Voces por Venezuela: Leopoldo López Gil
Rose Mary Salum
La imagen de él vestido de blanco y entregándose a las autoridades de forma voluntaria regresa a mi mente cada vez que lo mencionan. Y una premonición. Quizá nunca salga. Cientos de miles de personas saliendo a la calle para acompañarlo. Lilian Tintori también vestida de blanco lo abraza y no lo quiere dejar ir. La gente parada frente al auto que intenta llevárselo y él pidiendo en un altavoz que los dejen dirigirse hacia la cárcel, hacia un futuro de encierro y torturas, de tratos vergonzosos para toda la familia López.
Años después me entero de que su padre, Leopoldo López Gil, viene a Houston a continuar con la lucha y dar la cara por su hijo. Se presenta en el World Affairs Council, gracias a las gestiones de Manuel Villamil Rubio, director del periódico El Venezolano. Y entonces no puede uno dejar de experimentar una emoción indescriptible que surge cuando se es testigo del sufrimiento de personas que sólo piden lo indispensable para vivir.
Desde hace más de dos meses han comenzado las protestas en las calles de Venezuela. López Gil se quiebra cuando habla de los jóvenes muertos durante las marchas pero insiste en hablar de ellas, la única opción que le queda al país. Dice:
Leopoldo siempre pensó en la calles para presionar al gobierno. Nadie lo veía así pero ahora la gente ya lo entiende. Eso implica muchos riesgos. En los últimos 60 días más de 70 personas han muerto, más de dos mil personas han sido heridas, más de 20 mil han sido detenidas. Hay más de 300 presos políticos.
El mundo apenas vuelca sus ojos a ese país de Sudamérica. Es como si por primera vez en el ámbito internacional la gente comenzara a tomar conciencia de las carencias y la inconformidad venezolanas. Como si por primera vez el mundo cayera en la cuenta de que en Venezuela no hay democracia, justicia o libertad alguna.
La conversación se lleva a cabo en un foro del World Affair Council, según dije antes. El director lo presenta y el auditorio está repleto. Lo que confirma mi error: la gente sí se entera y hay muchos que apoyan a familias como los López, así sea a la distancia lingüística y geográfica.
El padre de Leopoldo López tiene una trayectoria en los medios con 25 años como consejero del periódico El nacional, fundado por la familia Otero en la década de los años 40. La publicación comenzó siendo de izquierda; su fundador fue miembro del partido comunista. Al rededor de 22 miembros del periódico han tenido que salir al exilio ya que corren el riesgo de ir a prisión. La libertad de prensa es prácticamente nula en Venezuela y todo lo que vaya en contra de su sistema es penado. López Gil continúa su recuento:
El 12 de febrero del 2014 Leopoldo participó en una protesta que fue convocada por estudiantes. Él los acompañó junto con Corina Machado y Antonio Ledezma, el entonces regente de Caracas. Al final de la manifestación la gente se fue a su casa; Leopoldo estaba ya de regreso en su oficina cuando un guardia del ministerio de interiores, uno guardaespaldas, mató a dos personas. Uno de ellos estaba participando en las marchas y el otro era miembro de los colectivos. A las dos horas de haber sucedido, el presente de la asamblea, Diosdado Cabello, dijo en televisión nacional que Leopoldo había sido el culpable de esos asesinatos. En un principio Leopoldo se escondió pero al cuarto día se entregó a las autoridades. Anunció en las redes sociales que se entregaría y, para sorpresa de todos, medio millón de personas lo acompañaron. Ese mismo día lo llevaron a Ramo Verde, una prisión ubicada a una hora de Caracas. En otras circunstancias diría que es un paisaje bonito. Leopoldo fue ubicado en un edifico separado. Uno de ellos tiene casi doscientos prisioneros políticos y militares. El segundo edificio sólo tienen a Leopoldo y a otras cuatro personas. Según el gobierno, son conspiradores. Leopoldo recibió una sentencia de casi catorce años. Ahora él ha quedado confinado. En los últimos meses ni sus abogados ni sus familiares podíamos verlo. Un periodista bien respetado tuiteó que Leopoldo había sido llevado a un hospital sin señales vitales. Pero ese fue solo un rumor.
