Interview
Octavio Paz y su círculo intelectual

Octavio Paz y su círculo intelectual

Jaime Perales Contreras

El poeta y Premio Nobel de Literatura Octavio Paz recientemente cumplió 20 años de haber fallecido. La presente entrevista se realizó como un homenaje luctuoso y sirvió para presentar la nueva edición del libro biográfico de Jaime Perales Contreras Octavio Paz y su círculo intelectual en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, en la Ciudad de México, el 19 de abril, día en que murió el escritor mexicano.

¿De qué manera influyó Octavio Paz en la cultura en México?

Octavio Paz tuvo la actitud del escritor Alfonso Reyes, quien afirmaba que la literatura mexicana era importante por ser literatura y no por ser mexicana. Paz trasgredió las barreras del nacionalismo mexicano;  es decir, todo lo que no tenía el tinte mexicano era visto con malos ojos y Paz, junto con la generación anterior a él, los Contemporáneos, refutaron esto. A su vez, a través de su poesía, de sus ensayos, de sus traducciones y de su labor como director de las revistas Plural y Vuelta puso la cultura en México al día. Él citó la frase de Bernardo Ortiz de Montellano, en el que no le importaba que México se escribiera con “j” o con “x”, pero que se redactara con pluma atómica. En otras palabras, la cultura puede ser moderna y, a su vez, conservar su identidad. Y creo que esa fue una de las mayores enseñanzas que dio Octavio Paz a la cultura en México.

Qué condiciones, tanto personales como de políticas culturales o de relaciones exteriores, le permitieron a Octavio Paz desarrollarse en diversos ámbitos y llevar a cabo sus proyectos?

Bueno, Paz siguió la recomendación de Pablo Neruda, quien le sugirió que ejerciera la carrera diplomática para conocer el mundo. Y eso le ayudó a establecer muchas amistades con las grandes personalidades de la cultura del siglo XX,  como Samuel Beckett, John Kenneth Galbraith, André Breton, Émile Cioran, Pablo Picasso, Balthus,  entre otros intelectuales, escritores y artistas. Después, con su renuncia por la matanza del 68 como Embajador ante la India, fue por un tiempo académico e impartió clases en  universidades como Harvard, Pittsburgh, Cambridge y Austin, las cuales le permitieron conocer a intelectuales como Noam Chomsky, Leszek Kolakowski o George Steiner.  Todos ellos, a su vez, colaboraron en las revistas Plural y Vuelta.

¿Cuáles eran los valores de las revistas Plural y Vuelta?

Yo creo que los valores de las revistas Plural y Vuelta, en general, fueron las de ser publicaciones que intentaron poner al día la cultura en México. Paz se refería a sus revistas como publicaciones culturales en el amplio sentido de la palabra al afirmar que “todo lo cultural es social”, en el sentido en que hay distintos estratos de la cultura: el económico, el político, el artístico y, evidentemente, el aspecto literario. Todos estos matices fueron analizados por ambas revistas, los cuales a su vez eran ejes temáticos de la obra de Octavio Paz.

Si fue un intelectual cercano al poder, ¿qué representó, a nivel de políticas públicas su presencia, su obra o sus propuestas?

Me parece que muchos políticos se deslumbraban con la presencia cultural de Octavio Paz. Ex presidentes de varios países, como José Sarney, en Brasil, fueron amigos personales del escritor.  En México, obviamente, por su presencia cultural, era invitado a distintos eventos organizados por la Presidencia de la República. También fue invitado por varios de ellos a conversar sobre la situación de la política y la cultura en México. En el caso del ex presidente Luis Echeverría, en mi libro anoto que cuando Echeverría invitó a comer a Daniel Cosío Villegas, José López Portillo, Julio Scherer, y al propio Octavio Paz, entre otros, Paz habló del papel del intelectual y lo diferenció del ideólogo. Para Paz, el intelectual debía ser marginal al poder. Es decir, no aceptar cargos políticos, de lo contrario, se convertía en un ideólogo. Él habló en esa reunión privada de dos ejemplos: Daniel Cosío Villegas y Jesús Reyes Heroles. Cosío Villegas, para Paz, era un intelectual; Jesús Reyes Heroles, un ideólogo. Grandes matices, a pesar de que tanto Cosío Villegas como Reyes Heroles  eran cultos y eruditos.

¿Considera que fue valorado por sus colegas en su época?

