma plateado.
LA CUESTIÓN ABIERTA
Yo fracaso, imparto fracasos, fracaso con interrumpidas mantas.
Un día más de propósitos lucrativos, pensé.
El coro del tabernáculo no ayuda a aquellos que no creen.
La pregunta está vacía en aquella nube, en aquella pantalla.
Puedo mantenerte en mi tediosa rutina; mejor
miremos, observemos y escuchemos con cuidado.
La mujer está en el bus con un hombre de negocios.
Tal vez su ruta sea larga por la más sabia de las razones.
Aparecer en la masa, en el medio, en la niebla,
la mujer se lleva las manos a la frente, como en un drama.
Algunas veces se ausenta de la misa
pero los feligreses jamás se hacen preguntas.
La iglesia, mientras tanto, no se muestra accessible.
Ni el mercado, ni el lápiz, ni nada superfi cial, ni siquiera
un catalizador humano catalizador ofrecen alguna solución.
O esa es la única ganancia, una fábula de Esopo, Dios mío,
un lobo.
Posted: April 15, 2012 at 5:29 pm