Debate sobre Cataluña

Cataluña es una comunidad autónoma que posee su propio idioma, leyes y costumbres. En 1714, a partir de la guerra de sucesión española, se volvió parte de España. En la década de los treinta,  Francisco Franco impuso su gobierno desconociendo todas las regiones autónomas de España. Cuando se restableció la democracia en 1977, el gobierno español otorgó a Cataluña un grado de autonomía.

Muchos catalanes han buscado su total independencia desde entonces y ese llamado se ha acrecentado con el tiempo, sobre todo tras la crisis económica del 2008 en España, contexto en el que los catalanes han tenido la constante percepción de que, a cambio de muy poco, ellos pagan más impuestos que el resto de las entidades autónomas de España.

El gobierno autónomo de Cataluña, la Generalitat que busca la independencia, tiene mayoría en el parlamento. En octubre de 2017 buscaron celebrar un referéndum a favor de la independencia de España, pero el tribunal constitucional de España lo suspendió. La votación condujo a la violencia aunque, según cifras de la Generalitat, el 42% de los catalanes votaron (los medios españoles hablan de un 36%) y el 90% votó por la independencia. 

El gobierno español declaró el referéndum inconstitucional e ilegal. A partir de ese momento, el gobierno catalán emitió una declaración unilateral de independencia. Como respuesta, el gobierno español impuso el artículo 155 de la Constitución española para suspender provisionalmente la autonomía regional de Cataluña, bajo la idea de convocar a unas elecciones regionales que se llevarán a cabo el 21 de diciembre.

Carles Puigdemont, el líder de la región, se refugió en Bélgica para defender su caso. Se espera una participación masiva en las elecciones de diciembre.

Tuvimos la oportunidad de hablar con dos catalanes destacados en la vida pública de Barcelona. Ellos son Carlos Rivadulla, abogado y empresario, quien está a favor de la unidad española; y Jordi Cadellans, artista y actor, quien está a favor de la independencia catalana.

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¿Podrían exponer sus razones por las cuales están a favor o en contra de la independencia Catalana y por qué?

Jordi Cadellans: Estoy a favor de la independencia de Cataluña porque creo en los derechos humanos y en la libre autodeterminación de los pueblos, porque creo que en el siglo XXI los Estados-nación ya no tienen razón de ser y porque es el momento de las regiones, es decir, poder menos centralizado, más cercano, más observable y soberano. Estoy a favor de la independencia catalana como medida de protección de mi lengua y cultura maternas: a la larga, solo siendo un Estado se garantiza su supervivencia.

Carlos Rivadulla: Desde un punto de vista personal, no comparto los principios que sustentan el separatismo: exclusión, egoísmo y populismo-identitario. Desde un punto de vista económico, es un desastre partir en dos un mercado (España) que ha funcionado y funciona bien para las empresas y la economía catalana. Se perderían sinergias y economías de escalas. Se pondrían nuevas barreras en forma de leyes, permisos, impuestos. Es un lose-lose para todos; para Cataluña y para una España sin ella.

Fuera de Escocia, el territorio de Puerto Rico y algún otro país más, en general la comunidad Europea y el resto de América no piensan reconocer a la República, en caso de lograr la independencia. Por si fuera poco, más de mil empresas han salido  de la región. ¿Cómo se puede sobrevivir en un mundo globalizado con algo más que la buena fe y los ideales? ¿Qué tanto se ha discutido este tema? ¿Podrían desglosar una propuesta a futuro?

Jordi Cadellans: No estoy de acuerdo en el planteamiento de la pregunta. Cuando surge un país nuevo tras haberse separado de otro, los reconocimientos vienen en cadena. Seguramente España sería el último país en reconocer a una Cataluña independiente. El tema de la fuga de las empresas es incorrecto y tendencioso. Se ha usado para crear miedo económico en la población. Las empresas sólo cambian su sede fiscal, no levantan sus oficinas ni despiden a los empleados de Cataluña. Habría que reformular la pregunta.

