HAMARTIA HATCHET
Carmen Boullosa
Translated by Lawrence Schimel
Losing, Losing
I lost my life to the roulette wheel. It wasn’t voluntary.
I’m addicted
to gambling,
had only that left to bet.
I lost my life, just that.
I was looking the other way
when the dice escaped from my fingers.
The demon gathered them up before I could see their faces.
“I won,” he told me.
Cackling,
leaving no room for chance, the devil seized me.
Lineage
I wasn’t a robinsoncrusoe,
nor did I bite the apple like some eve,
nor follow in drake’s footsteps,
nor discover the x-rays that later revealed your bones.
No, I didn’t take part in assaults on foreign ports,
I didn’t travel, I didn’t explore, I didn’t capsize in storms, I neither discovered nor renewed.
I did nothing at all.
I was expelled from eden but not of my own accord.
Old Age
Like a fish out of water,
dehydrating, the dry skin of the elderly loses its firmness, it wrinkles. Jawbones want to undress themselves, disgusted by their ugly covering. Skulls are in a hurry to be uncovered.
But we elderly are not like fish out of water, because without water a fish dies.
Our lives are not rivers,
that go to empty into the sea.
A dry riverbed, mankind,
forgetting everything, senile,
returns to its childhood.
*From HAMARTIA HATCHET by Carmen Boullosa (©2020 White Pine Press).
Carmen Boullosa (Mexico 1954) is a leading Mexican poet, novelist and playwright. She has authored more than 30 titles.
Perder, perder
Perdí mi vida a la ruleta. No fue voluntario.
Soy adicta
al juego,
sólo tenía ese bien para apostar.
Perdí la vida nomás.
Miraba hacia otro lado
cuando los dados se me escaparon de los dedos.
Los recogió el demonio antes de yo divisarles la cara.
“Gané la partida”, me dijo.
Entre carcajadas,
sin darle espacio al azar, me llevó el diablo.
Estirpe
No fui un robinsoncrusoe,
tampoco mordí la manzana como una eva,
ni perpetré drakoneadas,
ni descubrí los Rayos X que después develarían tus huesos.
No, no participé en asaltos en puertos extranjeros, no viajé, no exploré, no zozobré en tormentas,
ni descubrí o renové.
Yo no hice nada.
Me echaron del paraíso
sin que lo provocara mi voluntad.
Vejez
Como el pez fuera del agua,
deshidratándose, la piel seca del viejo pierde tensión, se arruga. Las quijadas quieren desnudarse, repugnándoles el feo vestido. La calavera anda con prisa por quedar descubierta.
Los viejos no somos como los peces fuera del agua, porque el pez sin agua muere.
Nuestras vidas no son ríos,
que van a dar a la mar.
Un caudal seco, el Hombre, olvidándolo todo, senil,
regresa a su infancia.
*Estos poemas pertenecen al libro HAMARTIA HATCHET de Carmen Boullosa (©2020 White Pine Press).
Carmen Boullosa (Mexico 1954) es poeta, narradora y dramaturga. Es autora de más de 30 títulos.