Current Events
Feminismo for dummies

Feminismo for dummies

Sergio Téllez-Pon

• Laura Lecuona, Las mujeres son seres humanos, Secretaría de Cultura/Dirección de publicaciones, México, 2016.

• Chimamanda Ngozi Adichie, Todos deberíamos ser feministas, Literatura Random House, México, 2015.

El feminismo actualmente goza de muy mala fama, decir esa palabra hace fruncir el ceño de más de uno pero si esto sucede es porque hay muchos prejuicios alrededor de este pensamiento, a saber: que sólo les pertenece a las mujeres y que la misión de estas mujeres tan radicales es implantar un machismo a la inversa y que, al no conseguirlo, viven frustradas, de allí que tengan ese humor tan insoportable (en todo caso, ese supuesto machismo de las mujeres sería “hembrismo”). Desde luego, el feminismo no es nada de eso porque, por fortuna, no es un pensamiento tan reduccionista, que se limite a blanco-negro. Si el término “feminismo” hace tanto ruido a mucha gente, entonces mejor usemos “equidad de género” porque, como lo define Chimamanda Ngozi Adichie en su librito, el propósito es propugnar por una sociedad más equitativa, justa tanto para hombres como para mujeres.

El feminismo existe porque el mundo es desigual con ellas: el 52 por ciento de la población es del sexo femenino, sin embargo, se les ve como una minoría y no tienen el espacio y la misma representación que los hombres a pesar de ser más en cantidad: en Twitter había hasta hace poco una cuenta, El club de Tobi, en la que se mostraba que en cada acto público (alguna conferencia o un panel o un pódium) la representación de las mujeres era mínimo. Uno de los ejemplos que mostraron y que más llamaron mi atención fue el de la Academia Mexicana de la Lengua donde, de los treinta y seis sillones de los académicos, sólo cinco los ocupan mujeres (y, a propósito, hace unos días la Real Academia Española dijo que revisará la definición machista en su diccionario canónico del concepto “sexo débil” que aparece como “conjunto de mujeres”).

Laura Lecuona escribe que “en gran parte de las democracias los hombres y las mujeres son iguales ante la ley, pero esa igualdad no se da en la práctica”. Así que este es un mundo donde las mujeres ganan menos por el mismo trabajo y esto hasta las actrices de Hollywood lo han denunciado: a principios de este año, Natalie Portman declaró a una revista inglesa que aceptó que le pagaran tres veces menos que a su compañero Ashton Kutcher la película Amigos con derechos (2011) a pesar de que ambos tenían el mismo papel protagónico. En el feminismo algunas mujeres denuncian, otras teorizan y otras, en las circunstancias recientes, salen a marchar, con consignas y carteles como el de una señora que decía que no pensaba que a su edad tuviera que volver a salir a la calle a protestar otra vez por lo mismo. En su libro Deshacer el género (2004; Paidós, 2006), Judith Butler escribió que “la teoría feminista nunca está del todo diferenciada del feminismo como movimiento social. La teoría feminista no tendría contenido si no hubiera movimiento, y el movimiento, en sus varias direcciones y formas, ha estado siempre involucrado en el acto de la teoría”.

32592827331_02d39ec210_z

©Dave Atkinson

En sus respectivos libritos (porque son cortitos y porque están escritos para que cualquiera los pueda entender), Laura Lecuona y Chimamanda Gnozi Adiechie dan varios ejemplos de las mujeres vistas siempre en segundo plano, como ciudadanos de segunda. Son casos cercanos porque no escriben para especialistas sobre este pensamiento que a lo largo de más de un siglo ha tenido grandes pensadoras. Algunos de sus casos me recordaron a la Nobel bielorrusa Svetlana Alexiévich, quien en La guerra no tiene rostro de mujer (Debate, 2016) les da voz a las mujeres pues por mucho tiempo las combatientes rusas no tuvieron derecho a contar o recordar la historia de todo lo que vivieron durante la Segunda Guerra Mundial; siempre recordaron y repitieron su historia con el lenguaje masculino y no se les reconoció su participación en el frente (de la misma manera en que se cree que las mujeres mexicanas sólo fueron Adelitas o soldaderas durante la Revolución cuando en realidad también hubo hasta coronelas). Gnozi Adichie y Laura Lecuona coinciden en que muchos de esos prejuicios en torno a la capacidad de las mujeres y al feminismo, se terminarían con una educación sexual temprana y sin prejuicios, para romper con los roles sexuales que determinan qué es lo “masculino” (vestir de azul, jugar futbol, trabajar, etc.) y qué es lo “femenino” (vestir de rosa, jugar a la comidita, quedarse en la casa a cuidar a los niños, etc.).

Gnozi Adichie enumera algunas anécdotas de cómo vive en carne propia el ser mujer en un país africano, donde pocas veces la toman en cuenta, pero también se pueden mencionar caso más extremos como los de niñas africanas o asiáticas que son vendidas cual objetos para casarse con un hombre mucho mayor, o mujeres en todo el mundo que no tienen derecho a abortar aún cuando hayan sido violadas o abusadas por sus padres o padrastros o, en el caso de que lo lleguen a hacer, son encarceladas por decidir sobre su cuerpo, como sucede en varios estados de nuestro país. (Cuando escribo esto un eurodiputado polaco ha dicho en tribuna que las mujeres son inferiores así que deberían ganar menos y en Nicaragua una mujer fue quemada viva por su secta religiosa azuzada por un predicador. En fin, que los ejemplos misóginos surgen a cada rato y en todas partes.) Si se piensa en esos y muchos otros casos, entonces se puede ver que el feminismo aún tiene mucho trabajo por hacer en nuestras sociedades.

Imagen de portada: Zula Lucero

fotoSergio Téllez-Pon es poeta, ensayista, crítico literario, narrador y editor. Es coautor de los libros: Dos escritores secretos. Ensayos sobre Efrén Hernández y Francisco Tario (Tierra Adentro, 2006) y México se escribe con jota. Historia de la cultura gay mexicana (de próxima publicación en editorial Planeta). Cotraductor del libro Mi vida (Bonobos / Conaculta-Fonca, 2007), de Lyn Hejinian. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, francés, portugués e italiano. Actualmente es director literario de editorial Thélema y editor de la revista bimestral Acentos.

©Literal Publishing. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación. Toda forma de utilización no autorizada será perseguida con lo establecido en la ley federal del derecho de autor.

 


Posted: March 8, 2017 at 11:19 pm

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *