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Miss Dorian Gray

Miss Dorian Gray

Jaime Perales Contreras

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La Sustancia (2024) elige el persistente tema de la búsqueda de la eterna juventud y belleza. Lo cual la película también se podría haber titulado Miss Dorian Gray, en el que, en la novela de Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray (1890), el personaje principal mortificado por la idea de envejecer decide realizar un pacto con El Diablo. Mientras que el rostro de Dorian Gray se conserva prístino y limpio, su retrato va reflejando paulatinamente la erosión del tiempo y la oscuridad de su alma.

En La sustancia, una celebridad en decadencia del cine y la televisión, Elizabeth Sparkle (Demi Moore), es despedida por el Presidente de una compañía televisiva (Dennis Quaid), debido a su edad. Forzada por las presión social y laboral, al igual que Dorian Gray, decide, en cierta manera, realizar un pacto satánico, al optar por una substancia que se vende en el mercado negro, la cual la hace crear temporalmente una versión más joven de ella (Margaret Qualley). En un principio, la situación es satisfactoria hasta que el narcisismo inextinguible de fama actúa como una droga insaciable, lo cual desemboca en efectos devastadores para el personaje principal del filme.

 

La sustancia puede producir distintas sensaciones en el público. Cuando la fui a ver observé a más de tres personas que abandonaron la sala lanzando pestes e imprecaciones. La película, es verdad, tiene escenas en extremo violentas, desnudez que podría parecer de mal gusto y ataques exagerados hacia la mujer. Lo cual todo esto en conjunto nos hace calificar a la película como excelente. Es un filme en el que lo grotesco y lo obsceno se convierte en una virtud.

La película deliberadamente contrasta y combina el concepto de edad con el de género. Los jefes de Elizabeth Sparkle son atroces y lascivos, los cuales exigen en sus empleadas femeninas que sean jóvenes y atractivas. El arquetipo brutal y desagradable que encarna Dennis Quaid, por cierto, evoca mucho a Harvey Weinstein, el exitoso fundador, junto con su hermano Bob, de la productora independiente Miramax, que se encuentra actualmente en prisión por abuso sexual. No por ello, el nombre de su personaje simplemente se le conoce como Harvey.

La película, dirigida por la francesa Coralie Fargiat, fue seleccionada para la Palma de Oro en Cannes y ganó el Premio al mejor guion original. El filme recuerda mucho a los dos David: Lynch y Cronenberg, maestros en el arte de la bizarrerie y del horror corporal.

Para aquellos que consideran que La sustancia es una película escandalosa, se puede parafrasear el prólogo de Wilde para El retrato de Dorian Gray: una película no es moral o inmoral, simplemente está bien o mal hecha. Eso es todo.

 

Jaime Perales Contreras. Escritor, ensayista y comunicador. Trabajó durante doce años en la Organización de Estados Americanos (OEA), en la sede en Washington, D.C., en las áreas de Democracia y Seguridad humanitaria. Entre sus distinciones, ha obtenido la John William Fulbright Scholarship, la beca del Consejo Británico y la del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Se acaba de publicar una nueva edición corregida y aumentada de su ensayo biográfico Octavio Paz y su círculo intelectual (Ediciones Coyoacán/ITAM) (2017)) y su último libro de relatos se titula El gallo que fingió ser Jorge Luis Borges (Fontamara, 2015).

 

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Posted: October 2, 2024 at 11:13 pm

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