Ya no soy el conejito que se comía las uñas
Ollín García Pliego
El elegido
Amigo color estratósfera
con un disco de marcación numérica en la panza
orejas con interiores de felpa rosa
y ojos negros de vidrio
protector de mis noches de pánico
cuando me mordía las uñas
hasta que me sangraran
esperando que me llevara la muerte
o que fuese secuestrado por algún demonio
tú me decías
«no tengas miedo de la oscuridad»
veinticinco años después
he buscado el significado de tu nombre en Google
Cleto —«ilustre, elegido para el combate, de origen hebreo»—
quizás alguien me sugirió que te pusiera así
a sabiendas de que necesitaba fortaleza
todas las noches me susurrabas
«la muerte es una gran consejera»
fuiste mi regalo de cuatro años
una tarde de mil novecientos noventa y cinco
tenemos una fotografía Kodak
donde aparecemos sentados
en la cima de la resbaladilla
que me obsequió tía Ivonne
te abrazo con gravedad
y no me separo de ti
perdóname porque te olvidé —Cleto
en el sofá de una habitación
en un hotel de Cancún
una mañana soleada
en la Semana Santa
de mil novecientos noventa y siete.
Trueno
Vi un perro extraviado
partir sin rumbo fijo
encima de una puerta de alacena
en la inundación del huracán Isidore
en septiembre del dos mil dos
y pensé en ti —Donner
no sé por qué nuestros padres
evitaron que nos despidiéramos
no querían
que te viese ahí
nadando en tus propios jugos
acostado encima de la toalla
de los Looney Tunes
con el Demonio de Tasmania
y Bugs Bunny jugando tenis
tus orejas de pastor alemán caídas
tus patas inmóviles
tu hocico con mocos
ellos impidieron que me despidiera de ti
hermano.
Pirineos
Me está saliendo bigote
me observo a diario en el espejo
y espero encontrar un pelaje tupido
aún se ve como una sombra
por encima de mis labios
en este día callado
en los Pirineos franceses
llevo sin hablarle a mi madre
más de una hora
el lente de la cámara digital Samsung
de siete megapíxeles
apunta hacia mí
es una tarde fría y no llevo suéter
y a ratos transpiro desobediencia
detrás de donde estoy de pie
se halla un lago profundo
es agosto del dos mil cinco
mi cabello castaño oscuro
como el pelaje de una tarántula
absorbe y repele los rayos del sol
ahora miro de reojo a la cámara digital
que mamá compró en México
antes de irnos a Pau
para recordarnos
para recordarnos
para recordarnos.
Estos poemas pertenecen al libro Ya no soy el conejito que se comía las uñas de Ollin García Pliego. Santiago : RIL editores, 2025.
Ollín García Pliego. (Ciudad de México, 1991) es poeta y escritor egresado del MFA en Escritura Creativa en Español de la Universidad de Iowa. Ya no soy el conejito que se comía las uñas (2025) es su primer libro de poesía, el cual será publicado próximamente por RiL editores, Chile y Valparaíso Ediciones, España.
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Posted: March 26, 2025 at 10:38 pm