Essay
LA PAZ EN LA GUERRA, EL RITMO LITERARIO EN EL TERROR

LA PAZ EN LA GUERRA, EL RITMO LITERARIO EN EL TERROR

Lolita Bosch

Buscarse en un texto, en una voz, es sentir la imperiosa necesidad de reconocerse. De identificarnos y que nos identifiquen. De ser y que se entienda que somos. Existir. Porque sin ninguna duda la literatura sirve para muchas, muchas cosas que todavía no han sido investigadas. Estoy segurísima de esto.

Puede intervenir la sociedad que habita.

Y políticamente hablando: debe hacerlo.

Hoy, años después, estoy segurísima de esto.

Y creo también que es posible sistematizar el resorte que activa finalmente la escritura literaria para convertirlo en un ábaco. Lea de nuevo: es posible sistematizar el resorte que activa finalmente la escritura literaria para convertirlo en un ábaco. Digo ábaco porque es un instrumento que no permite que los conceptos se desvinculen entre ellos; y digo resorte porque la inercia comienza antes. Y es precisamente esta inercia la que nos lleva al momento en el que sólo es posible escribir.

Como única condición de permanencia.

De seguir con vida.

Lo sé hoy porque durante años y con perpleja minuciosidad, me he percatado del rigor con el que las víctimas de la guerra y los alumnos de mis seminarios se preguntan cosas similares: ¿Cómo doy a entender esto que me ocurre? ¿Cómo asumo que nada se da por hecho y que por haber vivido algo no tengo porque saber contarlo? ¿Cómo digo cómo estoy o cómo me ha hecho sentir esta vivencia concreta? Y se sorprenden por cosas igualmente similares: ¿Por qué no pueden entender lo que estoy viviendo? ¿Por qué no me creen si en la realidad fue así? ¡Yo lo viví! Ambos, todavía sin los recursos literarios necesarios (que no narrativos) para entender que la realidad no es un argumento literario.

Que la experiencia no es un argumento literario.

Y que el dolor o el proceso de aceptación y duelo tampoco.

Porque no saben que la única verdad literaria son ellos mismos.

Su dolor, hubiera dicho Theodor W. Adorno cuando afirmaba que en la contradicción del dolor reside nuestra única certeza.

Y este dolor, esta unicidad, esta certeza no sólo es escribible sino que es muy necesario leerla, compartirla, digerirla y asumirla como uno de los ladrillos irrompibles que construyen nuestras sociedades.

 

Lolita Bosch de negroLolita Bosch nació en Barcelona en 1970, pero vivió mucho tiempo en Albons (Baix Empordà). También ha vivido en Estados Unidos, India y, durante diez años, en la Ciudad de México. Ha publicado, entre otras novelas, Tres historias europeasLa persona que fuimosLa familia de mi padre o Esto que ves es un rostro, así como su antología personal de literatura mexicana Hecho en México y el ensayo narrativo Ahora, escribo. Su Twitter: @LolitaBosch


Posted: April 13, 2016 at 10:27 pm

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