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Un bocado difícil
COLUMN/COLUMNA

Un bocado difícil

Rose Mary Salum

The Whale, la nueva película de  Darren Aronofsky, también director de Requiem for a Dream (2000), The Wrestler (2008), Noah (2014), Black Swan (2010) y muchos otros filmes que ya se han vuelto un clásico, nos presenta una semana de la vida de Charlie, un profesor de literatura inglesa interpretado por Brendan Fraser. Este personaje enseña semanalmente en la universidad y da sus clases online. Muy pronto nos damos cuenta de que enseña con la cámara apagada porque no quiere que sus alumnos lo vean.  Se trata de un hombre de más de 272 kilos confinado a su casa dadas las limitaciones que el sobrepeso le impone.

La primera escena, nos muestra a un hombre enorme que se encuentra sentado en la sala de su casa mientras se masturba por el estímulo de las escenas gay y porno que se emiten desde su lap top. Un feligrés cristiano, Thomas, un joven interpretado por Ty Simpkins, entra abruptamente a la casa con la idea de convertir al dueño al catolicismo pero, la escena es tan grotesca y le causa tal impresión, que lo único que quiere es largarse de allí. En ese momento, Charlie sufre un dolor en el corazón y Thomas, el chico cristiano, lo salva al leerle en voz alta un ensayo amateur que trata del tema de Moby Dick y de cuyo autor, por cierto, no sabemos nada. Y así comienza esta película que fue inspirada por una obra teatral de Broadway.

En una entrevista que le hicieron al director, confesó haberse quedado prendado de la obra  del norteamericano Samuel D. Hunter cuando, en sus propias palabras, al verla, lloró con el colectivo como tenía años de no hacerlo. Y fue en ese momento que se propuso llevar la adaptación al cine, hecho que le tomaría algunos años; principalmente porque tendría que encontrar la forma y el tono de tal modo que la adaptación quedara impecable, o al menos, como él la imaginaba. Otro de los retos sería el de encontrar al actor ideal. Lo encontró. Su selección fue tan atinada, que una de las cosas más sobresalientes de la película The Whale, fue la actuación de todos sus actores pero específicamente del de su protagonista canadiense. Incluso, recibió una ovación de más de 5 minutos en el Festival de Venecia, hecho que conmovió al actor hasta las lágrimas y llevó a los expertos a ponerlo como el actor favorito para los premios de la academia.  Esto no deja de ser interesante porque es como si sus críticos, quisieran separar su actuación del papel que realizó el propio director, Darren Aronofsky.

Hong Chau en la película The Whale

Otra actuación sobresaliente, fue la de la enfermera/amiga que cuida de Charlie. Este papel fue interpretado por Hong Chau. La actriz actúa como la hermana del estudiante por quien Charlie lo dejó todo, incluyendo  a su esposa y su hija de 8 años. Ellas forman parte importante de la historia y casi en las primeras escenas, salen a cobrar las deudas que Charlie deja tras su partida. Y es así como la historia se va entretejido desde  una casa pequeña de la que solo vemos su interior, pero que tiene una profundidad sicológica tan sustancial que funciona como el alter ego de la sociedad estadounidense.

Porque más allá del melodrama (en el sentido estricto de la palabra) y las críticas que ha recibido la película por manipular los sentimientos de su audiencia y por criticar a las personas con sobrepeso, la historia  muestra un sentido trágico de la vida: uno es el producto de sus decisiones. Y una vez tomadas, no hay vuelta atrás, así el peso que ellas infligen en la persona sea extremo. Así parece mostrarlo este profesor de literatura quien, después de haberse enamorado de un hombre de su mismo sexo, la devastación que deja en casa no llega a sanarse. El dolor que experimenta cada personaje es evidente en su comportamiento: tal es el caso de la hija que vive enojada con el mundo, el de la esposa que se ha dado al alcoholismo y el del mismo profesor, quien el sobrepeso lo ha inmovilizado como lo ha hecho darse cuenta de las consecuencias de sus decisiones. No hay escapatoria, el fatum latino recae sobre de los personajes inmovilizándolos de tal forma que recuerdan  las figuras obesas de las pinturas de Botero. Es la gordura que paraliza a su víctima, ya sea por protección, ya sea por miedo. 

En ese proceso la crítica a la sociedad norteamericana es contundente. Se conserva, se protege y venera a una religión narcisista que piensa que puede salvar al mundo para su propio beneficio, gloria y poder. En ese país, las familias no se comunican entre sí acentuando entonces el individualismo que lo formó desde sus orígenes. Se hace presente la contundencia de una colectividad embrutecida por su fijación con el sexo. Asimismo, la relación de este colectivo con los alimentos se manifiesta como el escudo a las frustraciones y las ansiedades. Por último hay una crítica contundente al sistema médico que ha subsistido, y ganado terreno, gracias a las enfermedades crónicas (entre ellos la obesidad del personaje) que resultan de una población que se ha industrializado a costa de su famosa creencia en que el tiempo es dinero.

La película, ya lo decía, ha sido muy criticada, pero lo que sobresale de esas opiniones, es la absoluta incapacidad de poder verse en un espejo así. Un espejo que devuelve las fallas que el American Dream no calculó y que, al recibir la cuenta de su propia existencia, favorece una visión edulcolorada (tan común en las películas de súper héroes donde todo es perfecto) para poder seguir adelante. Además, claro está, de seguir invirtiendo en un futuro donde lo que se fomenta es el materialismo y nunca las relaciones humanas. Y ese reflejo es un bocado muy difícil de digerir. 

 

Rose Mary Salum es la fundadora y directora de Literal, Latin American Voices. Es la autora de Donde el río se toca (Sudaquia, 2022), Otras lunas (Libros del sargento, 2022) Tres semillas de granada, ensayos desde el inframundo (Vaso Roto, 2020), Una de ellas (dislocados, 2020). El agua que mece el silencio (Vaso Roto, 2015), Delta de las arenas, cuentos árabes, cuentos judíos (Literal Publishing, 2013) (Versión Kindley Entre los espacios (Tierra Firme, 2003), entre otros títulos. Sus obras se han traducido al italiano, búlgaro y portuguésSu Twitter es @rosemarysalum

 

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Posted: January 26, 2023 at 9:56 pm

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