En un mundo globalizado, una región como Cataluña tendría un grandísimo potencial por su situación geográfica, su proyección como país emprendedor y el lugar privilegiado que ocupa Barcelona como ciudad pionera de start-ups, atractiva para el turismo y lugar con una excelente calidad de vida. Sólo habría que seguir como hasta ahora. Lo único que cambiaría es la gestión administrativa de su economía.

Carlos Rivadulla: En primer lugar, excesiva confianza. Los políticos separatistas (por lo menos los del antiguo partido CIU, CDC) han sido terriblemente desleales. ¿Era algo previsible? Quizá. Pero no tendrían que haber confiando tanto en ellos. Los diferentes gobiernos centrales (PSOE o PP) han hecho excesivas concesiones a gobiernos regionales de CIU-CDC a cambio de su apoyo en el congreso en Madrid. Apoyos que, al final, han significado la acumulación de más y más poder, medios de comunicación públicos… Al final se habían convertido en unos virreyes y han resultado desleales. Vista esta deslealtad desde por lo menos 2012… el gobierno central tendría que haber reaccionado antes y con más y mejor comunicación… Pero eso es justamente de lo que adolece Rajo. Ni le gusta ni es bueno con la comunicación, cediendo cierto predominio del relato al independentismo.

Desde su perspectiva, ¿cuáles han sido los mayores errores cometidos por el gobierno Español con respecto a Cataluña en los últimos 20 años y viceversa?

Jordi Cadellans:  ¿Los errores que ha cometido la Generalitat con respecto al gobierno central? El primer error y lo que ha desencadenado este desencuentro actual fue cuando en 2010 el tribunal constitucional se posicionó políticamente y recortó el nuevo Estatut de Cataluña, aprobado por unanimidad en el Parlament de Cataluña y suscrito a favor por el 80% de los votantes.

El centralismo lógico de los países europeos hace que se mire poco hacia la periferia. El problema es que la periferia catalana es la que aporta el 20% del PIB en el Estado español. Otro país, siendo consciente de ello, mimaría a sus regiones más ricas sin por ello significar que olvidase a las regiones más desfavorecidas.

Cataluña lleva muchos años reclamando más autogobierno. La respuesta del gobierno central siempre ha sido negativa. No solo eso, a nivel mediático existe una verdadera ofensiva contra esas demandas de autogobierno.

A mi entender, lo que Cataluña ha hecho mal todos estos años ha sido acomodarse en el mundo de las autonomías, haciendo creer que desde ese marco se podía ganar más autogobierno. Así, su clase política se ha perpetuado en el poder, sugiriendo a la población que se estaba haciendo algo para obtener mayor autonomía. Jamás ha sido cierto. Cataluña debería haber emprendido un camino diferencial hace muchos años ya, aun a sabiendas de que despertaría la hostilidad en el resto del Estado español.

La crítica que le hago a Cataluña en el momento actual es que no se puede conseguir la independencia sólo con sonrisas y pacifismo si de quien te quieres separar es de un Estado en decadencia, a punto de la quiebra económica, dispuesto a matar si hace falta para que todo siga como está, en un letargo moribundo.

Carlos Rivadulla: Básicamente, que no iba a reaccionar. Y aunque tarde, al final el gobierno central lo ha hecho. Pensaba que podrían pactar algún tipo de salida negociada pero, repito, aunque tarde el gobierno central no ha aceptado ningún tipo de chantaje (en forma de pacto) y ha aplicado  y reinstaurado el orden constitucional

Se habla de opresión de Cataluña, ¿cómo o en qué sentido han sido oprimidos?

Jordi Cadellans: Fuera de la violencia documentada el 1 de octubre, pienso que un pueblo al que no se le permite un referéndum pactado para decidir su futuro, está evidentemente oprimido.

