ESTAR A LA ALTURA
Rogelio Garcia Contreras
Comencé a leer Estar a la Altura. Apenas terminé con la introducción, pensé sin detenerme: “la idea es magnifica”. Seguí leyendo y en cuestión de un par de días descubrí que había llegado a la conclusión. A pesar de su indudable estructura académica, Estar a la Altura ofrece la oportunidad única de entender a México desde una perspectiva amena, accesible, rigurosa, diferente. Había devorado el libro y solo deseaba seguir leyendo. La Metodología es impecable. El análisis de la Dra. López-Alonso y su capacidad para explicar los resultados estadísticos, son inmejorables.
No tengo duda que la Dra. López-Alonso nos ha regalado una joya de la historia económica de México. Estar a la Altura nos regala el análisis antropometrico de más de cien años de información. La excepcionalidad de la historia económica que se desenvuelve en sus páginas, radica precisamente en la capacidad de ofrecerle al estudioso en la materia, pero también al lector de a pie, un panorama más detallado sobre la evolución de los niveles de vida biológicos en el país. Algo que muy pocos autores, por no decir que ninguno, ha logrado ofrecer.
En efecto, Estar a la Altura es un estudio sui generis sobre los niveles de vida en México durante uno de los periodos más convulsionados de su historia, el siglo que va de mediados del XIX, luego de haber perdido más de la mitad del territorio, a mediados del XX, luego de haber institucionalizado la revolución. Gracias a la astucia y rigurosa disciplina de su autora, el libro revela una constante histórica en el panorama económico del país: a los pobres de México, se les ignora. Las políticas de Estado, de existir, no solo han sido ineficientes, sino tàcita o abiertamente cómplices de la discriminación racial, étnica y socioeconómica que abruma la realidad del país y opaca cualquier esfuerzo por cambiarla.
El resultado es un fracaso constante de políticas del desarrollo. No solo porque éstas solo corresponden a realidades ajenas al país, sino también porque son fiel reflejo de la falta de voluntad política, la incapacidad más absoluta y la planeación miope, elitista y a corto plazo con la que suelen hacerse las cosas en el México de hoy, de ayer y de siempre. Estar a la altura, proporciona una perspectiva profunda sobre la importancia de saber medir, para saber planear. Sin estudios críticos y pertinentes, ya lo advierte la economista Esther Dufflo, es imposible desarrollar y mucho menos implementar políticas de manera correcta y eficiente. No se trata entonces de convocar una mera voluntad política, o de apelar a ideas vanguardistas que vayan acorde con las tendencias globales. Se trata en cambio de traer luz (evidencia antropométrica) a los niveles de vida que comulgan en el país y al tipo de infraestructura económica con la que se cuenta para mejorarlos.
Parteaguas en el estudio de la historia económica de México, Estar a la altura se convertirá, entre los historiadores y expertos en la materia, en un referente al cual acudir y en el cual inspirarse. En el mundo del desarrollo social, y de los estudios sobre la pobreza y la historia económica de México y la América Latina, habrá un antes y un después marcado por la publicación de este libro. La empresa asumida por la Dra. Lopez-Alonso debió haber sido mayúscula. No cabe duda, sin embargo, que el resultado lo es también. La investigación de la Dra. López-Alonso ha rendido frutos y muy pronto, muchos historiadoras, economistas, sociólogos, politólogos y expertos en desarrollo utilizarán su obra como marco y punto de referencia. Estar a la Altura llena muchas de las lagunas historiográficas sobre los niveles de vida en México. Pero quizás más importante, es el trabajo de investigación, audaz y elegante, que el libro ofrece y que merece ser atendido. Su valor como trabajo de investigación, su rigurosidad metodología y científica, y la visión de largo plazo que todo trabajo de esta índole debe tener, obliga a expertos y políticos a consultarlo, estudiarlo y utilizarlo. Si se tiene interés en el estudio o desarrollo de políticas públicas para mejorar niveles de vida y erradicar pobreza extrema en México o el mundo, este libro es y habrá de ser referencia.
Con fundamentos meramente científicos y un estudio estadístico tan peculiar como interesante, la Dra. López-Alonso nos revela todo lo que la altura de un mexicano adulto puede decirnos sobre la desigualdad económica y los niveles de vida en el país. Al hacerlo, el libro acumula evidencia que contradice el discurso oficial, repara muchos de los huecos históricos, y nos advierte que el problema es mucho mas complejo de lo que nos imaginábamos. Al cabo de los primeros capítulos, ya queda claro que Estar a la Altura también nos recuerda de los riesgos de seguir atacando el penoso problema de la desigualdad, mediante políticas de estado que disten de promover agendas multidisciplinarias. Por ende, este también es un libro que aboga por el valor de las ciencias sociales en temas económicos. O mejor aun, Estar a la Altura logra demostrar, a lo largo de sus paginas ágiles y bien escritas, la importancia y valor de la economía cuando se le entiende, se le adopta y se le utiliza como ciencia social.
Estar a la Altura también nos recuerda que no hay mejor receta contra la demagogia y el populismo, que el conocimiento de los hechos y la realidad fría, cruda y honesta que se oculta tras los datos. Armada de una paciencia que imagino estoica, y evidenciando una imaginación tan creativa como innovadora, la Dra. López-Alonso en efecto logra llevarnos de la mano por una investigación antropometría que revela, sin tapujos ni politiqueras, una nueva forma de estudiar la desigualdad y los niveles de vida en Mexico. Pero acaso el éxito mas rotundo de este extraordinario trabajo de investigación es su capacidad de exponer, sin necesidad de adentrarse en la grilla política o en la defensa de ideología económica alguna, la cruda realidad de un país que ha sido incapaz de resolver el problema de la pobreza y la desigualdad.
Es verdad, en una despliegue de tacto y elegancia, la Dra. López-Alonso logra criticar, sin hacerlo.I es una critica solida y constante a toda la serie de políticas publicas que se planearon y ejecutaron de manera tan difusa, ignorante y estéril en nuestro país durante el periodo comprendido por el estudio. El libro nos recuerda que la desigualdad fue y sigue siendo el gran lastre de México y que contrario a lo que dicen y han dicho nuestros gobernantes, hasta el momento y por mucho tiempo no existen ni existieron políticas públicas que atiendan el problema de forma eficiente e integral.
Así de franco es este libro. No valen discursos políticos ni justificaciones demagógicas. A pesar de los vanagloriosos discursos oficiales, la Dra. López-Alonso pone el dedo en la yaga y nos invita a recordar que gobierno y sociedad simplemente no han sido capaces de resolver los altos, indignantes y vergonzosos niveles de pobreza y desigualdad que existen en el país. Gobiernos van, gobiernos vienen y las condiciones son las mismas.
Estar a la Altura no solo es un libro que revela la tragedia de un siglo de políticas mal planeadas, ineficientes, erróneas, tendenciosas e inconclusas. El libro también obliga a reflexionar sobre la razón por la cual gobierno y sociedad hemos sido incapaces de resolver este asunto de manera expedita, definitiva y eficaz. En cambio, como lo advierte su autora, arrastramos esta desigualdad y estos paupérrimos niveles de vida, hasta que no podemos más, hasta que es evidente que el problema se ha salido de control, y hasta que no queda la menor duda de que gobierno y sociedad no hemos podido, porque quizás no hemos sabido, estar a la altura.
Posted: October 28, 2015 at 5:27 pm