El presidente más “cool” del mundo
Cristina García
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Han sido los y las defensoras de los derechos humanos, los familiares de los desaparecidos o detenidos, los periodistas y las organizaciones feministas los que no se han cansado de repetir que esta nación está lejos de ser el paraíso que aparece en la publicidad.
Debido a la violencia sin límites ejercida desde 1992 por las pandillas como la mara Salvatrucha y la mara 18, y por haber tenido El Salvador un promedio de 10 a 20 homicidios diarios, resulta comprensible que, desde el extranjero, la campaña de supuesta cero tolerancia ante el crimen organizado de parte del presidente salvadoreño Nayib Bukele sea vista con buenos ojos.
Sin embargo, desde más cerca, son visibles las fisuras de esta política mediática, tan cuidadosamente acicalada para la opinión global.
El presidente Nayib Bukele, el autodenominado presidente más “cool” del mundo, tomó posesión de su cargo el 1 de junio de 2019 e intenta reelegirse aunque la constitución salvadoreña lo prohíbe y el mismo negara, al llegar a su cargo, sus intenciones de reenganche.
Nayib Bukele fue elegido por 1,434,856 votantes, contra 857,804 de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA, derecha), 389,289 del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, exguerrilla) y 20,763 de VAMOS de un padrón electoral de 2,733,178. Pero en sus discursos, suele decir, envalentonado, que sus opositores son solamente el 3%. La población salvadoreña se estima en 6,704,864 personas residentes en apenas 21000 kilómetros cuadrados.
Entre sus apariciones destacadas, está afirmar, vía X (ex twitter), que El Salvador, uno de los países más violentos de América Latina, ya tiene cero homicidios diarios –aunque los datos de la Asamblea Legislativa, con mayoría del partido oficial Nuevas Ideas (NI), afirman que, en 2023, sí hubo 154 asesinatos. Por otro lado, la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA) contabilizó 46 feminicidios el año pasado.
El parlamento publicó que, hasta el pasado 3 de enero de 2024, las autoridades de seguridad informaron que habían detenido a 75,163 “miembros de pandillas”, desde el inicio del régimen de excepción el 22 de marzo de 2023, el cual limita varios de los derechos humanos y constitucionales de la población, dado que en la mayoría de capturas no se está llevando un proceso judicial personalizado y apegado a derecho.
Al contrario, a muchos se les aprehende y procesa arbitrariamente por “asociaciones ilícitas”. Los defensores de derechos humanos afirman que no todas estas personas son pandilleros y que hay decenas de inocentes privados de su libertad. Así mismo, ser joven y/o vivir en barrios o comunidades de escasos recursos económicos se ha criminalizado. Las denuncias anónimas también han permitido que haya capturas por rencillas personales o vecinales.
La asociación no gubernamental Cristosal denunció, al menos, 5775 violaciones a derechos humanos en los primeros 18 meses del régimen de excepción y 153 personas fallecidas bajo custodia del Estado, durante el primer año de éste.
Las denuncias recogidas por Cristosal son por violaciones al debido proceso, allanamiento de morada, tratos crueles, inhumanos y degradantes, tortura, hasta, intento de asesinato.
(Hacia el exterior, el mundo digital replicó hasta la saciedad imágenes de pandilleros esposados y semidesnudos en febrero de 2023, las cuales están inspirando a otros discursos autoritarios del continente.)
La historia
Nayib Bukele, de 42 años, estudió hasta segundo año de Derecho en la jesuita Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA) –contra la cual actualmente vocifera en sus discursos por ser crítica a su gobierno. Empezó su vida profesional como empresario de discotecas que, irónicamente, fueron mencionadas como centros de venta de drogas.
Posteriormente, apareció en el ruedo partidario en 2011, cuando se afilió al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, exguerrilla salvadoreña) y, gracias a ese instituto político, fue alcalde de Nuevo Cuscatlán y de la capital: San Salvador. Sin embargo, fue expulsado de dicho partido en octubre de 2017, entre otras cosas, por tirarle una manzana en una discusión a la concejal Xochitl Marchelli Canales: “tomá, llévate la manzana para tu casa, bruja”, le dijo.
