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Los siete pecados echeverristas de AMLO

Los siete pecados echeverristas de AMLO

Sergio Negrete Cárdenas

AMLO se afilió al PRI con 20 años en 1973, en pleno echeverrismo. En su natal Tabasco vivió, como cabeza del Instituto Nacional Indigenista, el impresionante boom petrolero del sexenio lopezportillista. Desde entonces data su pasión (obsesión) por el petróleo. Pero la mayor cercanía de ideas y acción es con Echeverría, como lo demuestra en siete formas diferentes. Siete pecados del sexenio 1970-1976 que son fielmente reproducidos en 2018-2024.

Andrés Manuel López Obrador habla pestes de los expresidentes, un elemento central de su estrategia de culpar a otros de sus errores. Incluso promovió una consulta (que acabó en impresionante ridículo) sobre si juzgarlos o no. A todos critica con dureza, excepto a uno que siempre se cuidó de nombrar: Luis Echeverría Álvarez.

 

El actual Presidente de México sabe perfectamente que no es conveniente presumir su afinidad con uno de los peores mandatarios del siglo XX, frecuentemente emparejado con su sucesor inmediato (y amigo íntimo desde la juventud), José López Portillo. Pero el tabasqueño expresa su cercanía ideológica con ambos gobiernos cuando condena, una y otra vez, la “larga noche neoliberal”, que inició en 1982 con Miguel de la Madrid. Nunca ha cuestionado a los dos gobiernos transcurridos entre 1970 y 1982.

 

AMLO se afilió al PRI con 20 años en 1973, en pleno echeverrismo. En su natal Tabasco vivió, como cabeza del Instituto Nacional Indigenista, el impresionante boom petrolero del sexenio lopezportillista. Desde entonces data su pasión (obsesión) por el petróleo. Pero la mayor cercanía de ideas y acción es con Echeverría, como lo demuestra en siete formas diferentes. Siete pecados del sexenio 1970-1976 que son fielmente reproducidos en 2018-2024.

 

 

1. El autoritarismo demagógico

Como Echeverría, López Obrador es un lobo autoritario disfrazado de oveja demócrata. Busca el contacto frecuente con el pueblo, con el que pretende identificarse. No se trata de estar trabajando en un escritorio, sino interactuando con los ciudadanos, sobre todo los menos privilegiados.

 

Tras esa fachada, el talante casi dictatorial. Nada le gustaría más a AMLO que regresar al pasado de un partido prácticamente único (bajo su absoluto control) y con la Secretaría de Gobernación controlando el proceso electoral. Regresar a un PRI, solo que llamado Morena, con las instituciones construidas en décadas recientes doblegadas o destruidas.

 

 

2. La pasión por el estatismo

El actual inquilino de Palacio Nacional, como su antecesor, es un apasionado de la acción del Estado. Echeverría fue un entusiasta creador de paraestatales y fideicomisos. El tabasqueño ha eliminado los segundos, pero para liberar recursos y poderlos gastar a placer, aparte de canalizar dinero en forma masiva a Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, además de crear o expandir entidades públicas, destacando Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) y el Banco del Bienestar.

 

 

3. El rechazo a los empresarios

Los choques de Echeverría con empresarios, destacadamente el Grupo Monterrey, marcaron su gobierno. El rechazo al sector privado es en cierta forma el reflejo natural del entusiasmo por el estatismo, como ocurre también con López Obrador. Ambos trajeron como resultado una huida de inversiones y por ello un menor crecimiento económico.

 

La actitud obradorista es en cierta forma más radical. Obsesionado con el rescate bancario de 1995-1997 por medio del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), insiste que no “rescatará” a empresarios. Esta postura lo llevó a no preservar empleos durante la pandemia como hicieron muchos otros países, pues ello implicaba apoyar a empresas.

 

 

4. Las obras faraónicas

Cuando se mezclan entusiasmo por el gasto público y estatismo, y se añade a un Presidente con enorme poder en asignar el presupuesto, la tentación de irse a lo grande es quizá irresistible. En resumen: elefantes blancos. Lázaro Cárdenas –Las Truchas es el mejor ejemplo echeverrista de tirar dinero en gran escala, mientras que López Obrador ha sido mucho más atrevido, con Dos Bocas (la refinería inaugurada que no refina nada todavía), el AIFA (el aeropuerto al que nadie quiere volar) y el desastre ecológico que es el Tren Maya.

 

 

5. Las finanzas nacionales las manejo yo

Autoritarios, demagogos e ignorantes del mundo de la economía y las finanzas. Pero además amantes del gasto público, con inmenso poder y firmes creyentes que ellos saben más que los expertos, que pueden doblegar a la economía. Luis Echeverría despidió a su primer titular de Hacienda por rehusarse a gastar, el primero le renunció a López Obrador tras siete meses cuando se dio cuenta que realmente no mandaba. AMLO, como Echeverría, simplemente tiene a personeros que cumplen sus instrucciones. Como dijo famosamente el primero, “las finanzas se manejan desde Los Pinos”. Con el oriundo de Macuspana sigue siendo cierto, solo que desde Palacio Nacional.

 

 

6. Amantes del trabajo… improductivo

Luis Echeverría era un apasionado de las juntas, y entre más largas, mejor. Si nada se decidía, perfecto para convocar a otra reunión. López Obrador es otro entusiasta de las juntas, pero más de su presencia dominando el escenario público. Juntas y mañaneras son ideales para aquellos que desean presumir que trabajan mucho, aunque realmente no hagan nada.

 

 

7. La Revolución Mexicana / La Cuarta Transformación

Luis Echeverría se veía como un Presidente transformacional, con Lázaro Cárdenas siendo su héroe. La Revolución Mexicana era el marco de referencia, ese trazo a continuar con acciones, claro, revolucionarias. López Obrador es todavía más arrogante, equiparando su gobierno con las grandes transformaciones nacionales (Independencia, Reforma, Revolución).

 

No les basta haber llegado al pináculo del poder político, sino que pretenden ser y hacer algo trascendente e histórico.

 

El sexenio echeverrista terminó en una profunda crisis económica e incertidumbre política. Su entusiasta imitador quizá debería tomar nota. Quizá, como escribió Carlos Marx, la historia se repetirá, primero como tragedia y ahora como farsa.

 

Negrete Cárdenas. Profesor de Tiempo Completo en la Escuela de Negocios del ITESO. Trabajó en el Fondo Monetario Internacional. Profesor en varias universidades de España y México, destacadamente la Universidad Pompeu Fabra y la Escuela Superior de Comercio Internacional, en Barcelona, la UNAM y la Escuela de Periodismo Carlos Septién en la Ciudad de México. Doctor en Economía y Maestría en Economía Internacional por la Universidad de Essex. Diplomado en Política Exterior de Estados Unidos por la Universidad de Maryland. Licenciado en Economía por el ITAM y en Ciencias de la Comunicación por la UNAM. Twitter: @econokafka

 

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Posted: July 10, 2022 at 8:48 pm

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