Current Events
Los apoyos del FONCA, un reconocimiento que no debería llamarse beca

Los apoyos del FONCA, un reconocimiento que no debería llamarse beca

Alberto Ruy Sánchez

Dice Brian Nissen que todos tienen derecho a correr los cien metros, pero muy pocos pueden hacerlo en diez segundos. El Sistema Nacional de Creadores de Arte nació, como el Sistema Nacional de Investigadores, para reconocer e incentivar un desempeño profesional de excelencia y reforzar su continuidad. Es un apoyo pero es también un reconocimiento. Ese apoyo ni siquiera debería llamarse beca. Es un término que se presta a confusiones. Se trata más bien de una membresía temporal para realizar un proyecto, ganada por concurso. Cuando caduca, cuando el proyecto ha sido realizado, no se renueva la misma membresía. Después de un periodo de espera se puede concursar por otra membresía, con otro proyecto. Siempre y cuando se haya cumplido cabalmente el anterior y el nuevo cumpla las reglas para concursar.

El que quiera prohibir que la misma persona concurse es como quien prohíbe a un corredor que ya ha ganado medallas de oro en carreras anteriores que vuelva a correr. El argumento de que ya no concurse porque ya tuvo una medalla antes es evidentemente absurdo. Otro argumento fácil, el de que le está quitando a otra persona la oportunidad de ganar es igualmente absurda porque la otra persona también concursa. Todos los que llenen los requisitos pueden concursar. Todos tienen derecho a correr esos cien metros. El proyecto de cualquiera, conocido o no, campeón anterior o no, puede ser rechazado por el jurado que es anónimo antes del concurso y es público después de él. Un jurado elegido al azar, y con reglas claras que evitan el conflicto de intereses.

Eso es en esencia el Sistema Nacional de Creadores de Artes. Un Sistema para reconocer creadores maduros y asegurar la continuidad de su obra proyecto por proyecto. Con exigencias claras e implacables de trabajo y resultados. Con periodos de espera entre cada proyecto y un programa de retribución también muy claro.  No es dinero para los más necesitados económicamente, ni para todas las edades y etapas de una carrera profesional. Por eso se creó además, ahí sí en forma de beca, una categoría de jóvenes creadores. Quienes incluso tienen tutores en cada especialidad para apoyarlos en sus proyectos. Esa sí es una beca de iniciación.

El reportaje de la agencia de gobierno Notimex es fraudulento porque desconoce intencionalmente lo anterior. O no se preocupó por conocerlo. Es fraude con dolo o fraude por negligencia. Su juicio personalizado y condena moral a los creadores que han ganado varias veces las medallas de oro de la membresía del SNCA, de manera limpia y con obras creativas conocidas es, por lo menos improcedente e inadmisible.

Hay muchas soluciones para que más personas reciban reconocimientos del SNCA, aumentar el presupuesto (siempre insuficiente en términos comparativos) es una de ellas. No es la mejor destruir la idea de excelencia en las membresías trasparentes del Sistema Nacional de Creadores de Arte.

Hay otra cosa capital que está en juego: EL FONCA fue creado como un reconocimiento de la obligación del Estado de incentivar a los creadores. Y para que fuera una política de Estado y no de gobiernos específicos, una política que permaneciera a través de los sexenios, se le dio la forma de un Fideicomiso cuyos dineros no puedan ser fácilmente apropiados por algún gobernante abusador. Es un organismo que tiene más autonomía que una oficina de gobierno. También se instituyeron reglas claras con la intención de que los creadores tuvieran completa libertad de creación y ningún gobernante obtuso quiera subordinar sus creaciones al dogma ideológico y naturalmente limitativo de su gobierno. Esa sería la verdadera y radical corrupción del Sistema Nacional de Creadores, convertirlo en órgano de propaganda de un gobierno. El que sea. La libertad de creación y lo que la facilita no es un privilegio, es ya un derecho. Esa sería una verdadera regresión de los derechos humanos y culturales, no de los creadores de excelencia sino de los mexicanos. No creo que sea de ninguna manera la intención de la actual Secretaría de Cultura. Esa ambición vendría en todo caso, como el reportaje difamatorio, de otra oficina de gobierno, más poderosa que una agencia de noticias oficialistas. No está de más señalar que los acuerdos internacionales firmados por México ante la ONU y la UNESCO condenarían y declararían ilegal toda regresión de este tipo.

No dejemos que esa autonomía se pierda en nombre de ningún argumento demagógico de cualquier tipo por más noble y justo que pudiera parecer a primera vista. No dejemos sobre todo que ningún ataque difamatorio o estratégico sobre algunos nos divida, divida nuestra atención, la de todo el medio de Creadores de Arte, en la defensa de la libertad de creación y la defensa de las instituciones que la garantizan.

 

ARSAlberto Ruy Sánchez es narrador y poeta. Es autor de más de treinta libros de ensayo, poesía, cuento y novela. Desde 1988 es Director General de la revista Artes de México y Presidente del Consejo de la empresa editorial que la publica. Ha recibido más de 2o reconocimientos nacionales e internacionales.

 

© Literal Publishing. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación. Toda forma de utilización no autorizada será perseguida con lo establecido en la ley federal del derecho de autor


Posted: June 25, 2019 at 10:30 pm

There are 2 comments for this article
  1. Emiliano at 2:58 pm

    ¿Membresía ganada por concurso? ¡POR FAVOR! Supuestamente los becarios se eligen mediante un proceso imparcial, pero muchas veces ganan porque son parientes del jurado calificador o tienen un buen contacto en cultura. Además, el único seguimiento que tienen los becarios son a través de un tutor, quien si bien puede informar para que se le retire la beca al beneficiario, la realidad es que no le queda de otra que aprobar lo que sea que finalice el becario, pues en esta posmodernidad cualquier cosa puede ser llamada arte. Todo, en pocas palabras, se resume en lo siguiente: el FONCA es una mafia. El caso más obsceno de todo lo anterior es Yucatán, en donde quienes han sido becados por el FONCA son los mimos que obtienen año con año el PECDA o apoyos municipales para divulgar sus mismas obras sin rigor ni originalidad. Lo que en verdad se necesita son escuelas comprometidas con la formación artística. ¡Menos becas y más escuelas de arte!

  2. Emiliano at 3:29 pm

    ¿Reconocimiento? ¿Membresía por concurso? ¡POR FAVOR! Supuestamente los beneficiarios se eligen por medio de un proceso imparcial, pero la realidad es que quienes obtienen la beca misteriosamente siempre tienen un familiar, maestro o un buen contacto en cultura o en el Comité de evaluación. Además, el único seguimiento que tiene el beneficiario es un tutor, que si bien tiene el poder de remover la beca, muchas veces no le queda de otra que aprobar cualquier cosa que haya finalizado el becario, pues en esta época a cualquier cosa se le puede llamar arte, sin importar lo burda o poco original que sea. Un caso que bien resume todo lo anterior es Yucatán, en donde quienes los mismos que han sido becarios del FONCA también han obtenido en múltiples ocasiones el PECDA o cualquier otro fondo municipal o estatal. En pocas palabras, el FONCA es una mafia. Si de verdad se quiere apoyar a la creación, entonces deben crearse escuelas o academias comprometidas con la formación artística. ¡Menos becas y más escuelas de arte!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *