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En prosa breve

En prosa breve

Anadeli Bencomo

Juan Villoro,
Llamadas de Amsterdam,
Almadía, México, 2009.

 

Antes de comentar la novela en cuestión, quisiera referirme a la editorial mexicana que promueve este título de Villoro, pues considero que Almadía ha logrado colocarse en poco tiempo como una excelente alternativa a la hora de seguirle el pulso a la narrativa mexicana reciente. Fundada en 2005 en Oaxaca y a cargo de un grupo de jóvenes editores, Almadía ha labrado su perfil propio a partir de sus impecables ediciones, que resaltan en las mesas de las librerías gracias a sus sugestivas y hermosas portadas. La colección Mar Abierto, donde se incluye al libro de Villoro, se dedica a difundir la reciente producción de autores hispanoamericanos contemporáneos.

Llamadas de Ámsterdam es una novela que narra la historia de un amor entre dos personajes cuya relación llega a un aparente desgaste. La historia, por supuesto, no es novedosa pero el acierto en este caso está en contarla en unas pocas páginas bastante entretenidas. El género de la novela breve no es necesariamente el más popular en estos tiempos que promueven el best seller generalmente voluminoso y, por eso, da gusto reencontrarse con este formato tan bien representado en México por novelas como la de José Emilio Pacheco, Batallas en el desierto. En cuanto novela breve, el relato debe ceñirse al predominio de la ambientación, en lugar de preocuparse primordialmente por un desarrollo más detenido de los personajes (eso queda para las ficciones más largas) o por narrar más puntualmente una peripecia, como sería el caso de los cuentos. Hay en buena parte de las novelas breves una inclinación por la peripecia emotiva que termina otorgándole al texto un tono predominante.

En esta novela de Villoro, Juan Jesús es el protagonista de la trama y el que toma el teléfono para realizar unas llamadas nostálgicas desde un equívoco lugar. Y hay precisamente en estas llamadas un detalle que sugiere que esta novela debe haber sido escrita unos años atrás cuando el imperio de los teléfonos celulares no se había instalado monopólicamente en nuestras vidas urbanas. Se une así a la nostalgia del protagonista un ánimo semejante en el lector, que recuerda una serie de lugares más anclados en los ochenta (el barrio la Condesa, las actitudes yuppies, el PRI protagónico) que a comienzos del siglo XXI. Esta novela breve que es en muchos sentidos retrato de una época, se revela entonces como una pariente cercana de aquellas crónicas que Villoro nos entregara a mediados de los ochenta en Texto transcurrido.

Por otra parte, el tema del hombre a quien le cuesta superar una ruptura amorosa me hizo pensar en una película de reciente estreno, 500 days of Summer. En ambos casos nos encontramos con una manera ingeniosa de narrar los episodios de un prolongado despecho. El protagonista de la novela de Villoro es un romántico irreprimible, un pintor frustrado y un amante abandonado que se niega a clausurar su historia de amor, una historia que guarda secretos e incertidumbres, como el atisbo de un posible incesto entre padre e hija. Sin embargo, el narrador no se detiene a explorar estos ramales de su anécdota central y se concentra en los episodios de unas llamadas que hablan de soledad, de penitencia amorosa y de una necesidad por retomar una historia tan plausible como la vida en Ámsterdam.

Si bien ésta no es una novela imprescindible, ni la mejor de las novelas de este autor, yo la recomiendo para aquellos que quieran encontrar una historia bien narrada que se deja leer con gusto.


Posted: April 19, 2012 at 5:43 pm

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