Yo creo que no. Como dice el dicho, nadie es profeta en su propia tierra. Y eso ha pasado no sólo con Paz sino con figuras de la talla de Carlos Fuentes, Jorge Luis Borges o Mario Vargas Llosa, escritores que recibieron fuerte críticas en sus propios países. De hecho, el escritor cubano Guillermo Cabrera Infante en una carta dirigida al uruguayo Emir Rodríguez Monegal, le comentó sobre los ataques a Paz que le hacía la comunidad intelectual mexicana: “….no sé qué le ve Octavio a México, con el dinero que tiene bien podría vivir cómodamente en Madrid. ¡Morir en Madrid es mejor que vivir en México!…” Paz, a pesar de las críticas y debates que tuvo con la comunidad intelectual mexicana, vivió en la Ciudad de México los últimos veintisiete años de su vida y tuvimos la fortuna de leer y escuchar sus agudos comentarios políticos y culturales.

¿Qué representó en su momento el Premio Nobel para el país y cómo marcó la trayectoria de Paz?

El Premio Nobel de Literatura representó mucho para Octavio Paz y para México. Hasta la fecha continúa siendo el único Premio Nobel de literatura en México. En mi libro menciono que Paz, antes de recibir el Nobel, estaba interesado en dejar la revista Vuelta y dedicarse más a sus libros, porque pensaba que la revista ya había cumplido su ciclo cultural. No quería que a Vuelta le ocurriera lo que le sucedió a Revista de Occidente: el proyecto se desfiguró al morir Ortega y Gasset. Sin embargo, con el Nobel, el interés de Paz por continuar con la revista se renovó y la vida de Vuelta concluyó hasta la muerte de Octavio Paz.

A propósito del título de su libro, ¿quiénes eran los intelectuales cercanos a Paz y qué caracterizó a ese grupo?

Yo creo que Paz fue un hombre de grandes amistades. Las revistas que fundó eran lo que él llamó una manera de fomentar “amistades compartidas”.  Mucha gente de la generación de la Revista Mexicana de Literatura fueron grandes amigos de Octavio Paz, como Carlos Fuentes, Tomás Segovia, Jaime García Terrés, Juan García Ponce y Gabriel Zaid, entre otros. Después, con Plural y con Vuelta, cultivó la amistad de gente más joven que él, quienes fueron también sus empleados. Es interesante observar que Paz, en sus cartas, trató a algunos de sus amigos de “usted” y a otros de “tú”. No sé si el “tú” es una discreta clave biográfica para orientarnos con quiénes tenía mayor afinidad cultural e intelectual.

¿Por qué le interesaba a Octavio Paz estar presente en otros medios, como la televisión o las revistas, además de los libros?

El interés de Paz por las revistas intelectuales se puede responder con una frase de Guillermo de Torre: “La revista descubre, polemiza; el escritor de revistas anticipa, es el guerrillero madrugado, el pionero que zampa terrenos intactos. La revista es vitrina y es cartel. El libro ya es en cierto modo un ataúd, quizá más duradero y más perfecto, pero menos jugoso y vital”. En el caso de la televisión, Paz la consideraba como la nueva analogía. La televisión fue algo novedoso que complementó a sus libros. Y, obviamente, proyectó sus ideas con gran éxito a través de este medio debido a que Paz era un gran “palabrista”. En mi biografía lo comparo, en el sentido del uso de los medios masivos, con Jean-Paul Sartre, quien supo también proyectar sus ideas de manera muy afortunada a través de la radio y la televisión.

¿Qué visión tenía del país?

Yo creo que le interesaba que México fuera moderno cultural y políticamente.

¿Cuál es su legado?

Bueno, su legado está en los libros que publicó, en las revistas en las que fue editor y en los programas de televisión en los que participó, repito, Paz, al igual que Borges, fue también un extraordinario palabrista. Octavio Paz es un ejemplo de lo que Russell Jacoby describió en su libro The Last Intellectuals  a mediados de la década de 1990. Es decir, hombres de ideas que hablaron y escribieron de todos los temas culturales importantes. Hombres que el modernismo cultural y la especialización temática cada vez ha ido liquidando. Ya hay pocos escritores e intelectuales públicos vigentes como Octavio Paz. Pienso tal vez en Noam Chomsky o en Mario Vargas Llosa y, en otras épocas más lejanas, en escritores como Alfonso Reyes y Goethe.

¿Qué le llevó a usted a escribir una biografía de Octavio Paz?