Carlos Rivadulla: En primer lugar, pienso que el 1 de octubre pudo haber alguno caso de exceso de fuerza. Pero hay que tener en cuenta lo siguiente: todo el mundo sabía que era un referéndum suspendido por un tribunal constitucional y que había una orden judicial de cerrar los colegios electorales. Aún así, el gobierno regional y de forma muy irresponsable, alentó a la gente a acudir a los colegios el viernes y sábado para ocuparlos. Y el propio gobierno regional ordenó a la policía regional no hacer nada. Si ese viernes y sábado se hubiera actuado correctamente, no se habría dado ningún problema. Fue una emboscada. El gobierno regional no utilizó la policía regional de manera (nuevamente) desleal… Y después fue un error intentar el domingo por la mañana (ya tarde) desalojar los colegios por parte de la policía nacional. También es cierto que 1) la policía nacional fue objeto de provocaciones y ciertas agresiones 2) no es resistencia pacífica ponerse delante de una puerta si sabes que la policía tiene una orden judicial de intervenir. Te puedes manifestar a 50 metros, pero sin impedir una intervención de la policia con una orden judicial.

Como bien sabes, en toda Europa se han cometido algún tipo de exceso en manifestaciones callejeras, y eso incluye la policía regional. Aparte de eso, no hay ningún tipo de opresión en Cataluña. Sólo existen algunos políticos y activistas que han infringido la ley destinando millones de euros a fines ilícitos y que tienen que responder por ello ante la justicia.

¿Cómo interpretan la salida de España y la posterior entrega voluntaria de Puigdemont y los exconselles al gobierno de Bruselas?

Jordi Cadellans: Se explica con el mismo hecho. Al día de hoy tenemos a 8 políticos en la cárcel y a 2 activistas también acusados de sedición, traición, malversación de fondos y mil cosas más. Una auténtica vergüenza, porque son los políticos votados para hacer exactamente lo que han hecho.

Si el presidente al que quieren encarcelar tiene que huir, es un exilio y los presos adquieren la condición de presos políticos. No hay más, en mi opinión.

 Carlos Rivadulla: Surrealista. Cobarde. Absurda. Un intento de conseguir un poco de eco internacional.

¿Podrían decirnos cuál consideran que sería la solución a corto y largo plazo para este conflicto?  

Jordi Cadellans: No veo solución a corto plazo. Veo mucha represión, mucho recorte de autogobierno por parte del Estado español para intentar reconducir el conflicto. Hay un problema: la represión tiene un efecto boomerang absolutamente devastador para quien la ha aplicado. Auguro la independencia de Cataluña a largo plazo, pero se conseguirá no por la vía política, si no para proteger a una población de los embates de un Estado totalmente enloquecido y con ganas de venganza. Si no me creen, escuchen el ruido de tambores del discurso del actual rey el pasado el 1 de octubre. Para echarse a temblar. 

Carlos Rivadulla: En primer lugar, todo el mundo debe entender que la ley es para todos. En segundo, que grandes cambios sociales requieren grandes mayorías, cosa que los partidos independentistas nunca han tenido. Esa es su principal responsabilidad e injusticia. Quieren ir más rápido que la sociedad. Imponiendo una agenda rupturista y de tensión que no cuenta con suficiente mayoría en la sociedad.

¿Cómo se da solución a ese sentimiento separatista histórico?

Carlos Rivadulla: Con paciencia, pedagogía y un cambio en la Constitución española para ajustar algunas deficiencias y no dar ninguna excusa a nadie. Aunque nunca se podrá contentar a quien no quiere ser contentado. Igualmente, en la medida en que la propaganda mediática cese, bajará el apoyo al independentismo. Y todo con tiempo y paciencia. Pero como no vivimos en una sociedad no oprimida ni pobre (todavía), la gente tendrá que empezar a valorar lo que sí hemos conseguido y tenemos. Y ponerlo en valor.

Patricia Gras es periodista y ganadora de 7 Emmy Award. Es la fundadora y productora del programa  Passion Time.

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Posted: November 13, 2017 at 9:57 pm