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¿Por qué extrañamos las ferias del libro?
COLUMN/COLUMNA

¿Por qué extrañamos las ferias del libro?

Socorro Venegas

¿Para qué hacemos ferias del libro? ¿Para qué participamos en ellas? ¿Qué significan como proyecto cultural?

En medio de la pandemia, tal vez estas preguntas cobran mayor relevancia que nunca. Ahora que se han suspendido varias de las más importantes en el mundo, como la de Bolonia o la de Londres, mientras la de Guadalajara se mantiene en vilo al momento de escribir este texto, esas preguntas surgen en un ambiente social y cultural que busca la reactivación urgente de las actividades económicas, y en particular la del sector del libro que ha sido muy afectado por la crisis del COVID 19. Puesto que el Estado se ha visto rebasado para tomar medidas que apoyen a la cadena del libro, toca a los agentes de cada eslabón diseñar sus estrategias, sus alianzas, en suma: sus proyectos para sobrevivir. Es por eso que las ferias del libro de este tiempo han tenido que explorar distintos esquemas, pasar completamente al espacio virtual, ampliar la exposición en redes sociales, crear formatos híbridos, etcétera.

Para todos, editores, autores, agentes, libreros, mediadores de lectura, una feria del libro es un corazón latiendo que mantiene todo un sistema circulatorio vivo. Necesitamos esos espacios para hablar de los libros que hemos escrito, editado, leído, recomendado o comprado durante el año. Necesitamos compartir. La feria del libro, con sus pasillos bien trazados, con zonas y foros asignados y su programa de actividades propone una brújula para movernos y desplazarnos en esa galaxia libresca. La feria también invita a paseos laberínticos, a perdernos gozosamente y a la posibilidad de sorprendernos con editoriales o títulos que nos maravillan por inesperados. Y qué decir de los encuentros, fortuitos o no, que las ferias nos prodigan: desde toparse de frente con los Tigres del Norte que acompañan a Arturo Pérez Reverte, hasta poder agradecerle personalmente a Ida Vitale su poesía y sus generosas traducciones. Caminar por una feria del libro es uno de los mayores placeres para quienes vivimos en el mundo del libro, y eso es algo que no sabemos cuándo podremos volver a hacer.

Durante la pandemia hemos visto cómo las presentaciones editoriales, cursos, seminarios y otras actividades que solían ser presenciales se trasladaron a las pantallas rápidamente. Esto ha generado una cantidad impresionante de materiales valiosos, una memoria de este tiempo que será muy importante que encuentre un lugar en acervos con una curaduría adecuada.

Y sin embargo, la experiencia integral de la feria del libro es imposible de reproducir. Eso que tiene que ver con la exposición de los libros en los estands, con el paseo que nos lleva por azar o necesidad o una combinación de ambos factores, al hallazgo del libro que nos llama, eso no ha podido construirse en el espacio virtual. Mi impresión es que los lectores responden muy bien al programa cultural, pero no hemos encontrado la forma de que lleguen a la librería electrónica. Las primeras ferias del libro virtuales han reflejado ventas muy pequeñas. El escenario es complejo porque al mismo tiempo que han dejado de recibir ingresos por las ventas de libros, las editoriales y librerías han tenido que invertir en mejorar o crear sus plataformas de ventas en línea.

Editoriales como Era, Sexto Piso y Almadía han hecho alianzas y campañas para subrayar que dependen de los lectores. Para ellos pensamos y editamos. Al mismo tiempo es importante revisar el ecosistema del libro en su conjunto, un análisis que pasa por la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, y por la necesidad de un programa nacional de lectura, entre otros asuntos fundamentales.

Sabemos por qué las ferias del libro son más importantes que nunca y por qué sostenerlas no es parte de una nueva normalidad ni necesariamente de un regreso a las prácticas de siempre, tal vez es la oportunidad de refundarnos en nuestro amor por los libros.

 

Socorro Venegas es escritora y editora. Ha publicado el libro de cuentos La memoria donde ardía (Páginas de Espuma, 2019),  las novelas Vestido de novia (Tusquets, 2014) y La noche será negra y blanca (Era, 2009); los libros de cuentos Todas las islas (UABJO, 2003), La muerte más blanca (ICM, 2000) y La risa de las azucenas(Fondo Editorial Tierra Adentro, 1997 y 2002).  Ha recibido el Premio Nacional de Cuento “Benemérito de América”, Premio Nacional de Novela Ópera Prima “Carlos Fuentes”, Premio al Fomento de la Lectura de la Feria del Libro de León.  Es directora general de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM. Su Twitter es @SocorroVenegas

 

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Posted: September 28, 2020 at 8:02 pm

There is 1 comment for this article
  1. https://www.book-haul.com at 1:06 pm

    La verdad es que extraño muchísimo caminar por la feria del libro, el olor de los libros y encontrar un montón de joyitas ocultas en las estanterías. Espero poder volver a disfrutar de esas sensaciones cuando acabe la pandemia. Un saludo a todos y fuerza!

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