Poetry
Tipos de agua. El camino de Santiago

Tipos de agua. El camino de Santiago

Anne Carson

Traducción al español de Sara Cantú Pérez de Salazar

 

 

St. Jean Pied de Port …………………………………………………………20 de junio

bueno es saber que los vasos
nos sirven para beber.
Machado

Al pie del puerto de Roncesvalles, un pequeño pueblo, se halla sumergido. Las tormentas eléctricas bajan de las montañas al atardecer. Bolas de fuego ruedan por el pueblo. El aire se agrieta como una fruta verde. Debajo de la ventana de mi cuarto de hotel, hay un río (Nive) con una gran cascada. Mientras miro hacia abajo, advierto una forma oscura en la orilla de las cascadas revolcándose de un lado a otro con la fuerza de la corriente. Parece ser un perro ahogado. Es un perro ahogado. Y me quedo de pie, con la mente ardiendo, mirando hacia abajo. Nadie se ha percatado del perro. ¿Debería mencionarlo? No conozco la palabra para «ahogado». ¿Estoy a punto de cometer un antiguo error? Los camareros van y vienen en la terraza del bar del hotel, inclinándose profundamente desde la cintura para servir potage. Debajo de ellos, a una braza de distancia, el cuerpo oscuro golpetea. Al pie de las cascadas, donde el agua se aleja, un pescador lanza su sedal sobre él. ¿Qué sentido podrían tener las cosas? He atravesado países, siglos de insomnio y duras cabalgatas, y aún desconozco el sentido de las cosas cuando lo veo, cuando me detengo con las piezas en mis manos. ¿Podría haber una escultura de un perro ahogado en la cornisa de una antigua cascada? Miro y paso, pasan las horas. Mi mente un hazmerreír. La noche cae, la forma sigue allí. El pescador se ha marchado, los camareros sacuden manteles en la terraza. ¿Qué es lo que otros saben?

Los peregrinos eran personas que amaban un buen enigma.

 

Desde St. Jean Pied de Port …………………………………………………………21 de junio

En ese momento, ante un tintineo lejano de las campanas, giraron
y echaron a andar. Las guras que retrocedían recordaron a
Kaname una línea del cántico del peregrino que con tanto afán
habían practicado con el posadero la noche anterior:
Con suerte, tomamos el camino desde lejos
hasta el templo donde florece
la flor de la buena ley.
Tanizaki

Llovió durante la noche. Nos sentamos en la terraza del hotel a tomar un café. La mañana brilla sobre nosotros. Observo al perro. Una pata empapada se asoma por la saliente y se balancea de un lado a otro con el agua corriendo a su alrededor. El hombre con el que viajo mira vagamente en su dirección: «¡Ah!», y continúa comiendo pan. Su interés radica en los aspectos más históricos de la peregrinación. Los peregrinos, por ejemplo, eran tradicionalmente amables y llevaban sombreros de ala ancha que utilizaban para saludar a otros peregrinos. El hombre con el que viajo demuestra cómo se debe hacer esto. Creo que lo llamaré «Mi Cid». Acelera la narración. Además, él es uno de aquellos que, como reza el famoso poema, «en una hora feliz nació». Lo notarás a medida que avance el viaje, lo verás navegar a través del peligro y sonreír a las heridas. Quizás yo… no, él me está esperando. Inclino mi sombrero en la dirección general de la cascada, y partimos. Mira, ahora, esta buena fortuna.

Al llegar la tarde, todo es más oscuro. Los truenos descienden por las colinas. Llegamos a España. En el bar donde nos detenemos, una multitud de personas, una pequeña taza de café. Limpio la mesa con mi sombrero: las patas todavía gotean.

¿Cuándo es un peregrino como un tamiz? Cuando adivina.

 

 

Burguete ………………………………………………………… 22 de junio

impasibles, los melones
no parecen recordar
una gota
del diluvio de la noche anterior

Sodo

 

El pequeño hotel de Burguete está hecho de agua. Afuera, llueve toda la noche. Los techos derraman agua a raudales, las alcantarillas otan con ranas y caracoles. No me verías; me quedo en la oscuridad escuchando, dando vueltas. Las paredes del hotel están llenas de agua. La fontanería retumba y escurre. Un reloj de agua, incrustado en el corazón del edi cio, mide nuestras horas en enormes gotas. Las ruedas y los engranajes giran en las paredes, el gemido de los amantes inunda el techo, la escalera es un acueducto de gritos. Desde abajo, puedo escuchar a un hombre soñar. Un profundo barranco baja al mar, él grita, salta al vacío. Los mecanismos que impiden que nos ahoguemos son tan frágiles: ¿y por qué nosotros?

Por la mañana el hotel está oscuro, sin señales de vida, sin olor a café. Un viejo reloj marca la hora en el salón desierto. El comedor vacío, las persianas cerradas, las servilletas en vasos. La mañana avanza. Me asomo a la cocina: quieta como una iglesia. Todos han sido barridos durante la noche. Ponemos dinero sobre la mesa en el pasillo, nos vamos sin desayunar, ¡sin más! como dicen en mi país. Fuera, el silencio, la calle se disuelve, las lejanas colinas descienden en sucesión. Nos filtramos hacia el oeste.

Los peregrinos eran personas que resolvían las cosas mientras caminaban. En el camino puedes pensar con vistas hacia el futuro, puedes pensar recordando el pasado, puedes hacer una lista para recordar contarles a los que están en casa.

 

*Los poemas pertenecen al libro Tipos de agua (Editorial Vaso Roto) 

Anne Carson es una poeta canadiense, ensayista, traductora y profesora de literatura clásica y comparada en la Universidad de Míchigan. ​ Está considerada por la crítica literaria como la poeta viva más importante de las letras anglosajonas. En 2020 fue galardonada con el Premio Princesa de Asturias de las Letras.

 

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Posted: December 2, 2020 at 9:03 pm

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