Mapas 1
Sandra Lorenzano
como en las trazas de un cuerpo quemado
el mapa produce territorio
María Auxiliadora Álvarez
Mapas, me dicen.
Ciudades, pueblos, calles.
Cartas marinas.
Continentes apenas imaginados.
Montañas, ríos.
Y nuestros pasos encima para poblar el encierro,
para volverlo aire y juego.
Fuego.
Recuerdo las piernas tatuadas.
Las voces de la selva. Los gritos.
Las desplazadas.
Éxodo.
La memoria en la piel.
Hoy no es el amor.
Aunque te extrañe.
Aunque me duelan las manos de tanto no tocarte,
como ya lo escribieran.
Hoy son los mapas.
Los pasos del miedo.
Vuelvo a la madriguera.
Sobre el piso dibujo tu cuerpo.
¿Podré aún recordar cada curva, cada pliegue, cada cicatriz?
La memoria es punzón que me graba en la carne la ruta distante de tu aliento.
“Todo mapa es una isla”, escribe Alberto Blanco.
Y yo leo “Todo mapa es una vida”.
Como nuestra historia.
Iba a hablar de errores. De confusiones.
La India que es América.
Mares que son ríos.
Lenguas nunca antes oídas
Aunque al decir “nuestra historia” pensé en tu voz
En nombres equivocados
En sinuosos recorridos al borde del abismo
“Todo mapa es una vida”.
El cuerpo quemado
marcado
bruciato
grieta
quiebre
quie
bre
verano que arrasa
y se pega a las piernas de las que huyen
un bulto
más un niño o dos
atravesar el monte
agua
quiebre
grieta en la tierra sedienta
quemada
marcada
bruciata
tatuados los caminos
los signos cardinales
cardenales
azules
golpes tan fuertes en la vida
heridas que no cierran
sed que mastica polvo
monte sin viento
abrasado
¿Te acuerdas todavía?
Yo podría recorrerte con mi lengua distante
para aprender una a una tus palabras secretas
tu voz más oscura
tu sabor más violento
soy el aquí de tu allá cada vez que amanece
en nuestros infinitos mapas superpuestos
Mis pasos circulan sobre mis pasos
una vez y otra y otra más
Alguna vez fuimos distintas
hoy sólo soy este caminar sin fin
que no logra alejar el desasosiego.
Anhelo un horizonte
que está ausente hace décadas
como las sombras amadas
Mapas, me dicen.
Ciudades, pueblos, calles.
Cartas marinas.
Las trazas de un cuerpo quemado.
Tantas veces pensando en cenizas
y encuentro ahora estos restos
Nada casi
Arrullo
Pedacito de hueso
Abril 2020
*La fotografía pertenece al proyecto “Signos cardinales” de la colombiana Libia Posada.
Sandra Lorenzano es autora de Aproximaciones a Sor Juana (2005) y Políticas de la memoria: tensiones en la palabra y en la imagen (2007), de la novela Saudades (2007), del libro de poemas Vestigios (2010) y de La estirpe del silencio (2015). Forma parte del Sistema Nacional de Creadores de Arte y es reconocida como una de las 100 mujeres líderes de México por el periódico El Universal.
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Posted: April 12, 2020 at 6:54 pm