La expulsión fue girada por el Tribunal de Ética del FMLN, quien aseguró que Bukele realizó “actos difamatorios” en contra del partido, “irrespeto al derecho de las mujeres”, “irrespeto a los principios del partido”, así como “comentarios descalificadores” contra dirigentes del partido de izquierda.
Durante sus primeros años en la política, mantuvo un discurso de izquierda progresista que ha cambiado por uno agresivo hacia cualquier crítica u oposición política o académica a su mandato, o hacia los periodistas que ejercen su trabajo de investigación y han develado algunos casos de corrupción de funcionarios públicos.[1]
Al principio de su carrera política, el mandatario se mostró más abierto en discursos públicos hacia despenalizar el aborto o una posible ley de identidad para las personas LGTBIAQ+, promesas o temas que han quedado engavetados durante su gestión.
El fenómeno Bukele ha sabido aprovechar otra revolución más reciente: la digital, junto con otros adelantos tecnológicos. El uso de su imagen, las redes sociales y la constante publicidad hacia su persona data de los años en que era alcalde de Nuevo Cuscatlán y acompañaba al personaje de Santa Claus en helicóptero para regalar juguetes a los niños. Actualmente, utiliza drones para grabar sus apariciones públicas y una larga alfombra roja de decenas de metros. No olvidemos que se tomó una selfie la primera vez que fue a la Asamblea de las Naciones Unidas en 2019. Parte de su éxito se ha debido al uso propagandístico de sus redes sociales.
El 8 de febrero de 2020, Bukele entró al edificio de la Asamblea Legislativa, rodeado de policías antimotines y soldados con armas. En el salón Azul, se sentó en la silla del presidente de la Asamblea y dijo: “Creo que está muy claro quién tiene el control de la situación”. Inclinó su cabeza, se tapó el rostro y se puso a orar. Luego, se restregó los ojos, se levantó y buscó la salida. En ese momento, presionaba vía twitter para que se aprobara un préstamo de 109 millones de dólares para seguridad, pero algunos analistas recuerdan que la capital estaba asolada entonces por una crisis de agua. El agua salía negra de los grifos, y el mandatario desearía desviar la atención de ello.
Sin embargo, la actual Asamblea Legislativa está a su favor: 64 diputados oficialistas versus 20 de oposición. Por lo que las propuestas del poder Ejecutivo, son secundadas sin trámite por el Legislativo. Y como destituyeron en mayo de 2021 a la sala de lo constitucional de la antigua Corte Suprema de Justicia (CSJ) y al fiscal; el presidente y su partido tienen también el poder Judicial a su favor.
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, advirtió en 2021 que la decisión de la Asamblea Legislativa salvadoreña de destituir sin el debido proceso a los magistrados de la sala de lo constitucional de la Corte Suprema de Justicia y al fiscal general del país socavaba gravemente la democracia y el estado de derecho.
Otro de los temas delicados de la gestión presidencial de Bukele fue la captura de Elmer Canales Rivera, alias “el Crook de Hollywood”, líder de la mara Salvatrucha (MS-13) en noviembre de 2023, por parte de las autoridades mexicanas y entregado a la justicia de Estados Unidos que solicitaba su extradición, después que presuntamente fuera liberado por las autoridades salvadoreñas de una cárcel en noviembre de 2021, consta en las investigaciones que su pareja subió a las redes sociales fotos con él ya libre en una apartamento de lujo en una colonia exclusiva de la capital.
El gobierno de Bukele ha causado preocupación no solo en Naciones Unidas sino también en el gobierno de Estados Unidos, quienes mantienen en la lista Engel de corrupción a varios de sus funcionarios.
Para colmo, ahora en enero de 2024, la Asamblea Legislativa reformó la Ley Especial contra Actos de Terrorismo:
“Además, se le otorgan competencias al fiscal general de la República y así facultarlo para declarar la denominación de personas o grupos terroristas, quien deberá hacer listas, actualizarlas anualmente y publicarlas (…). Finalmente, con esta reforma se podrá congelar los bienes de la agrupación, asociación u organización o persona como terrorista, pudiendo solamente previa autorización del juez tener acceso a dichos fondos para gastos básicos como luz eléctrica, tratamientos médicos, honorarios, entre otros”.
