Essay
Tu nombre no es una cifra

Tu nombre no es una cifra

Lolita Bosch

Tu nombre no es una cifra. Es vida en estado de ebullición tratando de acomodarse y salirse de un armario. Y si a esta, nuestra intuición, le sumamos el deseo poderoso y genuino de hacer una novela, tenemos mucho más de lo que pensamos que tenemos. Somos más de lo que esperábamos. Sabemos hacer más cosas. Todo es más importante. Sí, mucho más. Y es impresionante darse cuenta que ese deseo poderoso puede sostenerse durante los años que a veces se tarda en escribir una novela.

Porque querer hacer una novela y no hacerla es

un tronco podrido

el ala rota de una mariposa, inservible

una piedra sola.

Pero el deseo: ¿cómo se alimenta? ¿cómo se convierte en un proceso de creación literaria? ¿cuándo es auténtico? ¿a qué obedece?

El deseo soy yo.

La parte inconsciente de ese deseo siempre soy yo que no me conozco lo suficiente para escribir una novela. Porque literariamente nunca me conozco lo suficiente. Y ese desconocimiento literario de mi misma tiene tres puertas que me permiten acceder al inconsciente literario. Tres candados. Tres zapatos para llegar hasta Kansas.

En la primera puerta un cartel nos recuerda que la creatividad no está en la capacidad de inventar historias.

En la segunda está escrito que la creatividad es la capacidad de cuestionarme artísticamente.

Y en la tercera hay una mano que invita a pasar y no deja de susurrarnos que ser creativo no es tener imaginación para inventar historias. Que la creatividad es un proceso más complejo. Muchísimo más complejo.

Es nuestra capacidad de hacer aflorar el inconsciente, nuestra necesidad de hacerlo una y otra vez. Como si nuestros cuerpos fueran guantes, helados, volcanes. Pasteles a punto de terminarse. Casi transparentes. Medibles. Absolutamente agitables. Y eso nos debería bastar para contestar a la pregunta de cómo se alimenta el deseo lo suficiente como para aguantar tantos años escribiendo una novela. Saber que el deseo se alimenta haciendo consciente lo que es inconsciente. ¿Pero de qué manera podemos acceder a nuestro inconsciente para escribir una novela?

De nuevo, tres caminos. Ahora no son puertas, son entradas a un mismo laberinto: En qué quiero pensar. Qué mundo quiero construir. Por qué quiero hacer este libro y no cualquier otro. Un laberinto rabiosamente íntimo.

 

Lolita Bosch nació en Barcelona en 1970, pero vivió mucho tiempo en Albons (Baix Empordà). También ha vivido en Estados Unidos, India y, durante diez años, en la Ciudad de México. Ha publicado, entre otras novelas, Tres historias europeasLa persona que fuimosLa familia de mi padre o Esto que ves es un rostro, así como su antología personal de literatura mexicana Hecho en México y el ensayo narrativo Ahora, escribo. Su Twitter: @LolitaBosch

 

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Posted: February 3, 2019 at 11:27 pm

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