En el dorso del cielo y otros poemas
Ida Vitale
EN EL DORSO DEL CIELO
No es casual
lo que ocurre por azar:
un fragmento de nada se protege
del no ser, se entrecruza
de signos, impulsos,
síes y noes, atrasos y adelantos,
trazos de geometría celeste,
coordenadas veloces en el tiempo
y algo ocurre.
Lazos para nosotros pálidos,
son obvios para lo que no vemos,
y nosotros la ventana abierta
desde donde la tela blanca vuela
cubierta de diseños.
Pero uno llama azar
a su imaginación insuficiente.
ERROR CALCULADO
Palabras de mar profundo
a cada instante suben a morir
por cientos, contaminados peces.
Entre ellas no se auxilian,
temen el riesgo, mueren.
No saben lo que saben.
Quien las ama y acoge
¿las libra del silencio
que las pone entre olvido
y magia encarcelada?
¿Juega con más peligro?
Un soplo vaga por la tarde.
Sigue la leve leva:
que tu entusiasmo
no se rinda al retenido canto.
FORTUNA
Por años, disfrutar del error
y de su enmienda,
haber podido hablar, caminar libre,
no existir mutilada,
no entrar o sí en iglesias,
leer, oír la música querida,
ser en la noche un ser como en el día.
No ser casada en un negocio,
medida en cabras,
sufrir gobierno de parientes
o legal lapidación.
No desfilar ya nunca
y no admitir palabras
que pongan en la sangre
limaduras de hierro.
Descubrir por ti misma
otro ser no previsto
en el puente de la mirada.
Ser humano y mujer, ni más ni menos.
SI CIEGAS
Si cielo, si azul, si ciegas,
bajo un sol de soles,
silencio.
Distantes nubes coloquiales fingen
el arabesco imprevisible
que la vida impone en tu vida.
No anticipes más sueños, mira
distante, ese pájaro alto, convexo,
que busca otro límite, sombra.
TRUEQUE
Las diez: pariente pobre
del aguerrido mediodía.
Entre las plantas brilla
un ojo de vidrio o breve
pájaro veneciano.
Súbito nace lo diminuto
o invisible, mínimas flores,
brotes de hojas y aún
el ácaro horrendo.
Esto aquí.
Quizás ahora un cuerpo
culmine, mina de muerte,
en el errátil universo.
Sin órbita,
nuestra imaginación
trueca lo áureo por letras,
letras por polvo,
volar por lastre sordo,
explosión por silencio sin canto.
ÚLTIMA NOCHE DE ALGÚN AÑO
Después del día limpio,
en la esperada noche subió,
nítida en su único signo,
la cohetería de júbilo uniforme.
El pequeño destello rozó apenas
las silenciosas alfombras de la noche
antes de morir,
como apartado, también él,
de la distante fiesta.
¿Aspiraba a estar solo,
tan seguro de sí?
¿Toda esperanza es mórbida?
Posted: April 3, 2012 at 2:21 am
EL DÍA DESPUÉS DE LA NOCHE
Soy este animal nocturno
herido y acurrucado
entre su propia sangre,
huesos y pellejos,
masticando pesadillas
que me devoran los dientes.
Mi voz es un profundo
abismo de silencios
donde yace mutilada mi lengua
libre del espanto
de destruir la belleza
fugitiva del vocablo.
Desnudas mis manos arden
hasta ser mariposas de humo
asesinas de cielos y flores,
mis manos son pájaros de niebla
picoteando los ojos
indiferentes de los dioses.
De mí huye la noche
hacia la nada y se evapora.
Implacable nace,
como un niño muerto,
la miseria de otro día.
Y otra vez mi cansancio
intentará malabares
mientras me oculto
tras un rostro pintarrajeado
sobre una máscara blanca
para volver a ser
un payaso sucio,
hambriento y mediocre,
ensordecido entre las calles
del circo de las carcajadas.
Pero no voy a mendigar mi nombre.
Eve V.Gauna Piragine