¿Una historia similar? Las encuestas en la elección 2000

¿Xóchilt Gálvez frente a Claudia Sheinbaum en el gobierno de López Obrador? Podría ser, pero en realidad se está describiendo a Vicente Fox contra Francisco Labastida en la administración de Ernesto Zedillo.

El partido oficial parecía imbatible a pesar de la dura campaña encabezada por el principal candidato opositor, perteneciente al PAN y apoyado por otros partidos. El candidato del gobierno a la presidencia no tenía mucho carisma precisamente, pero sí abundante experiencia de gobierno. La economía crecía con un peso estable y el Presidente estaba bien valorado por la población. Todo apuntaba a que la oposición sería derrotada. Además su principal candidato no acababa de despertar confianza. En ocasiones se le iba la lengua, era demasiado natural, improvisado, aparte de mostrar poco recato por las formas políticas. Igual bromeaba que soltaba alguna vulgaridad o grosería. ¿Podía esperarse que ejerciera la presidencia como se debía?

¿Xóchilt Gálvez frente a Claudia Sheinbaum en el gobierno de López Obrador? Podría ser, pero en realidad se está describiendo a Vicente Fox contra Francisco Labastida en la administración de Ernesto Zedillo.

Encuestas y más encuestas… por Labastida

¿Perder el PRI en el año 2000? Parecía algo imposible tras siete décadas en el poder, y además después de un gobierno competente (tras un formidable tropezón inicial) por parte de Zedillo Ponce de León. Labastida había obtenido la candidatura, además, en unas primarias abiertas a toda la población, ganando claramente por sobre Roberto Madrazo Pintado, Manuel Bartlett Díaz y Humberto Roque Villanueva. No era, por ello, el beneficiario del tradicional dedazo presidencial, sino de un ejercicio democrático.

Las numerosas y frecuentes encuestas apuntaban la gran mayoría en la misma dirección: la victoria de Labastida Ochoa, con Fox en segundo. Siempre en un distante tercer lugar estaba quien en su tercera campaña presidencial buscaba la vencida: Cuauhtémoc Cárdenas, por el Partido de la Revolución Democrática.

Ya con las candidaturas definidas, entre noviembre y diciembre de 1999, la página de Wikipedia correspondiente a la elección registra nueve encuestas, con ocho favorables al candidato del PRI.

En promedio, esas encuestas daban a Labastida 45.2% del voto, con Fox obteniendo 37.3%, una muy respetable diferencia de 7.9 puntos. Cárdenas en tercero con solo 14.0%.

Por supuesto el número de encuestas aumentó en los meses subsecuentes, con 13 registradas en enero-febrero de 2000. De nuevo, solo una daba la victoria a Vicente Fox.

Los números se habían cerrado, pero poco. Labastida Ochoa ganaba con un promedio de 45.1% de la votación, con el guanajuatense atrás con 37.8%, una diferencia de 7.3 puntos. Cárdenas seguía en tercero, igual subiendo marginalmente, a 14.6%.

El patrón se repite con las 14 encuestas que tienen lugar durante los dos meses siguientes, con solo dos dando la victoria a Fox, y 12 al candidato tricolor.

Las noticias no eran buenas para los opositores, puesto que el candidato oficial recuperaba terreno, obteniendo un promedio de 45.5% de la votación, con Fox Quesada 7.8 puntos atrás, con 37.7%. Cárdenas retrocedía igual, ahora con 14.3%.

Las encuestas se cierran significativamente en el cierre de la campaña, durante mayo y junio (la votación tenía lugar el primer domingo de julio) pero en su gran mayoría siguen favoreciendo a Labastida. De las 19 que se realizan, 13 favorecen al candidato del PRI y seis al del PAN. De las 11 que fueron publicadas en la segunda quincena de junio, ocho favorecen a Labastida.

Los promedios apuntan a que ganará el priista, aunque con números mucho más apretados. Labastida obtiene en las 19 encuestas de ese bimestre un promedio de 40.7%, mientras que Vicente Fox recibiría 39.3%, una diferencia de 1.4 puntos. Quien permanece en un distante tercer lugar es Cárdenas, con 17.0%.

Con el pulso puesto en las encuestas, se hubiera pronosticado que Labastida ganaría, quizá por un margen muy pequeño, pero que no podía descartarse una victoria holgada por sobre el panista. Un triunfo de la oposición no era descartable, pero sí poco probable.

Una holgada y sorprendente victoria

La misma noche de la elección, el Presidente del Instituto Federal Electoral, José Woldenberg, anunciaría la victoria de Fox Quesada. Los resultados finales de la elección fueron:

Vicente Fox Quesada                                 42.52%
Francisco Labastida Ochoa                      36.11%
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano           16.64%
Otros candidatos                                        2.55%
No registrados                                            0.08%
Nulos                                                            2.10%

Una victoria clara y contundente con una diferencia de 6.4 puntos porcentuales, esto es, cerca de lo que tantas encuestas habían pronosticado para Labastida en la mayor parte de la campaña. Una peculiaridad fue la última encuesta antes de la elección, publicada por el diario Milenio, que fue extraordinariamente atinada en los números, pero no en dos de los tres los nombres, dando 42% a Labastida y 36% a Fox, con 16% para Cárdenas.

La sorpresiva victoria de la oposición sería reconocida inmediatamente por el presidente Zedillo y poco después por Labastida.

La historia no se repite, pero a veces rima

Lo aparente es que una fracción importante de aquellos encuestados a lo largo de meses había mentido. ¿Por qué? La principal explicación para ello es que la gente tenía miedo de decir que votarían por la oposición (fuese Fox o Cárdenas) y que el PRI, de ganar de nuevo la presidencia, les quitara los apoyos sociales que estaban recibiendo por parte del gobierno, que asociaban con el PRI. Tratando de explicar la falla en sus encuestas, el periódico Reforma lo denominó el “factor miedo”.

Un “factor miedo” que, dadas las circunstancias, bien puede estar presente en la campaña presidencial de 2024.

Sergio Negrete Cárdenas. Profesor de Tiempo Completo en la Escuela de Negocios del ITESO. Trabajó en el Fondo Monetario Internacional. Profesor en varias universidades de España y México, destacadamente la Universidad Pompeu Fabra y la Escuela Superior de Comercio Internacional, en Barcelona, la UNAM y la Escuela de Periodismo Carlos Septién en la Ciudad de México. Doctor en Economía y Maestría en Economía Internacional por la Universidad de Essex. Diplomado en Política Exterior de Estados Unidos por la Universidad de Maryland. Licenciado en Economía por el ITAM y en Ciencias de la Comunicación por la UNAM. Twitter: @econokafka

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Posted: April 21, 2024 at 9:45 pm