Leer en la infancia o los dos puntos
Angelina Muñiz-Huberman
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Ahora que se habla tanto, y hasta se hacen campañas en pro de la lectura, me gusta recordar lo que leía de niña. En la infancia se cree lo que se lee. Mientras dura el libro se forma parte de las aventuras de los protagonistas. Quien lee se convierte en un alter ego: se divierte, se ríe, llora, sufre, se desespera cuando no puede avisar de los peligros y de las trampas. Dentro y fuera del libro se adquiere una doble vida. El libro se acomoda en las manos y tener que dejarlo para hacer otras tareas es lamentable. Acompaña el mayor tiempo posible, hay que tenerlo cerca, tocarlo, por lo menos para asegurarse de que está ahí, de que no se ha perdido. Es un conjunto de vivencias que se pueden aceptar o rechazar, aprender o ignorar, bienvenidas o temibles. El mundo abierto a todas las posibilidades. No nos lleva la contraria ni nos regaña. Lo releemos o lo relegamos. Nos acaricia como un perro o nos araña como un gato. A escoger.
De los primeros libros que leí hay uno que, a falta de una puntuación adecuada, tuve que inventarme una explicación. El malentendido proviene de la portada. Tengo ante mí: Corazón y en la línea siguiente Diario de un niño de Edmundo de Amicis. Al no haber signo de puntuación entre “corazón” y “diario” mi interpretación fue que “el corazón latía a diario”. Si abro el libro en la primera página dice: Corazón (Diario de un niño), pero por alguna razón pensé que con dos puntos era más claro.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::A partir de ahí: los dos puntos
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::me parecen un juego de posibilidades.
El libro, que aún conservo, fue publicado en México por la Editorial Patria en 1941. Fue traducido por Hermenegildo Giner de los Ríos. Un libro que leí y releí acompañándome desde la infancia y hasta en viajes largos. Un libro bastante bien conservado, a pesar del paso del tiempo. Por la fecha, lo debí haber leído a los ocho o nueve años. Aún recuerdo algunos de los pasajes y la emoción que me provocaban.
Otro libro que me encantaba leer y releer fue Bambi. El príncipe de la espesura de Félix Salten. Tengo la edición en que lo leía. Una edición a punto de deshacerse con una liga para sostener las páginas y dentro de una pequeña caja para no perderse entre los demás libros. Está editado en Argentina por Pequeños Grandes Libros en 1943. Incluye dibujos de la película de Walt Disney que adaptó la historia y que fueron coloreados por mí en aquella fecha. Tiene la peculiaridad de que en la esquina superior derecha de cada página un pequeño dibujo permite ser animado si se deja correr las hojas con el pulgar.
En cambio, me producía cierto enojo Las desgracias de Sofía de la condesa de Ségur, autora del siglo XIX. De ella leí varios libros, y me gustaba especialmente Memorias de un burro. También conservo sus libros.
Otros libros de la infancia, con o sin dos puntos, fueron Jerry de las islas de Jack London, y Azabache (Black Beauty) de Anna Sewell, título del libro antiguo que poseo, traducido a veces por Belleza negra, ambos en edición argentina.
Siguiendo con los animales, leí sobre dos caballos: Mancha y Gato cuentan sus aventuras de Aimé Félix Tschiffely.
De Monteiro Lobato me encantaban Las travesuras de Naricita y la serie completa que seguía. Mi primera versión del Quijote fue la de Monteiro Lobato que contaba con las ilustraciones de Doré.
Mención especial merece Platero y yo de Juan Ramón Jiménez que tanto me gustaba, y que leía y volvía a leer, publicado por la Editorial Losada en Argentina en 1944.
Todas estas publicaciones argentinas y chilenas alcanzaron un gran auge en los años de la Segunda Guerra Mundial pues no venían libros de Europa. Las noticias tenían pendientes a mis padres, exiliados de la Guerra Civil Española, en esa época, y contaban con mi atención a pesar de mi corta edad. Así que, al lado de los libros, los periódicos eran parte importante de nuestras vidas. Lo mismo: los mapas para seguir en ellos el avance de los ejércitos en guerra.
Sobre las guerras y otros temas no faltó en mi infancia Lecturas clásicas para los niños en donde La Iliada fue mi primer acercamiento a la cultura griega. Este libro fue compilado por Vasconcelos dentro del proyecto educativo de la Revolución Mexicana y contó con la adaptación de textos clásicos de la literatura universal realizada por Gabriela Mistral, Jaime Torres Bodet, José Gorostiza, Xavier Villaurrutia entre otros, y con ilustraciones de Roberto Montenegro y de Gabriel Fernández Ledesma. Fue en la Feria del Libro que se instalaba en el Monumento a la Revolución donde lo conseguí en la década de 1940.
Tampoco faltaron en mis lecturas los libros de Julio Verne que me entusiasmaban por conocer las costumbres de otros países como Tribulaciones de un chino en China o por sus personajes misteriosos como el capitán Nemo o el capitán Hatteras.
En la infancia, hacia los doce años, leí a Víctor Hugo. De uno de sus libros recorté una foto de su juventud y me enamoré de él. La tenía en la mesilla de noche y me despedía de él para ir a dormir.
De lecturas políticas cuando leí La madre de Máximo Gorki pensé en hacerme comunista.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: En mis cumpleaños pedía libros
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: y el colmo:
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: hasta una enciclopedia.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: Leí más libros en la infancia que hoy:
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: los dos: puntos:
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: tienen:
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: la culpa.
Foto de Annie Spratt en Unsplash
Angelina Muñiz Huberman es autora de más de 50 libros. Ha ganado el Premio Xavier Villaurrutia , el Premio Sor Juana Inés de la Cruz el Premio José Fuentes Mares, Magda Donato, Woman of Valor Award, Manuel Levinsky, Universidad Nacional de México, Protagonista de la Literatura Mexicana, Orden de Isabel la Católica, Premio Nacional de Lingüística y Literatura 2018, entre otros. Recibió el doctorado Honoris Causa por la Universidad Autónoma de México y es miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.
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Posted: June 4, 2025 at 11:30 pm