Literatura de viajes desde los márgenes
Ricardo López Si
Durante los últimos meses ha ocurrido un fenómeno digno de celebrarse en el panorama literario de nuestra lengua: la confluencia de tres grandes libros de crónica viajera surgidos desde los márgenes. No es que la independencia sea un atributo por sí mismo, pero me parece bastante reseñable que tres editoriales artesanales, que abrazan y defienden los bordes, libren batallas a contrapelo en busca de promover la literatura de viajes desde una posición eminentemente periférica.
El primero en ver la luz fue El miembro fantasma, de Federico Guzmán Rubio, guardián y prescriptor de literatura latinoamericana y, desde luego, un observador curioso sobre el terreno. Editado por Los libros del perro, el cuaderno viajero de Guzmán Rubio ensambla cuatro crónicas-ensayos sobre El Salvador, Uruguay y Argentina, con una clara voluntad intelectual y política. De modo que aquí resuena aquello de que las convicciones son las ideas convertidas en puños.
Dicho todo esto, no estamos ante un libro militante sino combativo, cuya erudición no es tanto alarde como remembranza. Con una gran sensibilidad, una fina ironía y sobrada destreza narrativa, valiéndose de una amplísima bibliografía sentimental que incluye nombres como los de Jorge Luis Borges, Rodolfo Walsh, Felisberto Hernández, Juan Caros Onetti, Claudia Hernández y Horacio Castellanos Moya, Federico condensa la gran utopía latinoamericana a partir de tres países con aliento progresista que fueron oprimidos por dictaduras militares.
En paralelo, el autor se adhiere sin vergüenza al molde de turista y se desmarca hábilmente del estereotipo del viajero omnipotente, machista y solitario: «Como si fuera una obligación, los viajeros tienen que ser arrojados, vivir aventuras, demostrar(se) su hombría, conquistar mujeres, coquetear con el crimen, conocer los bajos fondos y, si se puede, cazar algún león y sobrevivir a algún atentado terrorista».
Meses más tardes irrumpió Cuarteles de invierno. Viajes con mi hijo, escrito por el periodista cubano Rubén Cortés y publicado por la debutante Editorial Purgante. El más reciente título del narrador de Cuba sin ti. Memorias del olvido, Nueve meses en la eternidad y Crónicas de guerra. Afganistán e Irak en el frente de batalla es una una suerte de bitácora sobre los viajes por el mundo de un padre con su hijo en ese territorio ambiguo llamado infancia.
Esculpido con prosa hemingwayana, por el camino se asoman parajes míticos como el archipiélago de Malta, Sicilia, el mar Muerto, el desierto jordano de Wadi Rum, Hawái o las playas de Oaxaca, pero también un sinfín de referencias literarias, históricas y de la cultura popular que nos ayudan a entender la mitología de los sitios que visita, en los que confluyen la gran obra tardía de Caravaggio, la sensibilidad del trovador comunista Silvio Rodríguez, el legado del boxeador Muhammad Ali y el testamento narrativo del italoamericano Mario Puzo.
No descubro nada diciendo que Cortés, feligrés de la prensa escrita y las historias de sobremesa, es uno de los mejores periodistas narrativos en habla hispana y una de las banderas más reconocibles del lema espartano ‘Viajar para contarlo’.
El más recientes de todos es Una vida posible, propuesto por el flâneur catalán José Alejandro Adamuz y publicado bajo el sello artesanal de Ediciones Menguantes, una editorial española de libros cuidados y cocinados a fuego lento que ha apostado por la narrativa viajera como signo de identidad.
El autor se adscribe a la tradición del perpetuador de historias, siguiendo la huella, desde Ciudad de México hasta Ushuaia, en el extremo austral del continente, de exploradores míticos como Charles Darwin, viajeros irredentos como Bruce Chatwin, escritores nómadas como Julio Cortázar y detectives salvajes como Roberto Bolaño. Encima su libro, además de ser un manifiesto contra el olvido, fue bendecido con la inestimable virtud de ser absurdamente subrayable.
Repasando la hoja de servicio de Adamuz, se me ocurre poca gente que haya hecho más por democratizar el viaje literario, ya sea desde su faceta periodística en Viajes National Geographic o desde su atalaya tuitera como divulgador. La gran hazaña del libro, si me preguntan, es idealizar la escritura como afirmación del viaje.
Celebremos, pues, que tres cuadernos nómadas se hayan impuesto a la indiferencia de la industria y hayan coincido en tiempo y espacio para enaltecer el verdadero género fundacional de la literatura: los libros de viajes. A menos, claro, que los lectores de El Quijote y La Odisea opinen lo contrario.
Ricardo López Si es coautor de la revista literaria La Marrakech de Juan Goytisolo y el libro de relatos Viaje a la Madre Tierra. Columnista en el diario ContraRéplica y editor de la revista Purgante. Estudió una maestría en Periodismo de Viajes en la Universidad Autónoma de Barcelona y formó parte de la expedición Tahina-Can Irán 2019. Su twitter es @Ricardo_LoSi
Las opiniones expresadas por nuestros colaboradores y columnistas son responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de esta revista ni de sus editores, aunque sí refrendamos y respaldamos su derecho a expresarlas en toda su pluralidad. / Our contributors and columnists are solely responsible for the opinions expressed here, which do not necessarily reflect the point of view of this magazine or its editors. However, we do reaffirm and support their right to voice said opinions with full plurality.
Posted: June 25, 2023 at 7:47 pm