Invisibilidades
Angelina Muñiz-Huberman
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Siempre hay algo que no se ve. No se conoce. No se imagina. ¿Dónde queda la realidad? La realidad no es lo que se ve, sino lo que hay más allá. Basta con levantar una inerte piedra y la vida pulula debajo. No se sabe lo que hay detrás de una pared, ni detrás de un sillón, ni bajo un tapete. No.
Levantamos la vista y contemplamos las estrellas, pero esas estrellas ya no existen. Hace millones de años que murieron porque la velocidad de la luz nos llega con retraso y nos enteramos tarde: vemos lo que ya no es.
O no vemos lo que sí está ahí: los neutrinos, partículas subatómicas, absolutamente invisibles, entrando y saliendo de todo cuerpo estelar y del nuestro sin sentirlos.
Los hoyos negros ¿qué esconderán? ¿y la cara oculta de la luna que nunca podremos ver?
Así vamos por la vida como ciegos caminantes. Nuestro cuerpo es un engaño. Lo cubrimos con todo tipo de telas y colores, diseños y geometría. Escondemos su realidad. ¿Qué pasa con la realidad? ¿Tanto nos asusta?
Desnudamos el cuerpo y una extensa vestidura llamada piel nos impide ver lo que hay por dentro. Sólo el patólogo, en sus clases de anatomía, se atreve a correr la cortina epidérmica. O el cirujano para aliviar una enfermedad. Pero tú y yo nos quedamos en la ignorancia. Cerebro, corazón, pulmones, intestinos, apéndice, nervios, músculos, huesos no los vemos. ¿Para qué queremos verlos? No son un gran espectáculo. No son bellos. Más bien repelen. A lo mejor por eso están cubiertos.
Podríamos decir lo mismo de automóviles, helicópteros, barcos, aviones. Nos conformamos con ver su cobertura externa.
Igual la naturaleza toda. ¿Cómo serán por dentro animales, aves, plantas, flores, árboles. ¿Y los mares, también llenos de vida por dentro?
La ceguera nos acompaña.
No nos quejemos:
nos gusta cerrar
cajas, instrumentos,
puertas, ventanas,
secretos, deseos
para que los demás no los vean.
También lo contrario nos atrae y hemos descubierto medios para aumentar nuestra visión. He ahí todo tipo de lente, lupa, microscopio, telescopio, radiografía, tomografía, resonancia nuclear, desde la leyenda de Nerón y su esmeralda hasta nuestros días.
Otros seres invisibles son los microbios, las bacterias, las moléculas, los nanoplásticos y los virus que, como los neutrinos, entran y salen por todo cuerpo a su gusto y placer. La reciente oleada de corona virus es la mejor muestra de que estamos a merced de la invisibilidad.
Las invisibles levaduras son de agradecer porque nos ayudan a fermentar los deliciosos vinos, cervezas, pulques, quesos.
Sin olvidar las semillas que van a convertirse en plantas, flores, vegetales.
Los elementos químicos, hidrógeno y oxígeno, que cuando se combinan se transforman en agua, por ejemplo.
Podemos pasar a otro mundo invisible: el de las ideas, los pensamientos, y el resto de palabras abstractas.
¿Sirve de algo no ver o no saber?
No.
Igual que saber.
Sí.
El conocimiento queda cuestionado.
La vida transcurre. Sabiendo o no sabiendo. Entendiendo o no. Abriendo libros o no. Las bibliotecas guardan lo invisible. Hacen falta unas manos para abrirlos. Benditas manos.
La invisibilidad llega al cine, la televisión, las historietas con las series y adaptaciones de la novela de H. G. Wells: El hombre invisible. Una variante es El hombre sin sombra. Y otra más el cuadro de Remedios Varo de los amantes que desaparecen y las sombras quedan unidas. O el del hombre adherido al suelo mientras su sombra se va caminando.
Vemos y no vemos
para quedarnos tranquilos.
O intranquilos.
*Foto de Mark Tegethoff en Unsplash
Angelina Muñiz Huberman es autora de más de 50 libros. Ha ganado el Premio Xavier Villaurrutia , el Premio Sor Juana Inés de la Cruz el Premio José Fuentes Mares, Magda Donato, Woman of Valor Award, Manuel Levinsky, Universidad Nacional de México, Protagonista de la Literatura Mexicana, Orden de Isabel la Católica, Premio Nacional de Lingüística y Literatura 2018, entre otros. Recibió el doctorado Honoris Causa por la Universidad Autónoma de México y es miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.
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Posted: November 26, 2024 at 10:28 pm