El interés personal por su obra. Yo la inicié muy joven, cuando escribí mi tesis de licenciatura en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) sobre la revista Vuelta. Tuve la oportunidad de entrevistarlo y, entonces, le llamó la atención la elección de mi tema porque consideraba que había estudios sobre su obra pero no sobre su revista. Nadie en ese momento se había ocupado de estudiar extensamente la revista Vuelta. Después me gané una beca Fulbright para estudiar en los Estados Unidos en la universidad de Georgetown en Washington D.C., y ahí, mientras realizaba mi maestría, y posteriormente mi doctorado, continué mi interés por la obra de Paz e investigué en los archivos disponibles hasta ese momento que se encontraban en las galerías y universidades norteamericanas y me gradué con una tesis doctoral titulada Octavio Paz y el círculo de la revista Vuelta. Una versión de mi tesis doctoral fue finalista del XX Premio Comillas de Biografía e Historia en Barcelona España en el 2007.  Finalmente, traté de investigar  en los archivos que sabía que había en México y en el extranjero sobre Octavio Paz y complementé la lectura de esos archivos con mi tesis doctoral. A partir de ello, concluí la versión final de mi libro Octavio Paz y su círculo intelectual. La concluí en el 2008, pero se pudo publicar hasta el 2013 debido a muchísimos obstáculos y complicaciones editoriales que incluso dieron pie a un artículo que escribió una periodista del Reforma. Mi libro, como usted puede observar, se encuentra dividido en tres capítulos: Los años de inicio, Plural: símbolo de una época y Octavio Paz y el círculo de la revista Vuelta. Cada capítulo fue ideado como un libro independiente, pero para las editoriales era algo caro que se publicara como trilogía. Por ello, accedí a publicarlo en un volumen. Yo lo había pensado de esa manera, porque había leído la biografía de Brian Boyd sobre Vladimir Nabokov en dos volúmenes y  el enorme y famoso estudio de Norman Sherry sobre Graham Greene de tres. Pensé que Paz, incluso, daba mucho mayor material para escribir que Nabokov y que Greene. El libro me llevó muchos años –puede hacer la cuenta– porque también trabajé en temas diferentes a la biografía de Octavio Paz mientras realizaba mi investigación. Colaboré en la Organización de Estados Americanos  (OEA) por varios años en la sede en Washington D.C en el área de democracia y en un proyecto, por cierto muy interesante, de seguridad humanitaria, sobre ¡minas antipersonales y artefactos explosivos! Era el encargado del área de comunicación y prensa del programa, por lo cual también me han entrevistado sobre este tópico, y en el que también he publicado varios artículos en español y en inglés. Debido a que en esa época, y creo que hasta la fecha, era el único especialista mexicano en el área de minas antipersonales. Y bueno, escribir sobre poetas es muy distinto a escribir sobre un proyecto que está orientado más al aspecto militar que tiene que ver más con el Departamento de Estado norteamericano. Lo cual no me quejo. Estos temas enriquecieron mi formación personal, cultural, literaria, profesional y académica de manera única.  El libro Octavio Paz y su círculo intelectual, contra viento y marea, tiene tres ediciones: dos impresas y una electrónica.

1 María del Rosario Reyes Arroyo. Coordinadora nacional de la sección Cultural del Periódico El Financiero, en la Ciudad de México.

Jaime Perales Contreras. Escritor, ensayista y comunicador. Trabajó durante doce años en la Organización de Estados Americanos (OEA), en la sede en Washington, D.C., en las áreas de Democracia y Seguridad humanitaria. Entre sus distinciones, ha obtenido la John William Fulbright Scholarship, la beca del Consejo Británico y la del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Se acaba de publicar una nueva edición corregida y aumentada de su ensayo biográfico Octavio Paz y su círculo intelectual (Ediciones Coyoacán/ITAM) (2017)) y su último libro de relatos se titula El gallo que fingió ser Jorge Luis Borges (Fontamara, 2015).

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Posted: April 30, 2018 at 10:22 pm

There is 1 comment for this article
  1. Esther at 9:17 am

    En el silencio de inocentes, en el restringió de sus vidas, se encuentra la verdad…escondida
    Alma rota, cuerpo que desaparece, piel desecha!!! En un lado de la vida que desconocía… voz que se pierde en el viento descifrando el encierro del momento en donde un sello queda plasmado el silencio.

    Esther Márquez

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