Algunos sectores temen que se use esta reforma para perseguir a la oposición, lo cual no sería de extrañarse. Los bienes del expresidente Alfredo Cristini ya han sido confiscados por el gobierno, pues se le investiga por corrupción y al líder histórico del centro democrático, Rubén Zamora, se le ha acusado de crímenes de lesa humanidad durante la guerra civil (1980-1992), cuando él se opuso a la ley de amnistía que condonaba los crímenes de guerra. Se trataría de una campaña contra la oposición previa a las elecciones del mes que entra, donde por primera vez votarán los salvadoreños residentes en el exterior.
Desafortunadamente, dentro de este panorama preelectoral los tres poderes del estado no han proporcionado una adecuada rendición de cuentas. Las finanzas públicas se mantienen en reserva, mientras que el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) también ha sido cooptado por el oficialismo.La Asamblea Legislativa redujo los 262 municipios del país a 44, previo a las elecciones presidenciales, legislativas y municipales, lo que la oposición señala como una maniobra para afectar los próximos comicios del 4 de febrero de 2024.
La iniciativa de que el Bitcoin, como moneda de curso legal, ayudara a la economía salvadoreña ha desaparecido del discurso presidencial ante el fracaso de su implementación y la pérdida del al menos 45 millones de dólares. Se niega también, por parte del mandatario, la importancia de los Acuerdos de Paz firmados de 1992, los cuales terminaron con la guerra civil.
Si bien, los seguidores del bukelato, entre ellos youtubers nacionales y extranjeros contratados como Luisito Comunica, aplaudieron ser anfitriones de los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe, llevados a cabo en pésimas condiciones logísticas, o la celebración de Miss Universo que le costó al país millones de dólares, o la biblioteca futurista donada por el gobierno de China; lo cierto es que el salario mínimo de 360 dólares mensuales no alcanza para cubrir las necesidades de la canasta básica y otros servicios, debido al alto costo de la vida y la gentrificación de la capital y los lugares turísticos.
Ha sido paradójico, dentro de este contexto de empobrecimiento extremo, que las entradas a Miss Universo y el partido de la selección salvadoreña contra el Inter de Miami, eventos sumamente publicitados por la presidencia, costaron 500 dólares o más.
En cuanto a infraestructura, el sistema de transporte de El Salvador sigue funcionando, en buena parte, con autobuses estadounidenses reciclados de los años setenta y los programas sociales no han sido suficientes para reducir los índices de pobreza.
Y no ha quedado exento de esta debacle generalizada el sector de la educación. A inicios del año escolar, el gobierno todavía le debe a sus proveedores, así que peligra la entrega de los uniformes y los alimentos en las escuelas públicas.
Cabe preguntar, a estas alturas, quiénes se quedarán en el país, dadas las circunstancias aciagas. La migración indocumentada salvadoreña sigue saliendo expulsada a diario y los que ya lograron llegar a Estados Unidos sostienen la economía de este pequeño país centroamericano, mediante las remesas que en 2023 alcanzaron 8100 millones de dólares aproximadamente.
Las encuestas más recientes afirman que habrá Bukele para rato en el poder Ejecutivo y su partido, Nuevas Ideas (NI), seguiría teniendo la mayoría en el congreso. La inversión millonaria en publicidad y propaganda parece haber dado resultado dentro y fuera de El Salvador.
Dentro de este panorama oscuro, hay unas cuantas luces de esperanza visibles. Han sido los y las defensoras de los derechos humanos, los familiares de los desaparecidos o detenidos, los periodistas y las organizaciones feministas los que no se han cansado de repetir que esta nación está lejos de ser el paraíso que aparece en la publicidad. Ojalá estos representantes de la sociedad civil puedan guiarnos hacia un mejor futuro.
Nota
[1] Los medios más análiticos y críticos al bukelato son: El Faro, Factum, Gato Encerrado, Focos, Revista Elementos, entre otros.
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Posted: January 31, 2024 at 6:45 pm
Funcionó alguna vez la democracia en El Salvador? El pueblo sigue apoyando a Bukele? El presidente del Salvador en 500 días ha logrado encarcelar miles de criminales que le hacían la vida imposible al pueblo Salvadoreño. Por supuesto Bukele es medio autocrático pero mientras el pueblo lo siga votando, seguirá en el poder. Los derechos humanos ahora en ese país tienen otra definición… el pueblo ahora tiene el derecho humano de poder salir a la calle sin que le roben, maten o violen.