Al padre se le quiebra la voz y alguien del público le dice que no está solo. Y no lo está. Lo confirman las más de 500 personas que lo escuchamos, las muertes de los jóvenes venezolanos, la lucha y el sufrimiento del país entero.
Leopoldo es la figura de la oposición más popular de Venezuela, dice el anfitrión y el padre recuerda la anécdota de cuando su hijo decidió lanzarse a la política
Hay una historia de la niñez de Leopoldo. Tendría 6 o 7 años. La niñera les preguntó a todos los niños qué querían ser de grandes. Cuando llegó el turno de mi hijo, dijo que quería ser presidente. Pero se preparó para ello: fue a Harvard, a la Kennedy School of Government. Trabajó en PDVSA hasta que logró involucrarse en la política. Fue el presidente de Chacao y lo ganó con el 52%. Yo lo quise disuadir porque su distrito le daba muy poco apoyo. Pero con todo, ganó con el 52% y luego fue reelegido con un porcentaje del 80%.
Ese apoyo no existe ahora para el gobierno en turno. La gente se ha cansado. Hay angustia, pesimismo, enojo, sobretodo a partir de que Maduro convocó a la creación de una nueva constitución. Incluso los mismos simpatizantes no están de acuerdo con esa propuesta.
Todos sabemos que la inteligencia cubana está involucrada. Muchos de ellos se encubren como doctores o industriales. Con esos infiltrados se controla lo que se dice. Nos hemos vuelto los esclavos de Cuba. Chávez le dio mucho de lo nuestro a Cuba.
Según el Washington Post, Venezuela cuenta con la inflación más alta del mundo y es el segundo país con mayor inseguridad. Existen fuerzas ajenas que operan en el territorio venezolano, como el régimen cubano y el ejército de Hezbollah, quien hace del país el centro más importante de tráfico de cocaína y lavado de dinero. México funge como uno de los distribuidores más importantes, llevando más de cinco toneladas semanales a Estados Unidos. Pero aun en la fatalidad, López Gil da muestras de optimismo. Cuando se le interroga sobre el supuesto fracaso de las Mesas de unidad y las dificultades de Venezuela para salir adelante, él piensa distinto.
Se ha dicho que en el país no hay unidad pero las Mesas de unidad han sido un éxito, se probó en el 2015 cuando existían 17 partidos. Se sentaron a la mesa y salieron unidos y escogieron a los candidatos con un método decidido por ellos. Ahora tenemos el 75% de representación en la asamblea nacional. Si eso no es un éxito, no sé qué lo puede ser.
Cuando la industria del narcotráfico maneja no sólo a un país sino las operaciones de todo un continente, es difícil pensar que la democracia pueda sacar a este país de su ruina. Y con todo, aún existen hombres como Leopoldo López Gil, padre de Leopoldo López, que sí cree en ello. Y quizá uno deba creer con él que, a fuerza de trabajar en favor de un sistema justo y democrático saldrán adelante. Los tres millones de venezolanos en el exilio no piensan de ese modo. La impotencia con la que se vive en aquel país ofrece un panorama cuya solución no parece inmediata. “Ustedes debían estar escuchando a mi hijo y no a mí”, reitera López Gil con un desconsuelo que deja en silencio al auditorio. Y entonces vuelve la imagen de su hijo entregándose a la justicia y, para mí, otra manera de entender la realidad: la única forma de lograr el cambio es luchando por él a costa incluso de lo más preciado: la libertad y la vida.
Rose Mary Salum es la fundadora y directora de Literal, Latin American Voices. Es la autora de El agua que mece el silencio (Vaso Roto 2015) y Delta de las arenas, cuentos árabes, cuentos judíos (Literal Publishing 2013) entre otros títulos.. Su twitter @rosemarysalum
© Literal Publishing. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación. Toda forma de utilización no autorizada será perseguida con lo establecido en la ley federal del derecho de autor.
Posted: June 18, 2017 at 10:26 pm
Vaya sarta de estupideces, increíble que estas sean las motivaciones del opositor Venezolano: “inteligencia cubana está involucrada…como doctores o industriales” de risa loca!
Venezuela es un país que tiene el índice más alto de violencia en el mundo y la gente sufre carencias de todo tipo. La ingerencia extranjera es evidente y está comprobada ¿Qué estás tratando de defender? ¿Que tiene de jocoso este tema? Lo que da risa es tu ignorancia y falta de argumentos.